Esta
vez, todo fue más rápido...
El
lunes 28, un reportaje investigativo de compañeros de la sección País de Última
Hora sacaba a luz los altos precios que el Ministerio de Educación y Cultura
(MEC) iba a pagar en una licitación a proveedores de comidas y bebidas, con
precios que superaban en forma exorbitante a los del mercado.
El
caso, bautizado como "el cocido de oro" -porque el clásico cocido
negro, de agua y yerba mate, se valoraba a 40 mil guaraníes el litro- despertó
una oleada de indignación ciudadana, movilizó a los estudiantes de la FENAES en
una creativa campaña #MEComesLaEducación, y llevó a la Coordinadora de Abogados del Paraguay
a presentar una denuncia judicial contra la ministra Marta Lafuente.
Aunque
la titular del MEC insistió en una terca y soberbia defensa de que no había
ninguna irregularidad y que el monto de lo que se iba a pagar (200 millones de
guaraníes) no era grande, la percepción ciudadana era otra y se expresó en
fuerte críticas a través de los medios y las redes sociales en Internet. En el
mismo entorno gubernamental se cuestionó burlonamente los inflados precios del
MEC. Tanto que en la tarde del miércoles el propio presidente Horacio Cartes
ordenó dejar sin efecto la cuestionada licitación y la ministra Lafuente tuvo
que asumir públicamente la feroz reculada en una conferencia de prensa, ya en
horas de la noche.
Pasaron
solo tres días entre estas dos portadas de ÚH. No siempre las denuncias
periodísticas obtienen un efecto tan inmediato. Allí está otro caso emblemático,
también iniciado por este diario, sobre corrupción en el TSJE, que se dilata
mucho y no se resuelve por parte de la Justicia. Ahora la Fiscalía también
confirma que la ministra Wapenka cobró viáticos sin prestar servicios, pero
este caso no genera mucha indignación ciudadana. Probablemente porque la gente
no lo siente tan cercano, como si siente el despilfarro con los recursos para
la educación.
Una vez
más, la labor periodística, unida a la movilización ciudadana, se ven
fortalecidas con el caso del MEC y eso es bueno para este azaroso proceso de
construir ciudadanía y democracia, forzando la transparencia. Es algo que nos
redime un poco a los comunicadores de otras lamentables metidas de pata, como
la que en estos días se cuestionó mucho sobre informaciones brindadas en el
caso de abuso sexual contra una niña menor de edad.
Felicitaciones
a los colegas de la sección País de ÚH, sobre todo al periodista René González,
por este lindo trabajo. También es muy estimulante como todos los demás medios
y colegas pronto se sumaron e hicieron suyo el tema, y contribuyeron a su
efecto multiplicador. Es reconfortante ver que hemos superado positivamente la
competencia sectaria de "tal tema es de tal medio" y al parecer ya
aprendimos que los temas de interés público en realidad son de todos,
especialmente de la gente.
Es un
buen ambiente para iniciar abril, mes del periodista, en que el 26
conmemoraremos nuestro día, recordando 25 años del asesinato de Santiago
Leguizamón, crimen que -como tantos otros contra comunicadores- sigue en la más
absoluta impunidad.
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