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sábado, 16 de marzo de 2013

La amenaza nuclear llega al Paraguay



Hasta hace poco se parecía a una pesadilla que atormentaba solamente a los habitantes del lejano Primer Mundo. Una espada de Damocles que pendía sobre las cabezas de rusos, yanquis o japoneses, cuyos cataclismos apocalípticos los íbamos a seguir observando horrorizados por la televisión, desde esta isla rodeada de tierra, sintiéndonos quizás afortunados por residir a millones de kilómetros de Chernóbil o Fukushima.
Pero el camino del infierno siempre queda más cerca de lo que realmente imaginamos.
El lunes pasado, en una visita a la vecina ciudad de Formosa, el científico Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente (Funam), sacó a luz un informe oficial secreto elaborado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Argentina y por el Gobierno Provincial de Formosa, en el que se localizan cinco lugares estratégicos posibles en donde instalar un reactor nuclear Carem, a orillas del río Paraguay, en la frontera con nuestro país.
El informe, que consta de dos cuerpos y un total de 96 páginas, establece como la primera opción para instalar el reactor la zona de Colonia Bouvier, a 15 kilómetros al sur de Clorinda (y por tanto de Asunción), frente a la población paraguaya de San Antonio. Las demás son Riacho Monte Lindo, La Emilia, Riacho Pilagá y Riacho Tohué, todas relativamente cercanas a la capital paraguaya y a las ciudades del área metropolitana.
El reactor Carem (siglas de Central Argentina de Elementos Modulares) es un proyecto de central nuclear considerado de baja potencia (25 MW eléctricos), pero que según Raúl Montenegro -una de las voces más autorizadas sobre el tema, ganador del Premio Nobel Alternativo y del Premio Global 500 de Naciones Unidas con la Funam- contiene "el mismo riesgo potencial que tenían las centrales de Chernóbil y Fukushima".
En caso de un desastre nuclear, según Montenegro, el efecto de la radiación alcanzaría 500 kilómetros alrededor y la contaminación por el río llegaría hasta 1.000 kilómetros. Afectaría desde Asunción hasta Pedro Juan Caballero, incluyendo casi toda la Región Oriental del Paraguay, parte del Chaco e incluso algunos estados brasileños como Paraná y Mato Grosso, además de varias provincias argentinas.
Las autoridades paraguayas aseguran que nada sabían del tema. Ante la denuncia hecha pública, la Gobernación de Formosa aseguró que hasta ahora es solo un proyecto. Pero el documento oficial revelado por Montenegro está redactado en un lenguaje convencido de que la obra será realizada.
Habrá que estar muy atentos.

(Publicado en la columna "Al otro lado del silencio", sección Opinión del diario Última Hora, edición del sábado 16 de marzo de 2012). 

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