Páginas

sábado, 7 de marzo de 2009

A una mujer...


Te levantarás temprano como siempre.
Barrerás el patio.
Limpiarás la cocina.
Prepararás el desayuno.
Bañarás a los niños.
O emprenderás un largo y cansino viaje hasta el Mercado, con una bolsa o un canasto cargados con el peso de la vida misma a tus espaldas, a buscar el afanoso sustento de cada día.
Es probable de que ni llegues a enterarte de que se recuerda el Día Internacional de la Mujer.
O quizás sí.
Si por allí alguien enciende cerca de ti una radio o una tele, quizás te llegue un eco lejano de mensajes y discursos:

Nde ningo kuña guapa.
Kuña mbarete.
Kuña Paraguay hecopete.
Ndereikuaaiva kane’o.


Mujer paraguaya. ¿De qué te sirve tanta alabanza romántica cantada en polcas y guaranias, cuando te han dejado sola en el mundo y no tenés que darle de comer a tus hijos?
¿De qué te sirve ser la gloriosa heredera de Las Residentas, cuando tu hombre llega borracho a casa y te insulta o te golpea por el motivo más absurdo?
¿De qué te sirve que te levanten estatuas o monumentos, o que te dibujen irreal y eterna en el reverso de un billete con largas trenzas morenas, blusa de typoi y un kambuchi de barro acunado entre los brazos, cuando tenés que guardar los pedazos de tus sueños en una cajita, junto a un clavel marchito o un corazón de papel amarillento?
¿De qué te sirve…?
Es el Día Internacional de la Mujer… y podría escribirte muchas cosas.
Que sos la cuna. La ternura. La piel. El beso. El abrazo. El calor de la noche. El frío de la soledad. El nombre pronunciado con amor o con rabia. El misterio. El abismo. La presencia que ilumina. La ausencia que duele. La calma del cariño. El vértigo del deseo. El motivo de un poema. La razón y el sentido de existir.
Si, podría escribirte muchas cosas, mujer.
Pero siempre resultarían insuficientes.

5 comentarios:

  1. Este artículo en verso, refleja la realidad de una mayoría de mujeres que viven en el Paraguay.Creo que tanto mujeres como varones deberíamos "desaprender" modelos y prácticas de convivencia que someten o degradan a las personas, en detrimento de sus derechos fundamentales; para permitir el aprendizaje de modos de vida sustentados en principios y valores que promuevan personas humanas y humanizantes como ejemplo, para las generaciones que nos siguen. ¡¡¡ Muy logrado, su artículo, Señor Andrés Colmán Gutiérrez!!!

    ResponderEliminar
  2. Mujer eres eso y mucho más, la vida cotidiana, el quehacer, al cuidado de los niños, el tener tres jornadas de trabajo y nunca descansar.
    ¿Hasta cuándo?

    ResponderEliminar
  3. La vida siempre tiene su azar su trabajo, esa es la vida, esforzarse para alcanzar pequeñas promesas, sueños, la vida es injusta pero, al final, es la vida.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno Andrés. No esperaba menos de vos!

    ResponderEliminar
  5. Todavía hay mucha tarea pendiente, en relación a los Derechos de la Mujer, en el Paraguay. Es una pena

    ResponderEliminar