Ni el Poder Judicial se
salva de los ladrones. En Caaguazú, la Dama de la Justicia debe guardar sus
elementos tras haber sido despojada. En Luque y Encarnación también hubo robos.
Andrés Colmán Gutiérrez -
@andrescolman
Si
usted pasa uno de estos días frente al coqueto Palacio de Justicia de la ciudad
de Caaguazú, en la esquina de las calles Carlos Antonio López y Coronel Manuel
Godoy, podrá ver a la clásica estatua de la Dama de la Justicia montando
guardia.
Si
acaso su visita se registra en días feriados o en horas no laborales, advertirá
un detalle pintoresco: La mitológica mujer no lleva consigo ni la espada ni la
balanza, los símbolos universales de su autoridad y de su necesario equilibrio
al impartir sentencias.
De este
modo, la pose de sostener apenas el aire con la mano izquierda o de apoyarse en
el vacío con la mano derecha, lejos de infundir respeto, mueve a risas.
–¿Qué
pasó con la espada y la balanza? –le preguntamos a Don Julio, el solícito
vendedor de frutas que se aproxima a ofrecernos sus doradas mandarinas.
–¡O ñe
monda pa ko! –responde, en su expresivo guaraní–. Unos motochorros le robaron.
Ya te podés imaginar, si a la propia Justicia le roban todos sus elementos…
¿qué seguridad podemos tener nosotros, los humildes ciudadanos?
RECUPERADO. Lo
llamativo es que si usted pasa por el lugar en horas laborales, de 7.00 a
13.00, de lunes a viernes, la estatua de la Justicia si exhibe una reluciente
espada y una balanza de color plateado, pero apenas llega la hora de cerrar las
oficinas y los despachos judiciales, dos guardias de seguridad se aproximan al
lugar, sacan los elementos distintivos y los llevan a guardar en un estante con
llave en el interior del edificio hasta la jornada siguiente.
“Es
cierto, la espada y la balanza de la Justicia fueron robados en una ocasión,
pero la policía logró recuperarlas. Desde entonces, se decidió que dichos
elementos sean guardados en un lugar seguro mientras no hay actividad laboral
en el Palacio, por temor a que los ladrones vuelvan a sustraerlos”, explica el
abogado Fulgen Torres Godoy, vicepresidente del Colegio de Abogados de
Caaguazú.
El robo
se produjo hace un par de años, en horas de la noche. La señora Justicia –a la
que muchos identifican como la diosa griega Astrea, pero en realidad es la
representación de su madre, la diosa Themis– simplemente amaneció sin espada y
sin balanza. El episodio despertó todo tipo de burlas y hasta memes en las
redes sociales en internet: “En el Paraguay ni siquiera la Justicia puede
protegerse a sí misma”.
Para
escapar del bochorno, la Policía local desplegó un fuerte operativo de
búsqueda, logró identificar a los ladrones y capturarlos. La jueza María
Ignacia Franco estuvo a cargo del proceso. “Varios jóvenes resultaron imputados
por el delito de hurto y sustracción”, confirma el abogado Torres Godoy.
Intentamos conocer más detalles del hurto, pero en el archivo del Palacio de
Justicia caaguaceño nos dijeron que, lamentablemente, el expediente fue
extraviado.
MÁS ROBOS. El
caso del robo en Caaguazú no ha sido el único. Un primer hecho similar conocido
sucedió en la ciudad de Luque, en diciembre de 2016, cuando otra estatua de la
Dama de la Justicia, la que se encuentra frente a la sede del Juzgado de
Primera Instancia también amaneció sin su espada y su balanza. Los autores del
robo luqueño no pudieron ser individualizados y la señora Justicia se quedó con
las manos en el aire durante un largo tiempo, hasta que le pudieron comprar de
nuevo sus herramientas.
En
Encarnación ocurrió un episodio aún más pintoresco. Una noche del 2017, varios
ladrones descendieron de un auto y le robaron la espada y la balanza no solo a
la estatua más nueva que está en frente del Palacio de Justicia, sino también a
otra más viejita, que se encuentra en la parte de atrás.
Lo
llamativo es que nadie se dio cuenta del robo, hasta que un ciudadano le
preguntó a uno de los guardias el edificio: “¿Qué pasó con la estatua y con la
balanza de la Diosa Astrea?”. El guardia salió a mirar y comprobó la
sustracción. Revisaron las filmaciones de las cámaras de seguridad de semanas
anteriores, hasta encontrar la escena de los ladrones. Lamentablemente no se
registraron con claridad los rostros ni la chapa del auto ni otros detalles
para identificarlos.
Recién
un año después, en octubre de 2018, el caso se divulgó en un reportaje del
medio digital Itapúa en Noticias. Las estatuas seguían sin espadas y sin
balanzas. Marisol Ferreira, funcionaria del Poder Judicial explicó que debido
al costo, los elementos no se podían comprar de caja chica, por lo que había
que prever una disponibilidad presupuestaria en los rubros de mantenimiento del
edificio. “Cuando las intentábamos comprar, el rubro ya se había gastado todo y
seguimos sin que nuestra Diosa Astrea tenga su espada y su balanza”, explicó.
SÍMBOLO. Probablemente nada
resulta tan simbólico para la inseguridad ciudadana que ni la propia Dama de la
Justicia esté a salvo de que le roben las herramientas que deben garantizar una
justicia justa.
Por
disposición de la Corte Suprema, todas las sedes importantes del Poder Judicial
deben tener una estatua de “Astrea, la Diosa de la Justicia”, pero basta
indagar en los sitios especializados sobre mitología griega para percibir que
la mujer con túnica al cuerpo, ojos vendados (imparcialidad), balanza (ecuanimidad)
y espada (autoridad) no es Astrea, sino su madre Themis, hija de Urano (cielo)
y Gaia (tierra). Themis es la Diosa de la Justicia y Astrea es su hija, con
quien comparte la responsabilidad de proteger a los jueces y los magistrados,
pero a Astrea se la representa originalmente como un ángel con alas en la
espalda y una antorcha en la mano.
Probablemente
en este equívoco esté la explicación de muchos defectos de la Justicia
paraguaya.
En Caaguazú - Fotos: Desirée Esquivel. |
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