viernes, 15 de enero de 2010

A la sombra de una mariposa


No es la teknicolor de Fito, ni la de la estirpe de aladas criaturas amarillas a las que Gabo dio poderes para anunciar la llegada del coronel Buendía. Tampoco las que “ayer solo fueron humo” en la voz de Silvio Rodríguez. Esta es una panambi más folklórica y telúrica, soñada desde los versos del romántico poeta guaireño Manuel Ortiz Guerrero para luego volverse guarania en los acordes del gran José Asunción. Ahora es figura de postal turística, un poco deteriorada y decadente, a orillas de la laguna Ycuá Pyta, en la siempre subyugante Villarrica del Espíritu Santo. Pero aun así y todo dan ganas de tumbarse allí, al lado de la estatua de Manú, echarse el sombrero sobre la cara y dejar que las alas brillantes y coloridas cobijen tus sueños de un tiempo mejor. Nde pepo kuarahy’ame tamo ra’ê a ñe ñoty…

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