En la
ciudad de Pedro Juan Caballero, el colega Aníbal Gómez Caballero, de Radio América
FM y Gosi Telenorte TV Cable, recibió amenazas mientras dirigía un debate político
al aire, el jueves 18 de abril. Mensajes de texto en su teléfono celular decían:
"Si a Santiago Leguizamón (le matamos), nde bomba ifacilvéta (a vos, con
una bomba será más fácil) si no te calmás".
Aníbal
inició su carrera en Radio Mburucuyá, junto a Santiago Leguizamón, el
periodista asesinado por la mafia el 26 de abril de 1991, crimen que sigue
impune. Aquella vez tuvo que mudarse a Asunción ante las amenazas. Ahora, la
guerra política previa a las elecciones lo coloca de nuevo en el ojo de la
tormenta.
El
fantasma de la censura también se hizo presente en algunos medios de comunicación.
El Canal 9 (medio privado) y la TV Pública (medio estatal) se negaron a emitir
un corto de propaganda política de la Concertación Nacional Frente Guasu, que
reproduce el audio del juicio político que destituyó al presidente Fernando
Lugo en junio de 2012.
"Paraguay
sigue siendo un país de riesgo para los periodistas, debido principalmente a la
filtración de las mafias en el medio político", advirtió esta semana la
organización internacional Reporteros sin Fronteras.
Pero aún
en medio de tensiones, censuras y amenazas, el periodismo paraguayo dio
ejemplos de coraje y vitalidad, sacando a la luz reportajes investigativos y
denuncias que involucran a los principales candidatos, como la revelación de
ABC Color sobre la banca offshore de Horacio Cartes en el paraíso fiscal de las
Islas Cook, la investigación de Última Hora sobre la lujosa finca rural que
habría comprado el presidente Federico Franco, o el gran negociado de tierras
que salpica al Gobierno, al candidato Efraín Alegre, al partido Unace y al
expresidente del Congreso, Jorge Oviedo Matto.
Gracias
a la prensa, los ciudadanos y ciudadanas hoy tienen mucha información para
decidir con mejor criterio a quien entregar el destino del Paraguay por los próximos
cinco años. Si lo hacen equivocadamente, será por su cuenta y riesgo.
Sea
quien fuere el ganador de las elecciones, el rol de la prensa debe seguir
siendo valorado y defendido por la ciudadanía. Más aún si triunfa una fuerza
política conservadora, tentada a recortar libertades públicas. Será la manera
de evitar que se echen a perder valiosas conquistas democráticas de estos años.
Es bueno recordarlo, también en vísperas del Día del Periodista, el próximo 26
de abril.
(Publicado en la columna "Al otro lado
del silencio", sección Opinión del diario Última Hora, edición del sábado 20
de abril de 2013).
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