Aunque hace tiempo que el magnate político Horacio Cartes es investigado por presuntas actividades ilícitas, con procesos que hasta ahora no arrojaron resultados concretos, esta es la primera vez que, desde la propia presidencia de la República, un jefe de Estado que es a la vez su correligionario, principal contricante -y, por momentos, dizque aliado- impulsa acciones judiciales, buscando que se produzca alguna acción penal. La intención es principalmente política: se trata de evitar a toda costa que HC vuelva a controlar el Ejecutivo desde las elecciones del 2023, imponiendo a su delfín Santi Peña. ¿Hay posibilidades de detener su arrolladora ofensiva política y económica? Es la pregunta que tratamos de responder en este artículo.
Andrés Colmán Gutiérrez
La posibilidad concreta de que el controvertido millonario Horacio Cartes —quien fuera presidente de la República del Paraguay en el periodo 2013-2018—, regrese otra vez a controlar totalmente el Poder Ejecutivo, a través de su delfín y precandidato presidencial, el ex ministro de Hacienda, Santiago Peña, genera preocupación en un importante sector de la sociedad, por considerar que el poderoso empresario constituye una amenaza para el proceso democrático, por las actitudes de poco respeto a la institucionalidad republicana que demostró durante su gobierno, así como por los presuntos nexos con actividades ilícitas (producción masiva de cigarrillos para el contrabando internacional y lavado de dinero, principalmente), investigados en diversas instancias.
A través de una osada y costosa campaña política y
mediática, Cartes busca lograr la victoria del presidenciable de su movimiento
Honor Colorado (HC). Para ello, se propone liderar personalmente la mayor
fuerza política del país, la Asociación Nacional Republicana, Partido Colorado,
postulándose él mismo como candidato a presidente del partido para las
elecciones que se harán el 18 de diciembre (donde, además de los candidatos a
las elecciones generales, también se elegirán a las autoridades partidarias).
Para intentar impedirlo, su principal contendiente,
el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, también se propone competir
él mismo por la presidencia del partido, para enfrentar a su némesis, decisión
que ya ha anunciado, pero que deberá confirmar oficialmente en las próximas
semanas. Algunos juristas creen que la posible candidatura de Marito riñe con
la Constitución, ya que no se pueden ejercer ambos cargos (presidencia del país
y presidencia de la ANR) a la vez. Sin embargo, la mayoría de los observadores
sostienen que el único que puede frenar realmente a Cartes en la carrera
electoral interna colorada es precisamente el actual jefe de Estado.
En caso de que se confirme la postulación, el round Cartes-Marito será el mayor choque de dos pesos pesados dentro del coloradismo.
El largo historial de Horacio Cartes
Nacido en Asunción, el 5 de julio de 1956, hijo de
Ramón Telmo Cartes Lind, un empresario que a inicios de los años 60 trajo al
Paraguay la representación de las avionetas Cessna, Horacio Cartes conoció
desde niño la pasión por los negocios. Cursó sus estudios primarios y
secundarios en los colegios Goethe, Internacional y Cristo Rey, mientras
aprendía el oficio de vendedor en la empresa de su padre, Aerocentro SA, y en
plena adolescencia ya asumía el gerenciamiento de la importación de repuestos
para aviones.
Esta temprana vocación empresarial lo llevó a los
Estados Unidos, donde buscó especializarse en motores de aviación, en el
Spartan School of Aeronautics, de Tulsa, Oklahoma. Además, realizó una pasantía
en la propia fábrica de aviones Cessna, en Wichita, Kansas.
A su regreso, junto a su hermana Sarah, desarrolló
una intensa labor de inversiones en varios negocios, que en poco más de dos
décadas lo posicionaría como principal directivo y accionista de actualmente
más de 70 empresas, que conforman el llamado Grupo Cartes.
Uno de los aspectos mencionados con frecuencia
sobre los orígenes de la fortuna de HC es su incursión en los negocios
financieros, en los años 80, cuando –entre otras empresas- creó la firma
Cambios Amambay, que en 1992 se convirtió en el Banco Amambay (actual BASA). El
entonces joven inversor también realizó incursiones en adquisiones de tierras,
punto en el que se lo vincula con el controvertido empresario de frontera, Fadh
Yamil Georges, actualmente preso en Brasil por narcotráfico y otras actividades
criminales.
En una serie de publicaciones realizadas en 2002
por el diario La Nación, en ese momento propiedad del también empresario
tabacalero y dirigente deportivo Osvaldo Domínguez Dibb (actualmente el diario
es del Grupo Cartes), se expusieron fotocopias de documentos, acusando a HC de
haber mantenido negocios con Fadh Yamil, de quien supuestamente adquirió seis
estancias y establecimientos agrícolas, totalizando 12.000 hectáreas en
Amambay, a cambio de deudas por préstamos realizados para campañas políticas
del hermano de Fadh, Gandhi Yamil.
El senador liberal Miguel Abdón “Tito” Saguier
recordó que Cartes fue procesado a mediados de los 80, junto con otros
empresarios, por presunta evasión de divisas, operación consistente en adquirir
divisas preferenciales del Banco Central del Paraguay, al cambio de 240
guaraníes por dólar, destinados a la importación de insumos agrícolas, pero que
volvían a ser colocadas en el mercado financiero al cambio oficial de 400
guaraníes por dólar. Fue el famoso caso conocido como “el escándalo de la
evasión de divisas” durante la dictadura del general Alfredo Stroessner, que
provocó la caída de varios jerarcas del régimen.
“Vinculada a esas operaciones estaba la casa de
cambios Humaitá, cuyo socio principal era Horacio Cartes. A él lo procesaron y
se fugó de la Justicia, se fue a Punta Porá (Brasil). Estuvo prófugo por más de
cuatro años, volvió y luego la justicia lo puso en libertad”, aseguró Saguier,
quien sostuvo que uno de los socios del empresario era el hijo del entonces
jefe de Policía del stronismo, el general Alcibíades Brítez Borges.
En posteriores investigaciones periodísticas
pudimos recabar más datos sobre el lugar en el que se refugió Cartes en Ponta
Porá, mientras era requerido por la Justicia paraguaya, y sobre los contactos
de negocios que mantuvo no solo con la familia de Fadh Yamil, sino también con
el empresario judío Morko Messer, cuyo hijo Darío Messer (de quien dijo que era
su “hermano del alma”) luego fue involucrado en el gigantesco operativo de lavado
de dinero conocido como Lava Jato en Brasil, siendo
involucrado también Horacio Cartes por la Justicia federal brasileña en el
llamado Operativo Patrao. Los datos sobre el historial fronterizo
de HC se pueden acceder en este enlace.
Cartes tuvo que esperar hasta que el régimen stronista sea derrocado, en febrero de 1989, para someterse a la Justicia. El caso por el que estuvo procesado se denominó “Acumulación de Autos en la Evasión de Divisas”, y los involucrados recibieron condenas en primera y segunda instancia, entre 1987 y 1996, ratificadas por la Corte Suprema de Justicia. Cartes pasó dos meses en prisión y resultó sobreseído en tres instancias, en la última por la Corte Suprema de Justicia, en agosto de 2000.
La sombra de los cigarrillos
Otra de las primeras inversiones de Cartes fue en
el rubro pecuario, al crear en 1996 la empresa Ganadera Sofía SA, que
actualmente es uno de los más modernos establecimientos dedicados a la
producción de carne en el país.
Pero su gran salto empresarial se dio en el rubro
de la fabricación de cigarrillos, al asociarse en 1994 con el empresario César
Cabral, adquiriendo la firma Tabacalera del Este SA (Tabesa), que opera en
Hernandarias, Alto Paraná, que finalmente quedó mayoritariamente en poder del
Grupo Cartes.
En 1996 nació Tabacos del Paraguay SA, como
distribuidora de los productos de Tabesa. En 2002 se creó la Compañía
Agrotabacalera del Paraguay SA en Choré, San Pedro, donde se promueve el
cultivo de tabaco Virginia entre unas 1.250 familias, a quienes adquiere la
producción como materia prima. El 27 de diciembre de 2007 surge la firma
Tabacos USA Inc., en los Estados Unidos, que se ocupa de exportar los
cigarrillos paraguayos al país del Norte.
Sin embargo, toda la positiva imagen de la gran
industria tabacalera se vio empañada por otras versiones, como las
investigaciones que llevó adelante el Poder Legislativo brasileño sobre
piratería y contrabando.
En el informe final de la Comisión Parlamentaria de
Investigación sobre Piratería (“CPI da Pirataría”), dada a conocer en 2004 por
el Congreso en Brasilia, se acusa que “Tabacalera del Este SA es considerada la
empresa más profesionalizada del Paraguay y sus productos tienen como destino
principal las regiones sur y sudeste del Brasil. Todos los días, incontables
cajas de cigarrillo cruzan las fronteras, siendo provenientes, en su mayor
parte, del Paraguay, sin pagar impuestos, abasteciendo a un próspero mercado
paralelo”.
El informe refiere que «sus propietarios son de la
familia paraguaya Cartes, en la que se destacan Horacio y Sarah”. Se puede
acceder a la del informe final de la CPI de la Piratería en este enlace.
Igualmente, en junio de 2012, la Justicia paraguaya
recibió vía Cancillería una demanda de la empresa tabacalera brasileña Souza
Cruz, acusando a Tabacalera del Este de inundar el mercado brasileño con
cigarrillos ilegales.
«La participación de los productos de la empresa Tabesa corresponde al 41,9% del mercado total de contrabando brasileño, y a 7,9% del mercado total de cigarrillos en el Brasil», sostiene el escrito de la demanda internacional, que se remitió al juez penal de Garantías de Hernandarias, Wilfrido Velázquez Ferreira, pero no encontró mayor seguimiento en tribunales locales.
Investigaciones periodísticas sobre el imperio Cartes
En 2009, el Consorcio Internacional de Periodistas
de Investigación (ICIJ) publicó una serie de reportajes realizados por Marina
Walker (Estados Unidos), Mabel Rehnfeldt (Paraguay), Marcelo Soares (Brasil) y
Daniel Santoro (Argentina), revelando que El Paraguay producía el 10% de todo
el cigarrillo contrabandeado en el mundo y que el 60% de ese volumen era
fabricado por Tabacalera del Este SA (Tabesa), vinculada a quien luego sería
presidente del Paraguay, el empresario Horacio Cartes (2013-2018).
Dichos reportajes los pueden leer aquí y también aquí.
En 2014, otra premiada investigación de Mauri Konig
(Gazeta do Povo, Brasil), Elvira Soto (El Tiempo, Colombia) y Ronny Rojas (La
Nación, Costa Rica) presentó a Cartes como “el Patrón del Tabaco” y aseguró que
el contrabando de cigarrillos desde el Paraguay superaba al de la marihuana y
la cocaína entre los negocios ilícitos más rentables, con un activo de 200 mil
millones de dólares al año.
Algunos de los reportajes, en idioma portugués, se pueden leer (y también ver videos) aquí. Y el tema Cartes, más concretamente, aquí.
La millonaria incursión en política
Horacio Cartes se afilió al Partido Colorado recién
el 23 de setiembre de 2009, año en que también se inscribió en el Registro
Cívico Electoral, lo cual significa que nunca antes había votado en las
elecciones del país.
El principal impedimento que encontró para su
proyecto político es que el estatuto de la ANR, en su artículo 110, establecía
que, para ser candidato a presidente y vicepresidente de la República por el
Partido Colorado, se requería contar con una antigüedad de 10 años como
afiliado. El empresario puso en marcha una amplia campaña para que se convoque
a una convención y se modifique el estatuto que impedía su candidatura.
En noviembre de 2010 fundó el Movimiento Honor
Colorado, haciendo coincidir las siglas HC con las de su propio nombre y
apellido, Horacio Cartes, a las que fue sumando a varios líderes históricos y
dirigentes de base del coloradismo.
Para el 15 de enero de 2011 se programó la
convención extraordinaria de la ANR, con fuerte oposición de algunos dirigentes
del partido, como el ex presidente Nicanor Duarte Frutos, el exvicepresidente
Luis Castiglioni y el polémico senador Juan Carlos Galaverna, quien en
principio fue el principal impulsor de la candidatura de Cartes, pero luego se
distanció y pasó a criticarlo.
La asamblea aprobó por 569 votos contra 218 la
modificación del artículo que impedía la candidatura de Cartes, exigiendo
apenas un año de militancia previa (en lugar de los 10 años exigidos
originalmente). En la convención del 21 de enero se consagró la hegemonía del
movimiento de Cartes en la ANR.
Uno de los principales críticos a la incursión de
Cartes a la ANR, el ex presidente Nicanor Duarte Frutos, declaró en esa
ocasión: “Con Horacio Cartes comienza la era de la obscenidad, de la
pornografía política, donde todos los vicios se vuelven explícitos, donde todas
las perversidades se revelan sin ninguna vergüenza”. Sin embargo, pocos
meses después, el Movimiento Progresista Colorado, liderado por Duarte Frutos,
decidió sumarse a Honor Colorado, al igual que otros grupos disidentes.
La entonces presidenta de la ANR, Lilian Samaniego,
en julio de 2012 llegó a reclamar públicamente que “el señor Horacio Cartes
tiene la responsabilidad, como precandidato del Partido Colorado, de aclarar
las dudas que existen sobre su presunta vinculación con el narcotráfico”.
Posteriormente hizo las paces con el empresario y pasó a defenderlo y a
trabajar por su candidatura.
El 9 de diciembre de 2012 se realizaron las elecciones internas coloradas, en las que el precandidato Horacio Cartes derrotó a su principal opositor, Javier Zacarías Irún, por más de 200 mil votos, convirtiéndose en el candidato oficial del partido. Tras los comicios, mantuvo reuniones con la mayoría de sus adversarios, logrando sumarlos a su campaña, buscando mantener una constante imagen de unidad interna del coloradismo, para las elecciones generales de abril de 2013, del cual resultó ganador, accediendo a la presidencia de la República.
Narcotráfico, lavado y WikiLeaks
Entre los temas recurrentes empleados contra
Horacio Cartes, se menciona con frecuencia su presunta participación en el
tráfico ilegal de drogas, aunque en este caso no se han exhibido
documentaciones que puedan sustentar la acusación.
El hecho más patente que siempre se recuerda es la
aprehensión de una avioneta con matrícula PT-EUA Seneca II Piper, por parte de
la Secretaria Nacional Antidroga (Senad), ocurrida el 29 de febrero de 2ooo, en
la estancia Nueva Esperanza, de Horacio Cartes, en la zona de Kurusu Kuatiá,
Amambay, con 20.100 kilos de cocaína y 343.850 kilos de marihuana prensada. El
empresario aseguró que no tenía nada que ver con la aeronave que aterrizó en su
establecimiento.
En octubre de 2011, ya con Cartes en plena campaña
política, la organización internacional WikiLeaks dio a conocer un cable
diplomático originado en Buenos Aires, en enero de 2010, en el que se informaba
sobre la operación “Corazón de Piedra”, de la Administración de Cumplimiento de
Leyes sobre las Drogas (DEA) y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego
(ATF), de Estados Unidos, que investigaba a una organización de tráfico de
drogas y lavado de dinero que opera en Argentina, Brasil y Paraguay.
«Empleando un acercamiento estratégico para apuntar
a los centros internacionales de control y comando de estas organizaciones
criminales basadas en la triple frontera, los agentes se concentraron en las
actividades investigativas, en un esfuerzo por llevar a cabo esta investigación
de cara a presentar a la DEA UC al designado del CPOT (objeto de observación),
Horacio Cartes», sostiene el cable diplomático, divulgado por WikiLeaks.
“Agentes se infiltraron en la empresa de lavado de
dinero de Cartes, una organización que se cree lava grandes cantidades de la
moneda estadounidense generadas a través de medios ilícitos, incluyendo la
venta de narcóticos desde la TBA (Triple Frontera) a los Estados Unidos”,
precisa en otro párrafo.
Se puede acceder a los cables divulgado por WikiLeaks en esta publicación. También aquí.
Un intento de reelección devorado por el fuego
Cuando logró cambiar los estatutos del Partido
Colorado para imponer su candidatura y llegar a la presidencia de la República
en el 2013, todos creían que el poder financiero de Horacio Cartes iba a
resultar imparable.
Lo demostró de nuevo en julio de 2015, cuando su
ahijado político Pedro Alliana le ganó la presidencia del Partido Colorado a su
contrincante, Mario Abdo Benítez. En esa oportunidad, Cartes se jactó
públicamente de que había financiado la victoria de su protegido con su propio
dinero.
Su plan era quedarse en la presidencia por otros
cinco años. Para ello, Cartes planificó un maquiavélico operativo para violar
la Constitución, con respaldo del Frente Guasú y el grupo de liberales
llanistas, forzando una enmienda para imponer la reelección (la Carta Magna no
permite la reelección presidencial “en ningún caso”), pero una fuerte oposición
ciudadana, que derivó en la violenta crisis del 31M (31 de marzo de 2017) con
la quema del edificio de Congreso y el asesinato de un joven liberal por parte
de la policía, lo obligó a renunciar a todo intento de conseguir la reelección.
La siguiente acción fue imponer a un sucesor,
eligiendo esta vez como ahijado político al entonces ministro de Hacienda,
Santiago Peña, pero su candidato perdió las elecciones internas del coloradismo
ante su contrincante, Mario Abdo Benítez. Esta vez, todo el dinero invertido en
la campaña no resultó suficiente.
Su última jugada fue presentarse como primer candidato a senador, a pesar de que la Constitución establece que todos los ex presidentes solo pueden ser senadores vitalicios, con voz, pero sin voto y sin dieta. Resultó electo, al igual que el ex presidente Nicanor Duarte Frutos, y a pesar de que la Justicia Electoral y la Corte Suprema los habilitó a ambos, sus pares legisladores no los dejaron jurar, aceptando a otros en su lugar.
La relación de amor-odio entre Cartes y Marito
Desde la llanura (por decirlo así), Cartes mantuvo
una relación de amor-odio con su correligionario y a la vez contrincante, el
presidente Marito Abdo, que en algunos momentos fue de alianza estratégica
oportunista y en otros de abierto enfrentamiento.
El instante de mayor tensión ocurrió en julio de
2019, cuando se reveló que el Gobierno había firmado con el gobierno de Brasil
un acta secreta sobre la compra de energía de la represa de Itaipú para la
ANDE, que resultaba perjudicial para el Paraguay y beneficiosa para el país
vecino. La acusación de “traición a la patria” se volvió generalizada y se
planteó iniciar un juicio político al presidente Abdo en el Congreso.
La decisión del movimiento de Horacio Cartes de
acompañar el proceso de impeachment, comunicada en la noche del 31 de julio, resultó
impactante, ya que con ello se reunían los votos necesarios para destituir al
mandatario. “¡Acepto la pelea! ¡Por un Paraguay sin mafias!”, respondió Marito
en un recordado tuit. Tras una noche de intensa negociación, el cartismo
comunicó a la mañana siguiente que no apoyaría el juicio político, salvando de
este modo al presidente. La lectura fue que, desde ese momento, Marito se
volvería un títere manejado por Cartes para responder a sus intereses.
En casi cuatro años del gobierno de Abdo Benítez, aparte
de influenciar en el presidente de la República y en áreas del Poder Ejecutivo,
Cartes fue aumentando el control y el manejo de varios estamentos del Estado
Paraguayo, incluyendo tener una mayoría colorada en la Cámara de Diputados,
controlar el Jurado de la Magistratura y principalmente la Fiscalía, en donde
su titular, la fiscala general del Estado, Sandra Quiñonez, es acusada de
responder directamente a sus intereses y de paralizar o encajonar cualquier
investigación judicial en su contra. En retribución, el cartismo la salvó
reiteradas veces de ser sometida a juicio político en el Congreso y de una
posible destitución por mal desempeño en sus funciones.
Aunque los legisladores del cartismo y el abdismo
actuaron en alianza en la mayoría de los casos en el Congreso, no faltaron las
fricciones constantes, principalmente cuando la Justicia federal brasileña
decidió procesar a Cartes por complicidad con el prófugo Darío Messer, acusado
de haber montado un gigantesco esquema de lavado de dinero en Brasil, como
parte del operativo Lava Jato. Cartes fue acusado de proteger y ocultar a
Messer en el Paraguay, de hacer negocios con él y de proveerle ayuda económica,
pero con una fuerte ofensiva de sus abogados en el vecino país logró levantar
la órdene de detención que pesaba en su contra. Sin embargo, la vinculación de
Cartes con el proceso judicial no ha desaparecido y este sería el principal
motivo de que el expresidente permanezca sin viajar fuera del país.
Las acusaciones que originalmente fueron presentadas
por los fiscales brasileños al juzgado federal de Río de Janeiro, fundamentando
el pedido de prisión contra Horacio Cartes y contra otras 19 personas por el
Operativo Patrao – Lava Jato, se pueden leer en este expediente en portugués (que incluso
se puede bajar en pdf). Llamativamente, el operativo se denomina “Patrao”
(patrón, en español) y según los propios investigadores, el patrón al que
aluden no es otro que Horacio Cartes.
Paralelamente, el Gobierno asestó varios golpes
dirigidos por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Unidad
Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando, dirigida por el ex
fiscal Emilio Fúster, contra operaciones ilícitas de embarques de cigarrillos
de Tabesa en varios puertos clandestinos en la frontera con Brasil,
principalmente en Canindeyú, ocasionando fuertes pérdidas económicas al
esquema. Lo de “puertos clandestinos” es un decir, ya que todos en la región
conocen en donde se encuentran y cómo operan, pero nunca antes eran molestados,
lo cual hace suponer que fueron acciones ordenadas por Marito, principalmente
para molestar a Cartes y demostrar que, cuando quiere le puede joder la vida,
en una evidente pulseada de poder, como en esta incautación ocurrida en mayo de 2022,
en la zona del lago de Itaipú.
Mientras tanto, Cartes ordenó una fuerte campaña de
desprestigio contra el Gobierno de Marito a través de su monopolio de medios
periodísticos (actualmente es propietario de casi una veintena de medios, entre
los que están a nombre de su grupo y los que se manejan con testaferros),
criticando y atacando principalmente a quienes no se prestaban a sus intereses.
Entre ellos, el más atacado fue el hasta hace poco
ministro del Interior, el ex fiscal anticorrupción y ex senador Arnaldo
Giuzzio, quien en enero de este año presentó ante la Secretaría de Prevención
de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) una denuncia contra HC por los
supuestos delitos de lavado de dinero, declaración falsa y enriquecimiento
ilícito.
Aunque no se admitió expresamente, era evidente que
la fuerte movida tenía el visto bueno y el respaldo del presidente Abdo
Benítez, embarcado también en truncar el posible retorno electoral de Cartes a
la presidencia a través de su delfín Santi Peña. Como una clara señal de que no
confiaba en el Ministerio Público, debido a que está controlado por Cartes,
Giuzzio llevó el expediente a otra instancia, la Seprelad.
Pocas semanas después, el 22 de febrero, Cartes contratacó con una sonada publicación en el diario La Nación, de su propiedad, en donde se demostró que Giuzzio había viajado de vacaciones al Brasil con su familia, a finales de diciembre, utilizando una lujosa camioneta blindada, que le fue prestada por Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, un presunto capo narco brasileño detenido en Brasil. El reportaje mostró fotos de Giuzzio en compañía del presunto narco, con imágenes de la camioneta utilizada y otros documentos. El escándalo hizo que el ministro del Interior se vea obligado a renunciar a su cargo ese mismo día, lo cual fue interpretado como una victoria de Cartes en su guerra político-mediática con Marito.
Los #PatrónPapers, el último dolor de cabeza
Pero la batalla no quedó allí. Ese mismo día, el
Gobierno ponía en marcha el Operativo #AultranzaPY, presentado como “la mayor
operación contra el crimen organizado y el lavado de dinero”, a cargo de la
Senad, con la colaboración de la DEA de Estados Unidos, la Europol, la
Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas de Uruguay y el
Ministerio Público. Durante la primera semana, se realizaron más de 40
allanamientos a propiedades presuntamente utilizadas para la logística de
tráfico y lavado de dinero, con el fin de ejecutar un centenar de órdenes de
allanamiento e incautación y dar cumplimiento a 43 órdenes de captura. En este
proceso se han incautado bienes por valor de más de 100 millones de dólares y
se han detenido a 24 personas acusadas de delitos como narcotráfico, asociación
para delinquir y lavado de dinero.
Si bien Horacio Cartes no apareció conectado
directamente con el operativo #AUltranzaPY, pronto se lo involucró en una
guerra más general, cuando el 29 de mayo los medios periodísticos ABC Color,
Última Hora, Telefuturo y Monumental, dieron a conocer los datos más
resaltantes de un informe oficial que la Seprelad había enviado al Ministerio
Público, revelando un complejo y enorme esquema de lavado de dinero que
involucra a las empresas del Grupo Cartes.
Aunque los medios periodísticos no dijeron de donde
habrían obtenido el documento, que tiene un carácter confidencial, resultaba
evidente que provenía de algún círculo del Poder Ejecutivo. Más aun, cuando el
propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, había anunciado días
antes, durante un discurso pronunciado en un acto político en Coronel Oviedo,
que “iban a aparecer muchas cosas” durante la campaña electoral para el 2023.
“Voy a contar una por una y nada de lo que diga va
a ser mentira, va a ser con pruebas y con papeles (…). Mi Gobierno hizo lo que
tenía que hacer y dejamos que las instituciones hagan su parte. Yo no soy la
Justicia, no soy la Fiscalía, yo soy el Poder Ejecutivo. Pero antes de terminar
mi Gobierno, si los otros estamentos no actúan, yo voy a contarle al pueblo
toda la complicidad de los otros poderes que hoy favorecen al crimen organizado
en el Paraguay”, señaló.
Al parecer, tras el envío del informe de la
Seprelad a la Fiscalía, al ver que esta no acusaba recibo y se hacía la
ñembotavy, en el círculo gubernamental decidieron destapar la olla y filtrar a
la prensa unas 43 páginas del informe Cartes, que tiene en total 161 páginas.
Allí, en los informes que los medios de prensa bautizaron #PatrónPapers, se describe
que la empresa Tabacalera del Este (Tabesa), del Grupo Cartes, comercializa
cigarrillos para el contrabando en la frontera con Brasil, Centroamérica, El
Caribe y a otros países del mundo. El dinero ingresa a través de casas de
cambio de Brasil y Paraguay, por medio de pagos recibidos y remitidos desde el
exterior a través de cuentas bancarias que operan con bancos de Estados Unidos,
de Brasil y España.
Lo más llamativo, según el informe, es que los
principales presuntos compradores de los cigarrillos de Tabesa son las propias
empresas del Grupo Cartes y sus principales directivos. Por ejemplo, se señala
que María Sarah Cartes Jara, hermana de Horacio y principal accionista del
Banco Basa, además de gerente general, socia y representante legal de varias
empresas del Grupo Cartes, habría adquirido entre 2017 y 2021 cigarrillos por
4,7 millones de dólares. ¿Será que fuma tanto esta señora?
Además, el informe señala que la Fundación Ramón T.
Cartes adquirió cigarrillos por 217.000 dólares; la empresa Cecon SAE por 2,3
millones y Unicanal Sociedad Anónima —medio televisivo del grupo del empresario
Javier Bernardes, aunque todos dicen que en realidad es de Cartes— por 266.000
dólares. Del mismo modo, realizaron compras de Tabesa la Compañía
Agrotabacalera del Paraguay SA y Agrocitrus de Paraguay, por 201.000 y 166.000
dólares, respectivamente. Y eso no es todo: se registran transferencias a
personas investigadas en casos de lavado de dinero y narcotráfico, y a 15
fallecidos entre 2002 y 2011.
Desde el Grupo Cartes, los abogados y voceros sostienen que todo es falso, que Tabesa no vendió cigarrillos, sino que otorgó préstamos a las demás empresas del grupo (lo cual también es muy llamativo e irregular), y que todo es parte de una operación política. Desde la Fiscalía confirmaron que sí recibieron el informe, pero que aun no tuvieron tiempo de revisarlo, y que lo harán oportunamente. Mientras, desde la Seprelad se confirmó que una copia del informe se ha enviado a la Justicia de Estados Unidos, porque hay empresas y personas de ese país que aparecen involucradas, aunque al parecer la principal razón es que se espera más acción del Tío Sam que de la Fiscalía y la Justicia paraguaya.
Lo que puede ocurrir en estos meses
Con todos estos antecedentes, la gran pregunta que
recorre actualmente el ámbito político es si Horacio Cartes podrá cumplir su
plan de ganar la presidencia del Partido Colorado, y de que su delfín Santi
Peña pueda ganar primero las elecciones internas y luego las generales, para
convertirse en el próximo presidente de la República.
Nadie pone en dudas que Cartes tiene mucha plata y
que invertirá todo lo que sea necesario para allanar todos los obstáculos. Su
candidato, Santi Peña, a pesar de demostrar en todo momento ser muy dócil a los
intereses de su mentor y de haber pertenecido antes al partido Liberal (algo
que sigue siendo imperdonable para muchos colorados), despierta simpatía en un
buen sector del electorado por su formación técnica en el manejo de la
economía, por su juventud, por su mentalidad moderna y su buena presencia. Pero
también queda la duda de si acaso todo el dinero que Cartes pueda invertir en
esta campaña resultará suficiente para imponer a su candidato, ante tanta
imagen negativa. Está demostrado que no lo fue en las elecciones de diciembre
de 2017, cuando Marito le ganó las internas a Santi Peña y se convirtió en el
candidato oficial del coloradismo.
También existen muchas incógnitas acerca de lo que
sucederá con esta nueva denuncia de la Seprelad ante el Ministerio Público.
Puede ser que la presión internacional (especialmente del gobierno de Estados
Unidos), sumado a cierta presión interna ciudadana y a los movimientos del
ajedrez político local, logren que la hasta ahora inmóvil y complaciente
Fiscalía paraguaya decida romper su dependencia del cartismo y acabe procesando
al hasta ahora improcesable.
Igualmente, hay muchas interrogantes sobre lo que
hará esta vez el tío Sam. Como lo demostró WikiLeaks, hace más de una década,
la DEA y la ATF tenían en la mira al Pattern (patrón, en
inglés), pero, al parecer, ante su entonces ascendente carrera hacia la
presidencia, concluyeron que el corazón no era tan de piedra y decidieron
retirar las sospechas secretas, tal como en 1989 lo hicieron con cierto general
narcotraficante que derrocó a balazos a su consuegro y nos trajo de regalo la
democracia. Pero también puede ser que esta vez se decidan a dar “una ayudita a
los amigos” y decidan sacar de la escena política a un personaje actualmente ya
incómodo para sus intereses, tal como recientemente hicieron en Honduras con
otro expresidente acusado de actividades ilícitas.
En fin, veremos qué pasa muy pronto. Mientras
tanto, el propio abogado de Horacio Cartes, Pedro Ovelar, admitió ante los
periodistas que el controvertido millonario hace rato no sale fuera del país
por consejo de sus propios asesores jurídicos. No es porque tenga miedo de que
lo detengan en cualquier aeropuerto, dice, nomás como prevención.
“Yo no le aconsejo (el viaje), porque solamente
basta que un fiscal, el Ministerio Público y un juez, acorde a lo que ellos
quieren, pueden sacar una orden de aprehensión cuando él esté aterrizando en
Miami, no hay garantías en este momento”, declaró
el abogado Pedro Ovelar.
Como está visto, patrón prevenido vale por dos.
_______
(Publicado originalmente en El
Otro País)
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