martes, 29 de septiembre de 2015

50 años de la TV: De vocera de la dictadura al desafío digital

El fundador de la TV paraguaya, Carlos Morínigo Delgado, recibe un diploma por su tarea pionera.
El primer canal nació como empresa privada, el 29 de setiembre de 1965, apadrinado por el hijo del dictador. Hasta la caída del régimen, en 1989, no tuvo espacios para voces críticas. Con medio siglo de memoria audiovisual atesorada, hoy ofrece diversidad de propuestas con la necesidad de evolucionar al formato digital y responder mejor a los nuevos desafíos de la sociedad paraguaya.

#CrónicasDeLaMemoria

Por Andrés Colmán Gutierrez –@andrescolman

Una leyenda en el medio periodístico televisivo sostiene que fue un episodio vergonzoso, vivido por el dictador Alfredo Stroessner con su colega brasileño, Humberto Castelo Branco, en uno de los actos previos para definir la construcción de la represa de Itaipú, el que decidió la creación de la televisión paraguaya.
Según la versión, durante el encuentro había varias cámaras filmando la escena, y en un momento dado, el presidente brasileño le preguntó a Stroessner: "¿Esto saldrá en la televisión del Estado paraguayo?".
El dictador paraguayo respondió que sí, con un gesto incómodo, sin animarse a reconocer que el Paraguay no tenía aún un solo canal televisivo.
Siempre según esta versión, apenas culminada la ceremonia, se puso en contacto con un empresario amigo suyo, Carlos Morínigo Delgado, y le encargó que inicie las gestiones para montar el primer canal de televisión en el país.
Aníbal Orué Pozo, docente e investigador en temas de comunicación, destaca que la estrategia del dictador Stroessner y sus colaboradores fue crear un canal televisivo como una empresa privada, pero controlada por el régimen.
"Es importante destacar que la televisión en Paraguay no fue iniciativa de y desde el Estado; a diferencia de algunos países de América Latina, desde un inicio estuvo en manos de la empresa privada, uno de los puntales del stronismo", sostiene.
Para ello, Stroessner recurrió a la figura de Carlos Morínigo Delgado, quien en 1961 era presidente del Centro de Importadores del Paraguay, una entidad que mantenía mucho prestigio y que incluso tenía cierta pluralidad política en su comisión directiva. Morínigo Delgado era primo de Ligia Mora Delgado, la esposa del dictador.
"Es importante entender todo el proceso de constitución y emergencia de la televisión en Paraguay, como otro de los tantos momentos de sectores empresariales negociando y asociados al poder político –en este caso Stroessner– para el desarrollo y emergencia de una industria cultural en el país", destaca Orué Pozo.  

"Nadie tenía un televisor en el país"

En realidad, Morínigo Delgado llevaba años insistiéndole a Stroessner y sus colaboradores sobre la necesidad de instalar un canal de televisión en el Paraguay, pero no le hacían mucho caso, hasta que se produjo el reclamo del mandatario brasileño.
María José Morínigo, nieta del pionero empresario televisivo, recuerda que "sus amigos y parientes lo tildaban de loco, cuando él comentaba que quería traer la televisión al Paraguay".
"Obvio, en esa época nadie tenía un televisor en todo el país. Por más que traiga la TV, ¿quién lo vería? Por más que le hablen y que traten de convencerlo de que no lo haga, él igual viajó a Alemania, a Francia, a Argentina e investigó, trajo gente de allá, preparo gente acá. Hizo realidad su sueño", destaca María José.
La historia oficial sobre los inicios de la televisión paraguaya difiere un poco de la que cuentan otros investigadores. La versión del Sistema Nacional de Televisión, actual empresa que continúa a aquella pionera Canal 9 TV Cerro Corá, señala que fue una iniciativa privada, armada por un grupo  de empresarios, sin mencionar ninguna injerencia política de la dictadura stronista.
Estudio de Tele 9 Club, uno de los primeros programas de la TV paraguaya.
Arístides Ortiz, periodista e investigador, sostiene, sin embargo, que el canal se montó directamente con la intervención del hijo del dictador, el coronel Gustavo Stroessner, a quien en la práctica muchos consideraban el verdadero propietario, junto con el secretario de Stroessner, Mario Abdo Benítez, "con las fáciles exenciones fiscales y el apoyo del Estado stronista".
Otro hombre fuerte de la directiva del primer canal fue Ángel Peralta Arellano, quien fue el primer secretario de Stroessner cuando el mismo asumió el Gobierno en 1954.
"Bajo la protección de Stroessner, se constituye la empresa en el año 1963, siendo presidente de la misma, Carlos Morínigo Delgado", coincide Aníbal Orué Pozo.

Las primeras transmisiones

A las 19.00 del 29 de setiembre de 1969, Canal 9 TV Cerro Corá inició su emisión, con señal en blanco y negro, desde un precario estudio instalado en el edificio del Instituto de Previsión Social (IPS), en las calles Pettirossi y Constitución.
El primer estudio estaba ubicado en un diminuto pasillo, donde también estaban el transmisor y la antena, instalados por técnicos contratados de la Argentina, quienes formaron al personal paraguayo.
Ricardo Sanabria fue el primer presentador que irrumpió en un centenar de hogares, que habían adquirido los novedosos y enormes primeros televisores.
El primer programa, presentado por Sanabria, era el acto de inauguración del canal, al cual asistió el propio presidente Alfredo Stroessner. Enseguida se emitió el primer material grabado, un documental sobre "los beneficios que trae la televisión", narrado por el locutor Rodolfo Schaerer Peralta.
Fuera de cámaras, las primeras voces que se oyeron fueron la del propio Carlos Morínigo y de Edith Victoria Ruiz Díaz, una joven locutora que entonces tenía solo 16 años. Luego se agregaron al plantel Carmen Díaz Fares de Sanabria, Pablo R. Benítez, Vidalida Cristaldo de Delgado y Édgar Von Lucken.
Cuando comenzaron las primeras trasmisiones, que eran de 2 horas al día, la pasión del principal directivo de Canal 9, Carlos Morínigo Delgado, "era recorrer las calles de Asunción y ver que en una casa de cada barrio había un televisor y que la gente que lo tenía, -porque eran pocas familias las que en ese entonces podían tener un televisor- lo quitaban a la calle y todo ese barrio se reunía para ver esas dos horas de transmisión. A él le encantaba ver a la familia reunida. Él con eso era muy feliz", recuerda su nieta, María José Morínigo.
Siete meses después, en abril de 1966, el estudio de transmisión se amplió, mudándose del pasillo de la azotea a una sala en  el séptimo piso del edificio.
El canal producía un noticiero de cinco minutos diarios, donde solo se leían noticias ante cámaras, hasta que se agregaron dos producciones que se volverían legendarias: Sucesos Paraguayos, realizado por Prisciliano Sandoval, y Paraguay al día, de Alfredo Lacasa Arellano, que incluían reportes filmados en celuloide súper 8, principalmente de actos oficiales.

Bat Masterson, Los Acuanautas, Lassie y Los Picapiedra, fueron algunas de las primeras series extranjeras, que pronto despertaron la pasión de los televidentes.
Entre los primeros programas nacionales se destacó el Tele Nueve Club, dedicado a los niños, con la conducción de Edith Victoria.
El Show de Jacinto Herrera con el popular actor que triunfaba en Argentina; los Jueves de Gala con Mercedes Jané y Mario Prono; Buscando la letra con Carmen Maida y Rodolfo Schaerer Peralta, fueron algunos de los programas más populares. Posteriormente se iniciaría el noticiero nocturno Hora 20, conducido por Héctor Velázquez y Susana Ibáñez Rojas.
En 1966 se transmitió la primera "telenovela en  vivo", en realidad una obra de teatro televisada,Una noche en familia, con Mario Prono, Mercedes y Stella Marys Jané y Luis D'Oliveira, quien entonces tenía solo doce años de edad.
En 1978, se realizan las primeras transmisiones de imagen en color con los partidos del Mundial de Fútbol de la Argentina, época en que se inaugura la Estación Terrena de la Antelco, en Areguá, que permite recibir las primeras emisiones vía satélite.
Posteriormente, el canal fue instalando dos repetidoras en el interior de país: Canal 7 en Encarnación, Itapúa, y Canal 8 en Presidente Franco, Alto Paraná, que emitían  la señal de Asunción, aunque en algunos momentos producían programas locales propios.

La apropiación de un terreno público

"En 1973, previo visto bueno de Gustavo Stroessner, Morínigo Delgado se apropió de alrededor de 130 metros cuadrados del predio del parque Carlos Antonio López, en el barrio Sajonia, para asentar la nueva sede de Canal 9", sostiene Arístides Ortiz.
El investigador apunta que el empresario pionero de la televisión paraguaya "no necesitó pedir permiso a las autoridades municipales, ni firmar papeles de compraventa, ni registrar el título de la propiedad ante escribanía. Sencillamente, empezó a construir la sede del canal, que es el lugar donde funciona hasta hoy".
Durante todo este tiempo de funcionamiento, según Ortiz, el canal recibía periódicamente las visitas de Gustavo Stroessner y del secretario de la presidencia, Mario Abdo Benítez.
"Los primeros trabajadores del canal recuerdan las recorridas de don Mario Abdo por las instalaciones del medio, sus precisas instrucciones periodísticas, y sus órdenes políticas, igual que las de Gustavo. Cuentan que una vez don Mario instruyó personalmente a uno de los presentadores para que dé el tono y el ritmo apropiados a las lecturas informativas diarias", destaca Ortiz.

La imagen que enmascaraba la realidad

Durante gran parte de las primeras décadas de la televisión paraguaya, el férreo control sobre su contenido, establecido por la dictadura stronista, no permitió ninguna apertura de voces críticas, como sí existían y se iban  instalando paulatinamente en algunas radioemisoras y, principalmente, en los más importantes órganos de prensa escrita.
"Desde aquel año de inauguración hasta 1989 pasaron 24 años en los que el Canal 9 se mantuvo sirviendo al Gobierno dictatorial y a sus dueños económicos, que obtenían réditos importantes. Años durante los cuales construyó los inicios de la historia televisiva y audiovisual de este país, ocultó los crímenes de la dictadura y atacó a sus opositores", apunta Arístides Ortiz.
El 11 de febrero de 1981, la historia de la televisión paraguaya tuvo otro momento importante, cuando el empresario Nicolás Bo Parodi inauguró Teledifusora Paraguaya S.A, Canal 13, el segundo canal de aire instalado en el país.
Nicolás Bo era considerado un cercano e incluso socio comercial de la familia Stroessner y el nuevo canal también mantuvo una línea editorial muy oficialista, como medio propagandístico afín al régimen.
"Un punto importante y que merece un estudio separado es el siguiente: la empresa TV Canal 9, Cerro Corá, fue líder indiscutible de audiencia hasta la caída de la dictadura en febrero de 1989. La segunda empresa de televisión surge en Paraguay, en 1981, de manos del empresario Nicolás Bo, también perteneciente al entorno de Stroessner. Sin embargo, esta empresa, Teledifusoras Paraguayas, no consiguió destronar a la primera, Canal 9, del sitial de preferencia con la audiencia", destaca Aníbal Orué Pozo.

Golpe de Estado, también en la televisión

Tras el derrocamiento de la dictadura stronista con el golpe militar encabezado por el general Andrés Rodríguez, el 3 de febrero de 1989, el panorama de la televisión paraguaya cambió radicalmente.
En la propiedad y conducción de la televisora pionera del barrio Sajonia, Canal 9 TV Cerro Corá, también hubo un golpe de Estado.
Así lo relata Arístides Ortiz: "Dicen que dos o tres días después de la caída de Stroessner, apareció en las oficinas del canal Alcides Riveros, entonces próspero empresario importador y actual propietario de Radio 1 de Marzo, quien fungió por unos cuantos meses como administrador".
"Luego aterrizaron al medio con todas las pompas Mirtha y Gustavo Saba, hija y yerno respectivamente del nuevo presidente, Andrés Rodríguez. El antiguo dueño (Morínigo Delgado) seguía yendo al canal, pero cada vez en forma más esporádica. Hasta que dejó de ir. Nadie sabe qué paso con su condición de accionista mayoritario del canal. Simplemente desapareció. En 1991, para sacarse de encima el polvo levantado por los demás medios de comunicación, Mirtha y Gustavo Saba declararon públicamente que ellos habían comprado la mayoría de las acciones que pertenecían a Morínigo Delgado, que todo era legal", destaca.
Unos 7 años después de aquel desembarco de los nuevos dueños, los vientos políticos dejaron de favorecerlos.
"Durante las  internas coloradas para la elección del candidato presidencial de la ANR realizadas en 1998, los Saba apostaron fuerte por la candidatura de Luis María Argaña. La victoria de Lino Oviedo les dejó en una difícil situación y más aun cuando Oviedo, mediante terceros, les avisó que debían ir despidiéndose del canal cuya propiedad obtuvieron sin mucho esfuerzo. Sabiendo que Oviedo hablaba en serio, para 1999 vendían el canal al actual propietario, el mexicano Ángel El Fantasma González", relata Ortiz.
La misma historia la cuenta de este modo Aníbal Orué Pozo:  "En 1989, sectores estrechamente ligados al golpe que derrocó a Stroessner se 'apropian' del Canal 9 TV Cerro Corá, transformándolo en Sistema Nacional de Televisión, SNT. Pocos años más tarde, y ante la imposibilidad de continuar sustentando económicamente a la empresa  -también algunos apoyos políticos lo abandonan- este canal es nuevamente vendido, ahora al empresario mexicano-norteamericano, Ángel González, dueño de una red de emisoras de radio y televisión en América Latina".

Otros canales, nuevos desafíos

Con el inicio de la transición democrática, surgieron nuevos canales de televisión de transmisión por aire.
El 11 de noviembre de 1997, el Grupo Vierci inauguró el Canal 4, Telefuturo, que paulatinamente fue ganando una posición de liderazgo, a través de su alianza con otros canales internacionales, como la mexicana Televisa.
El 1 de julio de 2002 nacía Canal 2, Tevedos, inicialmente relacionada con la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosa (Capeco) y teniendo como principal accionista al empresario José Luis Manzoni Wasmosy, primo de quien fue presidente de la República, Juan Carlos Wasmosy, y a cuyo Gobierno sirvió en su momento como sostén propagandístico.
Luego, con varias dificultades económicas, debió cerrar por un tiempo sus emisiones, para regresar con el nombre de Red Guaraní, en 2002, esta vez liderado por el empresario y político Danny Espínola Durand, que le dio un fuerte impulso a la producción de programas nacionales, aunque la propiedad se mantenía en manos de Manzoni Wasmosy.
En 2003, el Canal 2 tuvo un nuevo giro, cuando los propietarios aceptaron la propuesta de que sea administrado por un grupo religioso, la Iglesia Evangélica Menonita, que le dio un cariz de "canal de la familia", con noticias principalmente positivas y realizaciones que no contuvieran violencia ni sensacionalismo.
En 2014, los propietarios del Canal 2 rescindieron el contrato con la Iglesia Menonita y establecieron una nueva administración, con participación del Grupo Vierci (propietaria de Telefuturo y La Tele).
En el 2005 se sumó el Canal 5, Paravisión, actualmente propiedad de la misma empresa que maneja Canal 9 SNT, como las dos antiguas repetidoras, los canales 7 y 8, que se convirtieron en canales nacionales de aire (Paraná TV y Sur) del interior del país, a través de una polémica medida otorgada en 2013 por el Gobierno de Federico Franco, al modificar una legislación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL). En la misma época, un canal de cable de Encarnación, MásTV, se convirtió en canal regional de aire.
En setiembre de 2008 empezó a operar Canal 11 La Tele, segundo canal de aire del grupo Vierci.
En mayo de 2011, durante el gobierno de Fernando Lugo, empezó a operar el primer canal estatal paraguayo, en principio denominado TV Pública y actualmente Paraguay TV. Es el primero en emitir una señal de alta frecuencia (calidad HD) en formato digital, además de su señal análoga, pero ha sufrido muchos embates políticos con los sucesivos cambios de Gobierno, lo cual limita su crecimiento y audiencia.

Este 29 de setiembre, la televisión paraguaya cumple 50 años de historia, con luces y sombras, con cuestionamientos y valoraciones positivas, con un rico historial de imágenes y coberturas de este medio siglo de la historia nacional, enfrentado al desafío de seguir cambiando y desarrollándose ante los desafíos de una nueva época de imagen digital y transmisiones on line, que exigen no solamente perfeccionar el acceso a la tecnología, sino, principalmente, responder a los desafíos de una nueva audiencia. Esta audiencia depende cada vez menos de los contenidos de sus programadores, y decide libremente qué programas o emisiones ver, en qué horarios y, si no le gustan, simplemente, establece sus propios contenidos alternativos a través de las redes sociales o de las nuevas ofertas en internet.

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