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martes, 2 de marzo de 2010

Otra vez marzo



Otra vez marzo
como una herida abierta
en el corazón de la patria.

Otra vez marzo
como una incómoda sucesión de preguntas
sin respuestas.

Un hiriente filo de cuchillo
que nos divide en dos aguas.

Una historia tan inmensa
tan trágica
tan dolorosa
tan heroica y sublime a la vez
que nos convierte a todos
en defensores o cómplices
en patriotas o idiotas útiles
pero que no nos permite el lujo de la indiferencia o la ignorancia.

Otra vez marzo
con la soledad y el silencio
en la vieja e histórica plaza.

¡Qué solos y abandonados
se han quedado nuestros héroes y mártires…!

Silencio estruendoso
poblado de los ecos multitudinarios
de aquel 1999.

Caras pintadas
banderas al viento
consignas y música en el aire.

Patria queriiiida…. somos tu esperaaaanza...¡Vienen los cascos azules…! ¡Agárrense de las manos, no se suelten…!
robusto el cueeeerpo… la frente siempre erguiiiida...
¡De aquí no se mueve nadie…!
Padre nuestro que estás en el cielo...
¡Cuidado... están disparando desde arriba!
Santa María madre de Dios...
¡Al piso, al piso... todos al piso...!
serán allaaá… nuestros pechos las muraaaallas...
¿Cuántos... cuántos muertos y heridos?
¡Hijos de putas...!
que detendraaaán…. las afrentas a tu seeeer...
¡Soy paraguayo, carajo...!

Otra vez marzo
como el mejor espejo
de nuestras grandezas y miserias.

Dos décadas no son nada
pero también una eternidad.

Dos décadas de traición.
"¡Venganza no, justicia sí...!"
¡Ja...! Ni venganza, ni justicia.
Dos décadas de farsas jurídicas.
Dos décadas de impunidad.

Dos décadas
de ver a los autoproclamados paladines de la democracia
los oportunistas que se montaron sobre el triunfo ciudadano
y la sangre de los mártires
abrazándose a los mismos asesinos
robando con premeditación y alevosía
no solo las escasas riquezas del país
sino también lo más valioso:
las últimas y mejores esperanzas
de la ciudadanía.

Otra vez marzo.

Silencio
herida
pregunta
grandeza
soledad
heroísmo
iniquidad
traición.

¡No importa…!

Dos décadas no son nada
pero también una eternidad.

Nadie apagará el eco ensordecedor de la plaza.

Nadie podrá borrar
los nombres queridos

Henry
Manfred
Víctor Hugo
José Miguel
Armando
Cristóbal
Tomás
Arnaldo


grabados a fuego
sobre una cruz de madera.

Descansen en paz, hermanos.

Es otra vez marzo
y no faltarán velas encendidas
flores
plegarias
lágrimas
canciones
sonrisas
sueños resucitados
voces nuevas
empeñadas en construir
el país que ustedes amaron tanto
tanto
tanto
hasta dar la vida.

3 comentarios:

  1. Me da piri, rabia, impotencia, enojo, furia... Fuimos usados...

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  2. Gracias Andrés! Por tenerlos siempre presente! El año pasado me agarró una profunda tristeza... ya casi nadie los recuerda, y en en el orkut, antes de las elecciones, habia yo creado un encendido debate que talvez le valió cientos o miles de votos a la APC, talvez les restó la misma cantidad al nanico... pero a los 10 años eran olvidados... el gesto, el significado profundo era una vez más, castigado al ostracismo histórico! Después de eso medio resignado ando... pero hace poco, estuve allí, de nuevo frente a las crucces, he querido encender unas velas, solo pude con los anhelos del alma... he quitado varias fotos que no podré mostrar por otras razones... pero me dejó la idea que no estan tan olvidados! Está bien cuidado el pequeño monumento de esos héroes, los verdaderos quizas ante la seudo historia que nos enseñaron de los militares! MIENTRAS haya ese lugarcitos con los nombres en esa cruz, el letrerito y los demás.. también habra también esperanza de ver velas encendidas, luces de esperanzas, de que hubo un antes y un despues... la nueva generación no se doblegará ya como antes! y si fuera necesario, talves saldremos a a gritar de nuevo: DICTADURA NUNCA MAS, bajo un concierto de ideas y banderas diferentes, bajo nuestra unica tricolor! Saludos!

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  3. Ni venganza ni justucia... solo el silencio cómplice
    como dicendo aquí no ha pasado nada...
    NO DEJEMOS QUE LAS NUEVAS GENERACIONES DESCONOZCAN LO QUE PASÓ,
    YO DESDE MI CAMPO DE BATALLA (el aula ) VOY A DAR LUCHA AL OLVIDO

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