Laura Riveros, presidenta de la Asociación de Intérpretes de Lengua de Señas. |
Solo 37
intérpretes de lenguas de señas están registrados en el Paraguay. No hay
escuelas donde aprender, no hay rubros para pagarles sueldos, pero son el
puente para que miles de personas sordas puedan comunicarse.
Más de
alguno se ha sorprendido al verlos, parados en un rincón del escenario de algún
acto oficial, o recortados en un pequeño recuadro de las pantallas de televisión,
gesticulando llamativamente, como si fueran actores de una película muda o
mimos de un espectáculo de teatro.
Resultan
cómicos para quien no maneja el código de su peculiar lenguaje, pero para miles
de personas que carecen del sentido auditivo, la presencia de esos hombres y
mujeres que parecen escribir con las manos en el aire, formando palabras en la
lengua de señas, son el único puente que les permite escapar de las islas de la
incomunicación
"Buscamos
ser la conexión de las personas sordas con el mundo, pero apenas podemos estar
en unos pocos lugares. La mayor parte del tiempo, estos compatriotas viven sin
poder asistir a las noticias por radio o televisión, sin poder disfrutar de una
película o de una obra de teatro, sin poder acceder siquiera a gran parte del
mundo cotidiano que les rodea", señala Laura Riveros, presidenta de
Anilspar (Asociación de Intérpretes de Lengua de Señas, Intérpretes Sordos y Guías
Intérpretes para Sordo ciegos del Paraguay).
A pesar
del largo nombre que posee la organización, su alcance es todavía reducido. En
los registros solamente existen 37 intérpretes de lengua de señas en todo el país,
2 intérpretes sordos, 1 guía intérprete para personas ciegas, que deben atender
potencialmente la necesidad de comunicación de unas 20.000 personas ciegas,
estimativamente, en todo el territorio nacional.
"En
realidad, ni siquiera podemos saber con cierta precisión cuántas personas
sordas existen en el Paraguay, porque el último censo fue un fracaso en este
rubro, la pregunta que se incluyó solo sirvió para medir cuántas personas usan
audífonos en el país", cuestiona Laura.
Sin estadísticas, sin escuelas, sin rubros.
Los
censos de 1992 y 2002 arrojaron un porcentaje de población con discapacidad
cercano al 1%, porque solo unos 55.000 paraguayos y paraguayas con discapacidad
fueron censados. Como consecuencia, la Anilspar estima que hay cerca de un millón
de paraguayos con discapacidad que no se anotaron en el censo del 2002, y que
hoy no existen en los registros.
"Los
datos oficiales no se condicen con la realidad, ya que estadísticas mundiales y
locales estiman que al menos el 15% de la población tiene algún tipo de
discapacidad. Esta falta de información adecuada, de datos estadísticos y de
investigación, impide la formulación y aplicación de políticas e inciden
negativamente en la asignación de recursos presupuestarios", asegura un
informe de la organización.
La
ausencia de estadísticas para determinar la población de personas sordas en el
país es solamente una de las muchas carencias.
Tampoco
existe una institución educativa que se encargue de la formación profesional de
la lengua de señas. Los pocos que manejan el código lo tuvieron que aprender en
forma empírica, ya sea por necesidad -porque tienen un familiar con carencia
auditiva, con la que requieren comunicarse-, o por espíritu voluntario de
servicio, como fue el caso de Laura Riveros.
"A
mí me enseñó Emilio Pineda, un gran dirigente pionero del Centro de Sordos del
Paraguay, quien además trabajó durante muchos años como dibujante del diario Última
Hora. Yo aprendí la legua de señas como voluntaria, buscando ayudar a las
personas sordas", cuenta Laura, quien a su vez sigue siendo instructora de
nuevos voluntarios y voluntarias.
Las
organizaciones de personas sordas son las que se ocupan de dictar cursos, en
forma periódica, buscando contar con más intérpretes.
En este
proceso hubo algunos avances significativos, reconoce el sicólogo Cesar Martínez,
otro de los apasionados por desarrollar la práctica de la lengua de señas en el
país. Desde el 2011, durante el Gobierno de Fernando Lugo, se inició el Centro
de Relevo del Paraguay, en la Secretaría Técnica de Planificación, que consiste
en una infraestructura montada con computadoras, y otras herramientas
comunicacionales, audiovisuales, y sobre todo, intérpretes de lengua de señas,
quienes ofrecen el servicio de ser un nexo entre la persona sorda y otra
persona con la que necesitan comunicarse.
Pero los recursos, proveídos por la embajada de Taiwán en Paraguay,
durarán solo hasta diciembre.
También
existen intérpretes de lengua distribuidos en algunas pocas instituciones públicas,
para ayudar en las gestiones a las personas sordas.
En el
Ministerio de Educación hay 2 intérpretes fijos, que prestan sus servicios en
los eventos donde participan personas sordas, y que acompañan a autoridades en
eventos oficiales.
En
instituciones privadas subvencionadas de nivel secundario hay 4 intérpretes.
Además hay 1 intérprete en la universidad pública (en la carrera de Ciencias de
la Educación), 2 en universidades privadas, 2 en servicios del Instituto de
Previsión Social, 1 en el Palacio de Justicia y la Corte Suprema de Justicia, 1
en la Fiscalía, 3 en la Secretaria Nacional por los Derechos de las Personas
con Discapacidad; 2 en la Secretaría Nacional de la Vivienda y 3 en la
Administración Nacional de Electricidad.
Rezar a
Dios sin palabra oral.
Un
detalle llamativo es que existen 4 iglesias de personas sordas en el país, que
corresponden a la Iglesia Bautista de Sordos, en donde las ceremonias
religiosas se realizan con lenguaje de señas, junto con la interpretación a voz
para los familiares y asistentes que no tienen carencia auditiva. También se
brinda el servicio en la Facultad de Teología de la Universidad Evangélica del
Paraguay, y en el templo de los Testigos de Jehová.
En los
medios de comunicación, especialmente en los canales de televisión, hubo poco
avances. Hace pocos meses atrás, el Congreso Nacional intentó a sacar una ley,
que obligaba a los medios televisivos a incluir intérpretes de lengua de señas
en sus programaciones, pero la misma fue anulada por inconstitucional.
Algunos
canales, como Telefuturo, Red Guaraní y la televisión pública Paraguay TV, son
los únicos que acostumbran incorporar a intérpretes de lenguas de señas en
algunos programas.
"Casi
todo se debe hacer en forma voluntaria. No hay rubros para pagar los servicios,
ni en las empresas privadas, ni en los organismos del Estado. Si no fuera por
el aporte solidario de representaciones como la Embajada de Taiwán, no tendríamos
recursos. No hay voluntad de las autoridades y de la clase política paraguaya
para mejorar la inclusión de las miles de personas sordas a través de la lengua
de señas. Seguimos trabajando por pasión, por puro voluntarismo", destaca
Laura Riveros.
Una
labor admirable... pero que necesita más respaldo y reconocimiento.(Reportaje elaborado para ÚLTIMAHORA.COM).
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