Ah, ok.
Entiendo tu pregunta.
–"¿Por qué hay una antena de tevé
cable arriba de la choza de un damnificado por la inundación...?".
Me
aclarás, sin ánimos de ofender, que es "una
simple pregunta".
O como
lo dirías después, con un tono más ñembo académico, "una interpelación neutra y objetiva sobre la realidad".
Para
empezar te diría que no es una simple pregunta.
Mucho
menos, neutra y objetiva.
En
realidad tu observación (como probablemente la mía, en sentido contrario) está
cargada de prejuicios, de visión ideológica discriminadora.
¿Qué me
decís...?
¿Que
estas familias no tienen derecho a tener una tele y una conexión a algún
servicio de cable, solo porque viven en una zona inundable y ahora están en un
precario asentamiento de refugiados, debido a la crecida del río?
¿O
acaso el cuestionamiento es porque eso presuntamente demuestra que en realidad
no son tan pobres, y solo son avivados haciéndose pasar por pobres para no
trabajar?
¿En
serio pensás eso...?
¿Creés
que realmente alguien elegiría vivir así, en una casita de cartón como la de la
foto, si tuviera la oportunidad de algo diferente? ¿Por eso te indigna que la
humilde choza de cartón tenga arriba una antena de tevé cable...?
Fijate,
a mí eso no me indigna...
Por el
contrario, lo que sí me indigna es que esa antena de tevé cable no tenga debajo
una vivienda realmente digna, mínimamente decente, en un buen barrio
residencial, con todos los servicios básicos.
Un
lugar en donde los niños puedan jugar y reír en un jardín verde y amplio, en
vez de chapotear en el barro junto a la basura y a los desagües cloacales.
Sí,
claro... Me gustaría que en lugar de gastar en la cuota de la tevé cable y su
antenita parabólica –o en otras cosas que nosotros consideramos superfluas–,
ahorraran para invertir en un lote y una vivienda mejor.
Pero
¿será que ellos y ellas tienen esa perspectiva?
Las
veces que hablé con muchos de los bañadenses, siempre me dijeron que consideran
al Bañado su tierra, su espacio, su lugar. Y que lejos de querer marcharse, lo
que buscan es ayuda para asegurar jurídicamente la tenencia, y soluciones
técnicas para hacerlo más habitable, al igual que el resto de la ciudad.
¿Será
que no tienen derecho a soñar con eso?
¿A que
tengamos en cuenta sus sueños y les ayudemos a volverlo realidad?
Mientras
llega ese día, al menos aprendamos a convivir con mayor tolerancia.
Y a
distinguir lo que hay arriba... de lo que hay abajo.
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