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jueves, 31 de marzo de 2016

Investigación periodística e indignación ciudadana


Esta vez, todo fue más rápido...
El lunes 28, un reportaje investigativo de compañeros de la sección País de Última Hora sacaba a luz los altos precios que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) iba a pagar en una licitación a proveedores de comidas y bebidas, con precios que superaban en forma exorbitante a los del mercado.
El caso, bautizado como "el cocido de oro" -porque el clásico cocido negro, de agua y yerba mate, se valoraba a 40 mil guaraníes el litro- despertó una oleada de indignación ciudadana, movilizó a los estudiantes de la FENAES en una creativa campaña #MEComesLaEducación, y llevó a la Coordinadora de Abogados del Paraguay a presentar una denuncia judicial contra la ministra Marta Lafuente.
Aunque la titular del MEC insistió en una terca y soberbia defensa de que no había ninguna irregularidad y que el monto de lo que se iba a pagar (200 millones de guaraníes) no era grande, la percepción ciudadana era otra y se expresó en fuerte críticas a través de los medios y las redes sociales en Internet. En el mismo entorno gubernamental se cuestionó burlonamente los inflados precios del MEC. Tanto que en la tarde del miércoles el propio presidente Horacio Cartes ordenó dejar sin efecto la cuestionada licitación y la ministra Lafuente tuvo que asumir públicamente la feroz reculada en una conferencia de prensa, ya en horas de la noche.
Pasaron solo tres días entre estas dos portadas de ÚH. No siempre las denuncias periodísticas obtienen un efecto tan inmediato. Allí está otro caso emblemático, también iniciado por este diario, sobre corrupción en el TSJE, que se dilata mucho y no se resuelve por parte de la Justicia. Ahora la Fiscalía también confirma que la ministra Wapenka cobró viáticos sin prestar servicios, pero este caso no genera mucha indignación ciudadana. Probablemente porque la gente no lo siente tan cercano, como si siente el despilfarro con los recursos para la educación.
Una vez más, la labor periodística, unida a la movilización ciudadana, se ven fortalecidas con el caso del MEC y eso es bueno para este azaroso proceso de construir ciudadanía y democracia, forzando la transparencia. Es algo que nos redime un poco a los comunicadores de otras lamentables metidas de pata, como la que en estos días se cuestionó mucho sobre informaciones brindadas en el caso de abuso sexual contra una niña menor de edad.
Felicitaciones a los colegas de la sección País de ÚH, sobre todo al periodista René González, por este lindo trabajo. También es muy estimulante como todos los demás medios y colegas pronto se sumaron e hicieron suyo el tema, y contribuyeron a su efecto multiplicador. Es reconfortante ver que hemos superado positivamente la competencia sectaria de "tal tema es de tal medio" y al parecer ya aprendimos que los temas de interés público en realidad son de todos, especialmente de la gente.

Es un buen ambiente para iniciar abril, mes del periodista, en que el 26 conmemoraremos nuestro día, recordando 25 años del asesinato de Santiago Leguizamón, crimen que -como tantos otros contra comunicadores- sigue en la más absoluta impunidad.

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