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jueves, 19 de noviembre de 2015

El nuevo mapa político tras las elecciones municipales

Mario Ferreiro, la noche en que ganó las elecciones y se convirtió en nuevo intendente de Asunción.
Un ejercicio (algo tardío) de reflexión para tratar de entender lo que pasó en estas singulares y gratamente sorprendentes jornadas electorales.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

A las cinco en punto de la tarde de ese incierto domingo, cuando empezaban a cerrarse las mesas de votación, yo ya estaba convencido y resignado de que el zumbero intendente colorado Arnaldo Samaniego había ganado nuevamente las elecciones en Asunción, de que el derribador de techos de colegios Cárdenas ocuparía de nuevo el municipio de Lambaré, y de que gran parte de este infortunado Paraguay se iba a teñir inevitablemente de color rojo, como lo había presagiado funestamente el desbordado presidente Horacio Cartes.

-¿En serio…? ¿Todas las bocas de urnas coinciden…?
-¡Si, todas…! En algunas se han acortado las diferencias entre Arnaldo y Mario, pero en todas sigue ganando el tractor amarillo.

Auto-engañados por nuestras propias bocas de urnas, con la mayoría de mis colegas en la sala de Redacción nos preparábamos para escribir las inevitables crónicas que no hubiéramos querido, informando sobre el rekutu de varios impresentables intendentes, dispuestos a ver como se consolidaba un proyecto político de marcado tinte autoritario que pretende perpetuarse en el poder.

-Entonces, ¿no hemos aprendido nada?
-¿De nada sirvieron todas las investigaciones y denuncias periodísticas?
-Toda esa hermosa primavera estudiantil… ¿no nos contagió en nada con su valiente y crítica rebeldía?

En mi fuero interior ya estaba pensando en lo mucho que me iba a costar tener que tragarme varias de las columnas que había escrito y publicado durante las últimas semanas, en las que reflexionaba sobre “el despertar del elector”, sobre “la nueva conciencia ciudadana” y otras perlas parecidas.
Ya adivinaba las muchas burlas que me dedicarían en Twitter y en Facebook.

-¿Tanto nos equivocamos…?

Fue entonces cuando desde la página web del Tribunal Superior de Justicia Electoral y desde su eficaz aplicación para smartphones comenzaron a saltar los primeros resultados de las primeras mesas escrutadas.

-¡Ey, los perros…! ¡Aquí está ganando Mario…!
-¡Andaaa…! Seguramente son resultados parciales de alguna mesa invadida por votantes opositores. Verás que en seguida va a cambiar la tendencia.
-¡No, no cambia…! Ya son más del 30% de votos escrutados y sigue ganando Mario. ¡Y hay más de 10.000 votos de diferencia…!
-No puede ser… ¿qué carajos pasó…?

¿Qué carajos pasó…?
La pregunta seguiría resonando durante los minutos siguientes, en la medida en que los fríos números nos despertaban  de nuestro letargo de escepticismo e incredulidad.
No solo perdía Arnaldo en Asunción. También perdía Cárdenas en Lambaré. Y perdía Quintana en Fernando de la Mora. Y claro, como era previsible también caía el clan de los Gómez Verlangieri en Limpio. Los lastres colorados y liberales eran arrastrados por igual, merecidamente, por la oleada de voto castigo.
¿También Ferrer pierde en San Lorenzo?
No, no, Ferrer gana. Es que no todo puede ser maravilla.
Pero si estaba pasando también algo increíble: por primera vez estaba perdiendo el clan Núñez en Villa Hayes.
Y todavía más: el hijo de Calé Galaverna perdía en su propio feudo, en Ypacaraí.
-¿Qué carajos pasó…?

Muy entrada la noche, nos enteraríamos de otra novedad insólita: El imperio de los caudillos colorados de Itapúa también era derrocado en Encarnación, luego de 75 años de intendentes colorados ininterrumpidos, en dictadura y democracia.

-No puede ser. ¿Afara, Gneiting y Smalko pierden en su propio feudo?  
-Sí, les gana Luis Yd, candidato a intendente por una coalición ciudadana opositora, por apenas 11 votos de diferencia. Dicen que cortaron la luz en un colegio electoral e intentaron robar actas. Ahora hay un cordón humano protegiendo el local de conteo de votos.
-Y no solo eso, el vicepresidente Afara también pierde con su candidato colorado en su propio valle, María Auxiliadora, también en Itapúa. Le gana un ex intendente a quien él persiguió políticamente y le envió a la cárcel, al parecer injustamente, y a quien le hizo expulsar del Partido Colorado. El tipo se presentó otra vez a las elecciones con la chapa de otro partido, el de Desireé Masi, y ahora le ganó lejos. ¡Derrota total…!
-Un duro golpe para el proyecto de reelección o de sucesión presidencial.
-¿Vos decís…?

Esa noche del domingo, tras haber pasado por la Plaza de la Democracia, donde una multitud enfervorizada celebraba la victoria de Mario Ferreiro al son de canciones de los Beatles, empecé a escribir algunos apuntes en un bloc de la aplicación Evernote, en mi teléfono celular, y les seguí agregando notas durante los días siguientes.
¿Qué carajos pasó…? Era la pregunta que seguía repiqueteando en mi cabeza.
Desde las redes sociales, más de un lector o lectora me reclama cada tanto el “esperado análisis”.
No soy ko analista político, apenas un periodista que procura estar informado y que intenta hacer un constante análisis de reflexión, tratando de entender y ayudar a entender qué pasa.
En todos estos días leí varios análisis, desde los más interesantes hasta los más disparatados.
Así que, uno más, no creo que haga mucho daño.
Por lo tanto, aquí van mis apuntes desordenados acerca de una semana agitada pero esencial para el presente y el futuro de este calcinante territorio que casi nunca nos sorprende… aunque a veces sí.

#Viaje desde el voto comprado al voto consciente
Los resultados de las elecciones revelan que hay una positiva evolución en la conciencia del ciudadano elector.
Mucha gente ya no solo se va a votar, tradicionalmente arreada por punteros políticos a cambio de dinero, sino que ahora parece que sabe elegir, y lo hace con más conocimiento del gran poder que tiene con su voto.
Los politiqueros, tan acostumbrados a comprar y a arrear a las personas como si fueran vacas, ahora descubrieron dolorosamente que aun todo el dinero, las presiones y las amenazas, ya no son suficientes.
Cada vez son más los que en la soledad del cuarto oscuro, aunque hayan tomado tu dinero a cambio de su voto, igual te pasan la factura y votan por el que más les convence.
En una de esas, al sentirse tan abandonados… ¿será que estos politiqueros aprenderán también, en el futuro, a cautivar a sus electores con buenas propuestas, con dignidad, con honestidad, con buen gobierno…?

#El Mariscal de la Derrota
Aunque no fue candidato a ningún cargo electoral, uno de los grandes derrotados en estas elecciones es el actual presidente de la República, Horacio  Cartes.
Se auto-postuló personalmente como jefe de campaña ad hoc, asumió el liderazgo de todas las candidaturas coloradas, otorgó financiamiento incuantificable, apadrinó públicamente a los candidatos más cuestionados, anunció que iba a llenar el país de intendentes colorados y admitió que los comicios municipales serían un referéndum a su gestión (entendiéndose que serían el trampolín para su no declarado proyecto de reelección presidencial).
Los resultados están a la vista.

#El discurso fallido
El tono beligerante, ofensivo y despreciativo que Cartes utilizó durante toda la campaña no produjo el gran resultado que se esperaba.
Por el contrario, generó rechazos en muchos de sus propios electores y burlas en la prensa y en las redes sociales en internet.
Haber tratado de “haragán” al candidato asunceno Mario Ferreiro (cuando toda la opinión pública conoce su trayectoria de esforzada labor en los medios), acusar a un solitario y rebelde estudiante chileno de ser el principal “desestabilizador” de su Gobierno, o plantear que los políticos del Frente Guasu impulsaban un complot para derrocarlo, solo despertó burlas e indignación por el tono de liviandad, y por la irresponsabilidad de quien debería mantener un lenguaje de estadista.
Si Cartes esperaba que su discurso de barricada motive a los colorados a salir a votar masivamente… parece que no le sirvió de mucho.

#Stronismo recalentado
Como salidos del túnel del tiempo de las peores épocas de la dictadura stronista, los dirigentes colorados recurrieron a los esposos Antonio y Nika Debernardi para acusar públicamente al candidato Mario Ferreiro de ser “amigo de secuestradores” y de guerrilleros del EPP, con el argumento de que entre sus seguidores había dos personas que en el pasado estuvieron políticamente vinculadas con quienes luego formaron el grupo armado fuera de la Ley.
Aparentemente, no se dieron cuenta de que vivimos nuevos tiempos, en que la gente ya no cree en los cucos anti-comunistas, y que con sus denuncias de cacería de brujas solo proporcionaron una imagen negativa que al final sirvió de anti-propaganda contra el candidato al que querían apoyar. Más efecto boomerang.

#Religión manipulada (1)
Otro recurso muy cuestionado por la ciudadanía fue el de que los colorados hayan recurrido a un grupo de pastores evangélicos para que estos pidan públicamente el voto para Arnaldo Samaniego en Asunción, por ser “el único candidato que defiende los valores de la familia”, y que aconsejen no votar por Mario  Ferreiro, ni por Ricardo Meyer, porque supuestamente defienden el aborto y el matrimonio gay.
Además de ser una alevosa manipulación de la religión para fines políticos electorales, resultó una falsedad, porque los intendentes no deciden sobre legislaciones de carácter nacional.

#Religión manipulada (2)
También resultó patético y lamentable el rol al que se prestaron varios obispos de la Iglesia Católica paraguaya, al visitar al presidente Horacio Cartes en su residencia de Mburuvicha Roga, apenas tres días antes de las elecciones, y felicitarlo públicamente “por estar a favor de la vida y la familia”.
Aunque no invitaron a votar por ningún candidato en forma explícita, con su gesto imitaban el mismo gesto manipulador de los pastores evangélicos. 
En la conferencia de prensa, tras felicitar a Cartes, el presidente de la Conferencia Episcopal, Edmundo Valenzuela, alertó sobre “las ideologías que atacan a la vida y a la familia”, lo que se interpretó como una evidente crítica a la presunta postura de Ferreiro y Meyer sobre el aborto y el matrimonio gay.
La postura de los obispos fue entendida como un abierto respaldo a los candidatos colorados y una desaprobación a los candidatos de la oposición, lo cual generó gran molestia entre los propios fieles católicos.
Para equilibrar los tantos, la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Paraguay (Conferpar) emitió un pronunciamiento más radical: “no podemos como cristianos votar por políticos corruptos, sin compromiso con los más necesitados”, que se entendió como una directa contestación a la postura de los obispos.

#Que se callen las bocas de urnas
Por primera vez, los sondeos de bocas de urna se equivocaron fiero.
En Asunción, prácticamente todos los resultados preliminares le dieron ganador al candidato colorado Arnaldo Samaniego, pero al final ganó el opositor Mario Ferreiro, por más de 20 mil votos. También hubo un error similar en la ciudad de Villeta.
Los datos equivocados generaron situaciones pintorescas, como las celebraciones anticipadas de Samaniego y su entorno, o las expresiones de soberbia en las redes sociales de varios referentes del coloradismo, como el diputado colorado Oscar Tuma, actitudes de las que luego tuvieron que arrepentirse.
Los realizadores de encuestas y sondeos quedaron aún más desacreditados de lo que ya estaban.
En próximas elecciones no será muy fácil confiar en las bocas de urnas.
  
#PLRA: el regreso… ¿con gloria?
Sumido en una fuerte crisis, tras haber propiciado el golpe parlamentario de 2012, que desalojó del poder al presidente Fernando Lugo y haber avalado la pésima gestión gubernamental de Federico Franco, con graves acusaciones de corrupción, el más antiguo partido político del país estaba considerado como una fuerza en agonía.
Sin embargo, en las elecciones municipales del domingo sorprendió por su buen desempeño, conquistando cerca de 80 intendencias y centenares de concejalías en todo el país.
Además de integrar la alianza victoriosa en Asunción, retiene 13 de 19 municipios en el Departamento Central, y 13 de 20 en Cordillera, donde por primera vez gana en la capital Caacupé. Proporcionalmente, sin embargo, se quedó con 14 intendencias menos que en el 2010.
Por más que esto no implica la expiación de las culpas del centenario partido, pareciera que los electores le han dado una nueva chance de rehabilitación, aunque también han castigado a sus candidatos más cuestionados, como ocurrió en Limpio con los Gómez Verlangieri y en otras ciudades.

#La crisis del Frente Guasu
Uno de los sectores más golpeados mediáticamente por el magro resultado obtenido en las elecciones, principalmente en la capital, es el izquierdista Frente Guasu, liderado por el ex presidente Fernando Lugo.
El sector político, que reclamaba ser la tercera fuerza electoral en la capital, solo pudo situar a su candidato a intendente, Ricardo Meyer, en un muy alejado tercer lugar, con el 4,54% de los votos.
Meyer, arquitecto de profesión, era considerado el mejor candidato en el aspecto técnico, por su gran conocimiento sobre urbanismo y por sus ideas progresistas, pero fue el que menos empatía logró con el electorado por una muy deficiente campaña, no solo en recursos, sino principalmente con muy poca creatividad, imaginación y carisma.
Al Frente Guasu tampoco le alcanzaron los votos para meter a un solo concejal en la Junta Municipal de Asunción.
A nivel nacional logró conquistar intendencias municipales en las ciudades de Carlos Antonio López (Itapúa), San Pablo y Lima (San Pedro) y numerosas concejalías en varias ciudades, en muchos casos logradas en alianzas con el partido liberal y con movimientos regionales. 
Fue muy cuestionada la no presentación de la mayoría de sus representantes para ejercer controles de las mesas electorales en Asunción, hecho que fue interpretado como una especie de complot contra Ferreiro, aunque sus directivos aseguraron que fue por falta de recursos.
La pregunta es cuánto incidirá este magro resultado de votos, principalmente en Asunción, en las chances electorales del Frente Guasu para el 2018.

#No se apuren: El coloradismo no está muerto
Aunque sufrió un fuerte golpe y perdió varios de sus más importantes bastiones, incluyendo a la capital Asunción, la gobernante Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) sigue siendo la fuerza política mayoritaria, ya que retiene 152 municipios, que componen el 62% del mapa electoral del país. Ganó 10 intendencias más que en 2010.
Aun así, el coloradismo fue derrotado en lugares en los que no se esperaba, como en Encarnación (luego de 75 años de intendentes exclusivamente colorados) o en Salto del Guairá, otra de las ciudades más importantes por su estrategia política y su gran poder económico.
Su más fuerte foco de resistencia actual es Ciudad del Este, la capital del Alto Paraná, en la Triple Frontera, donde la intendenta Sandra McLeod de Zacarías fue reelecta por más de 40 mil votos según los primeros cálculos, aunque luego se produjeron incidentes cuando la alianza opositora denunció supuestos casos de fraude, recusó a los magistrados electorales y el conteo de votos se paralizó durante varias horas, generándose incluso sucesos de violenta represión por parte de la policía. Los opositores al llamado “clan Zacarías” siguen movilizados (en momentos en que se escribe este ensayo) e insisten en anular los comicios y que se vote de nuevo.
Más allá de cómo se resuelvan los incidentes, la impresión que queda es el de un partido colorado golpeado por sus inesperadas derrotas, que mantiene aún un número grande de municipios, pero que deberá replantear sus estrategias si desea seguir contando con las preferencias de su electorado.

#La valoración del voto inclusivo
Un detalle muy significativo fue la habilitación, por primera vez, de mesas especiales para que voten ciudadanos y ciudadanas con discapacidad física.
Aunque hubo muchas críticas sobre carencias de rampas, de servicios de acceso y de personas preparadas para guiar a los electores con discapacidad, se lograron importantes avances en términos de políticas de inclusión.
Fue muy importante la labor del propio Tribunal de Justicia Electoral (TSJE) en este campo, como de las organizaciones civiles como la coalición #PYinclusivo, formada por la Fundación Saraki, Decidamos y Servidores del Paraguay, que ejercieron un control especial para el cumplimiento de este derecho.

#La eficacia del TSJE (a pesar de todo)
Aun en medio del escándalo ante denuncias de investigaciones periodísticas sobre funcionarios planilleros y roscas de corrupción, que se venían publicando desde semanas antes de las elecciones, la maquinaria del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) funcionó con mucha eficacia en la organización de los comicios y en la pronta difusión de los resultados.
Tanto la página web de la institución, como el uso de una aplicación especial para teléfonos celulares inteligentes, funcionaron con mucha eficacia para ir conociendo paso por paso y en tiempo real el conteo de los votos, por más que en algunos momentos colapsaron por la gran cantidad de usuarios.
La contundencia de los datos y sus respaldos documentales ayudaron en líneas generales a manejar los resultados con mucha transparencia, aunque luego surgieron incidentes puntuales.
La eficiencia operativa sin embargo no libra al TSJE de la necesidad de corregir el gran despilfarro de recursos, la concesión de rubros y salarios a amigos políticos sin cumplir funciones laborales, e instalar mecanismos de mayor transparencia sobre el uso del dinero público.

#La vigilancia ciudadana
Estas elecciones contaron, más que nunca antes, con la participación de organizaciones sociales y grupos ciudadanos dispuestos a ejercer un mayor control para evitar que se produzcan los clásicos casos de fraudes y otros delitos electorales.
A la experiencia pionera de organizaciones y programas como Decidamos y A quiénes elegimos, en esta ocasión se sumaron otras como Candidato Limpio, El Avizor y #PYinclusivo, que incluso habilitaron nuevas herramientas de tecnología digital, como sitios web y aplicaciones para reportar desde teléfonos móviles, tabletas y notebooks las irregularidades, para su difusión en tiempo real.
La gran participación de voluntarios, especialmente chicos y chicas jóvenes, lograron que los delincuentes políticos tenga mucho más cuidado.

#El valor de las alianzas
En muchas de las ciudades importantes, los candidatos del oficialismo colorado perdieron ante candidatos respaldados por amplias alianzas electorales, que incluyeron al partido liberal, a partidos y movimientos de izquierda, de centro y de derecha, como a grupos y movimientos ciudadanos que no asumían identidades ideológicas, sino simplemente el deseo de construir una ciudad mejor.
Aunque el fenómeno no es nuevo, sin embargo en esta ocasión de sintió con mucha más fuerza la capacidad de varios sectores de unirse por encima de las diferencias, encontrando los puntos en común. En estas elecciones, las alianzas ganaron en 15 localidades, 6 más que en el 2010.
Las experiencias más positivas fueron la de Encarnación, con la Alianza Encarnación al Frente, que tras la figura de un ex concejal del Partido Patria Querida, lograron derrocar al coloradismo luego de 75 años de permanecer en el poder; y la de Villa Hayes, en donde la concertación Alianza para el Cambio le ganó al candidato colorado Luis Alberto López, derrocando de este modo al hasta entonces imbatible y cuestionado Clan Núñez.
En otras localidades, como en la importante ciudad de San Lorenzo, las principales fuerzas opositoras no lograron unirse y dividieron en gran forma los votos no colorados, haciendo posible que el controvertido ex intendente Albino Ferrer sea nuevamente reelecto.
Una lección a aprender.

#Las figuras políticas emergentes
Otro mensaje claro que emerge de estas elecciones es que la ciudadanía aplaude a nuevas figuras conocidas, que apelan a formas diferentes de hacer política, con creatividad, con pocos recursos y con participación activa, frente a las gastadas figuras de los caudillos tradicionales, vinculados en muchos casos con la corrupción y al autoritarismo.
Celso Miranda, Kelembu, concejal en CDE.
Un caso resaltante fue el del arquitecto Tony Apuril, integrante del popular grupo humorístico Ab Ovo, quien prestando la chapa de una organización política sin mucha trascendencia, el Partido de la Juventud, hizo una campaña a pulmón, casi sin invertir en publicidad, recorriendo barrios en bicicleta o subiendo a los ómnibus del transporte público, hablando directamente con los vecinos, con un costo operativo que no sobrepasó los 25 millones de guaraníes. Logró ser elegido concejal municipal de Asunción, beneficiando además a otros dos integrantes de su lista.
Otro caso llamativo es el del candidato Celso Miranda, de Ciudad del Este, conocido por presentarse como un personaje humorístico llamado Kelembu, con ropas rotosas y remendadas, que representa simbólicamente a los pobladores más humildes, y que se burla con mucha eficacia de las autoridades en videos cómicos y en posteos en las redes sociales, quien también logró su elección.
Alguna voces críticas sostienen que estas nuevas figuras desnaturalizan la representación democrática al no emerger de un partido organizado y estructurado, al que deberían rendir cuenta, y que son más productos del impacto mediático y del desencanto de los electores, pero habrá que ver como se desempeñan en la gestión. Es un poco difícil que puedan resultar peores que muchos que sí provienen de partidos, pero que han tenido una más que lamentable actuación.

#Los narco-intendentes
A pesar de la trágica experiencia que representó el intendente colorado de Ypehú durante el anterior periodo de gobierno, Wilmar Neneco Acosta Marques, quien dirigía paralelamente una banda de narcotraficantes y sicarios, responsable presuntamente de casi una veintena de asesinatos –entre ellos el del periodista Pablo Medina-, el sistema electoral no ha hecho mucho esfuerzo para que otros candidatos vinculados al narcotráfico y al crimen organizado sean nuevamente electos como intendentes en varias ciudades y pueblos del Paraguay, especialmente en zonas fronterizas.
El caso más patente es el del intendente electo de Capitán Bado, Denilson Sánchez, alias “Chicharocito”, hermano del actualmente procesado y detenido en la cárcel de Tacumbú. Denilson tiene orden de captura, lo cual no impidió que resulte ganador por más de 1.000 votos.

#El nuevo mapa político
Se esperaba que el Paraguay sea “teñido de rojo” (más bien de colorado), pero no fue así.
En cambio, el nuevo mapa político pos electoral surge teñido de un efecto multicolor, pero principalmente de colores ciudadanos.
El resultado de estos comicios, de alguna manera, altera las pretensiones políticas de quienes apuntan a la elección presidencial del 2018.
En las filas del coloradismo, el presidente Horacio Cartes, quien -aunque no lo dice- pretende su reelección, esperaba emerger luego del domingo 15 de noviembre aureolado con una victoria aplastante, como lo había logrado en las elecciones internas y para la presidencia de la ANR.
Ahora, en cambio, Cartes carga con el peso de ser en gran parte el Mariscal de la Derrota, y no le será fácil remontar el árido terreno que le espera en busca de su reelección, para lo cual aún debe negociar reformas o enmiendas constitucionales.
No le será fácil. Ahora menos, aunque no imposible. 
Cartes sigue en carrera. Veremos hasta cuándo.
Juan Afara y Horacio Cartes.
El vicepresidente Juan Afara, uno de los nombres que siempre se mencionan como posible sucesor de Cartes (en caso de que él no pueda correr), también emerge de estas elecciones con la imagen de gran perdedor.
Afara era considerado como el heredero y constructor del gran Imperio Colorado del Sur, el principal cacique de un sistema de “dictadura perfecta” con fachada moderna en Encarnación y en todo Itapúa, junto con Luis Gneiting (actual gobernador de Itapúa), Juan Schmalko (ex intendente encarnaceno y actual director paraguayo de Yacyretá), entre otros más, pero todos ellos sin embargo sufrieron una inesperada derrota en su "ciudad modelo", cuando una coalición opositora y ciudadana les arrebató la intendencia de Encarnación luego de 75 años de poder colorado ininterrumpido -en dictaduras y en democracia-, en principio por escasos 11 votos, que luego aumentaron a 80 (recuperando votos que quisieron burlar).
Además, Afara perdió en su propia ciudad de origen, María Auxiliadora, Itapúa, en donde Víctor Casas, un candidato a quien él persiguió, mandó a la cárcel y expulsó del partido Colorado con métodos de señor feudal, regresó desde el más-allá-político, se postuló como candidato por un partido prestado (el PDP de Desireé Massi y Rafa Filizzola) y le propinó una paliza electoral a su candidato delfín, el colorado Hernán Rivas.
Fue la doble derrota del vice Afara y de su entorno de poder sureño. 
No les va a ser tan fácil remontar una buena imagen para el 2018.
Mientras, en las filas de la oposición, el panorama también varió un poco, de cara al 2018.
El hasta ahora mejor posicionado como pre-candidato presidencial, el que pretendía (y todavía pretende) protagonizar una versión guaraní de la película El regreso del Jedi (o del que te jedi), el ex presidente Fernando Lugo, también aparece inevitablemente salpicado por el oscuro aura de derrota electoral que carga encima su principal organización política, el Frente Guasu.
Aunque Lugo, con rápida reacción oportunista, acaba de renunciar a la presidencia del Frente, enfrenta un escenario mucho más árido para presentarse como el pretendido articulador de una nueva alianza para enfrentar con éxito a los colorados en el 2018, más aun cuando hay todavía rencores encendidos entre sus seguidores con respecto a juntarse con los liberales, a quienes consideran “golpistas” y “traidores” por haberlo desalojado del poder con el forzado juicio político de 2012.
Todo eso hasta puede ser cierto, pero también es cierto que nadie le gana a los colorados sin alianzas con los liberales. Y eso lo saben los popes del Frente Guasu, que dijeron que nunca se aliarían con los liberales para las elecciones municipales, al menos en Asunción, pero apenas cruzaron Calle Última se abrazaron formando varias alianzas con los mismos, intentando convencernos a todos de que los liberales del interior son de una raza diferente a los de la capital. ¿Creerán que nos chupamos el dedo?
Para más complicación, frente a la desgastada figura de Fernando Lugo se alza ahora la victoriosa figura de Mario Ferreiro, el mismo a quien él le motivó a renunciar a su entonces privilegiada carrera en los medios de comunicación para lanzarse a la arena política como su elegido sucesor para la presidencia de la República en el 2013, pero luego justo cambió el viento de la conveniencia política y Lugo lo dejó tirado a Mario en los recovecos de la historia. Mario tal vez no sea rencoroso, pero muchos de sus votantes no olvidan.
Además, la situación jurídica de Lugo de cara al 2018 tampoco está muy clara. ¿Está habilitado para ser candidato? ¿Acaso no le alcanza la disposición constitucional que prohíbe que los presidentes sean reelectos? ¿O es que en su caso no cuenta, porque lo echaron del poder? Las opiniones políticas y sobre todo jurídico-constitucionales están muy divididas. Así que dependerá principalmente de negociaciones políticas, la cuales tampoco serán fáciles.
El dilema es que, aparte de Fernando Lugo, por ahora, la oposición tampoco tiene a otra figura muy potable, capaz de aglutinar las preferencias electorales ciudadanas para una candidatura con reales posibilidades de éxito.
Salvo, talvez, Mario Ferreiro, ahora, después de su resonante victoria electoral.
Será por eso que ya hay quienes, muy triunfalistamente, proponen que Mario esté solo un par de años en la Muni y luego renuncie a la intendencia y se postule para la presidencia del 2018.
Sí, es cierto que hay políticos que lo hicieron en otros países, y hasta les salió bien. Pero también hay quienes dicen que hacer algo así sería estafar a los electores que te votaron para que seas intendente por cinco años, y no para que lo uses como un trampolín a la presidencia.
De todos modos, con atinado criterio, Mario ya dijo que no.
Para el 2018 no... pero para el 2023 si le encantaría competir para la presidencia….
Es decir, si es que hace una buena gestión y no sale quemado de la Municipalidad.
Ese es el plan, aparentemente.
Y mientras, ¿qué hacemos…?
Yo solo les digo una cosa: los siguientes meses van a ser más que divertidos…