domingo, 27 de enero de 2013

La kuriju que devoró al diario El País

  













  

















Quién diría que le iba a ocurrir a El País de Madrid, considerado el diario más importante de habla hispana, que jugó un rol clave en la transición democrática española y se convir tió en símbolo del periodismo internacional de calidad. Pero llegó la crisis y junto al cuestionado reciente despido de unos 129 periodistas, aparentemente también mandaron al diablo el profesionalismo y la ética.
La fotografía publicada en la portada de la edición impresa del jueves y en el sitio web de El País, que mostraba a un supuesto Hugo Chávez, presidente de Venezuela, intubado y con tratamiento médico, fue una de las metidas de pata más escandalosas del periodismo mundial.
En pocos minutos se reveló que la foto era falsa, ya que fue capturada de un video alojado en YouTube desde 2008, que muestra en realidad a otra persona siendo sometida a una operación de acromegalia, con rasgos parecidos a los del mandatario.
El País cometió varias faltas. La primera, de elemental rigor periodístico, es que no verificó la autenticidad del material, antes de su publicación. El diario intentó justificar con el presunto "secretismo" que rodea a la salud de Chávez, pero no es excusa: si no se confirma la autenticidad, no se publica.
La segunda falta es ética: aunque se hubiera comprobado que la foto es verdadera, tampoco debería publicarse, pues constituye una invasión a la intimidad de una persona, en un momento vulnerable.
Lo ocurrido es preocupante, pero a la vez es una oportunidad privilegiada para debatir el modelo de comunicación social que está surgiendo con la crisis planteada por la era digital.
La estrepitosa caída de las ventas de ejemplares impresos y de anuncios publicitarios no puede conducir a sacrificar un estilo de periodismo profesional, ético y responsable, para imponer un modelo de sensacionalismo morboso y barato, donde todo vale con tal de atraer a lectores y usuarios. Se puede quizás perder millones en dinero, hasta encontrar un nuevo modelo de periodismo de calidad que sea sustentable. Pero la pérdida de la credibilidad y la confianza del público no tiene retorno.
En Paraguay tuvimos una crisis parecida en febrero de 2007, cuando casi todos los medios publicaron el relato sin confirmar de una mujer, quien aseguraba que una boa kuriju había devorado a su marido, en el Chaco, hecho que luego resultó escandalosamente falso. Quiero creer que los periodistas paraguayos aprendimos aquella lección, mientras ahora vemos cómo la kuriju cruzó el océano y devoró la mejor leyenda del periodismo español. 

(Publicado en la columna "Al otro lado del silencio", sección Opinión del diario Última Hora, edición del sábado 26 de enero de 2013).

viernes, 25 de enero de 2013

Los programas de verano en el país del vyrorei



Hace ya varios años atrás publiqué este artículo en ÚH. Lo rescato ahora desde el arcón de los recuerdos, para alimentar el blog. ¿Ustedes creen que hubo algún cambio sustancial entre lo que se describe aquí, y lo que ocurre actualmente, sobre todo en la televisión?

Ese Paraguay fashion, despreocupado y divertido, que difunden con tanto entusiasmo los conductores y conductoras de los programas de verano en la televisión, que transmiten a cada rato en algunas radios efe eme, o que reflejan con tanto colorido las páginas sociales de diarios y revistas... ¿en dónde demonios queda?
Debe ser el paraíso terrenal, ni más ni menos. Porque allí se los ve a todos muy felices y sonrientes, muy tiernos y bronceados, muy atléticos y esculturales, muy relajados y ganadores (winner totales, bolúo), como si ellos y ellas conocieran el secreto de la felicidad que al resto de los mortales se nos escapa.
O como si ellos y ellas no supieran absolutamente nada de este otro Paraguay de verano en crisis. De niños indígenas mendigando junto a un semáforo. De familias enteras revisando tachos de basura para encontrar algo que les permita subsistir. De hospitales públicos abandonados y vacíos. De trabajadores de salud reprimidos por exigir más presupuesto. De nostálgicos gorilas autoritarios que vuelven con impunidad a las calles para agredir cobardemente a un anciano defensor de los derechos humanos, como el profesor Luis Alfonso Resck.
¡Ah no...! En los deslumbrantes espacios que inundan las pantallas, el dial y las páginas, las preocupaciones más trascendentes –según las sesudas preguntas que los reporteros y reporteras de verano formulan a sus entrevistados–, no tienen nada que ver con la suba del costo de vida, el crimen ecológico en el río Tebicuary, o el alevoso despilfarro de recursos del Estado en las internas coloradas.
¡Nooo, por favor...! ¿Para qué preocuparse por esas trivialidades, cuando hay cosas más importantes que preguntarle a la gente? Por ejemplo: ¿Cuánto medís de cola? ¿Te pondrías silicona en las tetas? ¿Cuál es tu marca preferida de bronceador? ¿Cuánta cerveza sos capaz de beber en una noche? ¿Cuáles son las tres cosas que no deben faltar en una fiesta divertida?
¡Qué maravilla...! ¡Qué derroche de periodismo inteligente, creativo y comprometido con la realidad del país!
¿Dónde está ese país fashion que brilla en la tele casi todo el tiempo? ¿Cómo se llega a esas espectaculares playas y balnearios de tanto ruido y glamour, de top infartantes y péndex musculosos, de premios y concursos inacabables, de ríos de cerveza y fiestas que duran hasta el amanecer?
Debe quedar lejos, muy lejos, en alguna realidad alternativa. Porque si uno se fija en los últimos informes de la Senasa y la Seam, todas esas playas y esos balnearios que sirven de escenario a los programas televisivos y radiales, o a las producciones fotográficas, se encuentran absoluta y totalmente... ¡contaminados! Es decir, las aguas no son aptas para el baño, ni para el uso de la población, por contener un alto porcentaje de coliformes fecales (vulgo: caca), y constituyen un grave peligro para la salud pública.
¿No lo saben acaso los fashion que concurren a esas playas? ¿Por qué no dicen nada sobre el tema los conductores y conductoras de los programas de verano? ¿O es que acaso ellos tienen la vacuna contra la polución ambiental?
De todos modos, da gusto oír y ver esos programas con tanta "buena onda", porque nos hablan de otro país posible, el país sin problemas al que algunas vez todos quisiéramos llegar.
Por favor, chicos y chicas, estimados colegas comunicadores y comunicadoras superstars de los programas de verano en el país del vyrorei... ¿podrían hacer el favor de mostrarnos el camino?


miércoles, 9 de enero de 2013

Chávez y Paraguay: Historia de una relación conflictiva



No fue Fernando Lugo quien introdujo al líder bolivariano en la política paraguaya, sino su antecesor colorado, Nicanor Duarte Frutos, desde la otra vereda ideológica, dejando una millonaria deuda de Petropar a PDVSA.

#CrónicasDeLaMemoria

Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman



Fiel a su estilo, la primera vez que el comandante Hugo Chávez Frías llegó al Paraguay, lo hizo protagonizando un llamativo show. Su avión aterrizó en el Aeropuerto Silvio Pettirossi alrededor de las 6 de la mañana del jueves 14 de agosto de 2003, pocos minutos después del avión del comandante cubano Fidel Castro, quien también llegaba por primera vez al país.
Al ingresar al salón VIP donde lo aguardaban las autoridades paraguayas, Chávez sintió que alguien le apareció de golpe desde atrás, para susto de sus guardaespaldas. Antes de que pudiera darse vuelta, escuchó el conocido vozarrón: "¡Buuuh...! ¡Con que aquí estás, bandido!".
No era otro que su mentor político, el anciano comandante Fidel, jugándole bromas cual niño travieso. Chávez no se quedó atrás y le retrucó con otra broma. Las risas estruendosas de ambos rompieron el cuidado protocolo de recepción a los jefes de Estado y autoridades extranjeras que llegaban para la ceremonia de asunción del nuevo mandatario paraguayo, Nicanor Duarte Frutos.
A muchos corresponsales de prensa y analistas internacionales sorprendió que un candidato electo por el Partido Colorado -considerado de derecha, con casi 60 años en el poder, de los cuales había sostenido durante 35 años a la dictadura del general Alfredo Stroessner, para quien los comunistas y socialistas eran sus más acérrimos enemigos-, invitara a los más polémicos líderes de la izquierda latinoamericana.
Pero Nicanor, en su discurso, había sabido combinar elementos de las ideologías más diversas, y en aquella oportunidad, se lució confraternizando con Chávez y Fidel como si fueran camaradas de toda la vida, para bochorno de muchos dirigentes de la izquierda local.

Con la mira en el Mercosur
Histriónico y mediático, Chávez acaparó los medios de comunicación paraguayos, dando extensas entrevistas, especialmente a los canales televisivos. En medio de cada reportaje extraía un pequeño ejemplar de bolsillo de la Constitución venezolana y lo regalaba al periodista. A Nicanor le regaló una réplica de la espada del prócer libertador Simón Bolívar, pidiéndole que lo use "para combatir a la corrupción".
Pero un "regalo" menos simbólico llegaría años más tarde, en julio de 2006, con la firma en Caracas de un convenio entre Chávez y Nicanor, que inició la provisión de petróleo venezolano al Paraguay, en un promedio de 18.600 barriles diarios de "crudo, productos refinados o gas licuado". Paraguay debía recibir el crudo y sus derivados en condiciones de pago ventajosas, por un monto anual cercano a los 90 millones de dólares.
El manejo de la compra del petróleo tuvo sus bemoles y la petrolera estatal paraguaya Petropar terminó acumulando una millonaria deuda con su par venezolana PDVSA, que asciende a unos 264 millones de dólares, según un último informe. La legitimidad de la deuda es cuestionada por sectores políticos y periodísticos.
Pero el verdadero trasfondo del coqueteo político se empezó a desarrollar mucho antes, cuando el 4 de julio de 2006 se firmó en Caracas el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur, con la intención de que el país caribeño ingrese como miembro pleno al mercado común regional.
A pesar de las aparentes diferencias ideológicas, el colorado Nicanor fue el principal abanderado de la inclusión de Venezuela al Mercosur, causa que desde el principio encontró fuerte resistencia en la mayoría de legisladores del Parlamento paraguayo.
La relación de Duarte Frutos con Chávez no solo se midió por el discurso o los convenios político-económicos, sino incluso por la imitación del look en la vestimenta: en julio de 2004, durante un acto político en San Pedro del Ycuamandyyu, Nicanor sorprendió luciendo una chaqueta militar y una boina similar a las que el comandante venezolano acostumbra usar.
Años más tarde, su sucesor, Fernando Lugo, también se luciría con otra boina parecida.

Historia con final abierto
El 15 de agosto de 2008, Chávez regresó al Paraguay para celebrar con indisimulada alegría la asunción de un nuevo mandatario, en este caso ideológicamente más cercano a su proyecto bolivariano.
Esta vez, su presencia tuvo picos de show mediático inolvidables. Durante un festival en el Palacio de López, Chavez y Lugo subieron al escenario a cantar, junto al músico Rolando Chaparro y al exmonje y guardaespaldas presidencial, Marcial Congo, la canción contestataria "Todo cambia". Las imágenes de ambos mandatarios desentonando a viva voz recorrieron el mundo y se convirtieron en un ícono político.
Las esperanzas de Chávez eran de que Lugo pueda obtener lo que Nicanor no pudo: la aprobación del Congreso paraguayo al ingreso de Venezuela al Mercosur, el único obstáculo que permanecía insalvable desde 2006, ya que todos los demás países miembros (Argentina, Brasil y Uruguay) habían dado su acuerdo.
Los cuestionamientos de la mayoría de los legisladores paraguayos eran principalmente de tipo ideológico, y se profundizaron durante el Gobierno de Lugo, al levantarse la sospecha sobre un supuesto plan de sectores de izquierda de arrastrar al Paraguay hacia el mismo modelo político del Socialismo del Siglo XXI, campaña a la que se sumaron los propios liberales aliados a Lugo, incluyendo a su entonces vicepresidente, Federico Franco.
Esta presunta amenaza se sumó a las argumentaciones que provocaron la destitución de Lugo, tras un juicio político parlamentario, el 22 de junio de 2012. Crisis que motivó la suspensión del Paraguay en el Mercosur y fue aprovechada por los demás países miembros para aprobar la inclusión de Venezuela.
Hoy Nicanor y Lugo ya no están en el poder, y Chávez aparece ensombrecido por los mil rumores sobre su enfermedad terminal. Paraguay sigue suspendido del Mercosur, mientras Venezuela ocupa su lugar. La historia de esta conflictiva relación permanece con final abierto.

(Publicado en Ultimahora.Com, el miércoles 9 de enero de 2013).

martes, 8 de enero de 2013

¡Ere eréa, baby...! (A propósito del guarani en crisis)



(Ahora que de nuevo se habla de la crisis del idioma guaraní, a raíz de los datos preliminares del censo, que revelan que hay un 10% menos de guaraní hablantes con respecto al censo anterior, rescato este artículo publicado en ÚH hace ya varios años, que en su momento provocó un buen nivel de polémica e hizo que muchos estudiantes secundarios lleguen hasta el diario a buscar una copia, porque entonces no existía todavía la edición digital. De alguna manera, lo que plantea el texto sigue plenamente vigente...)

Siempre me divierte escuchar a los "guaraniólogos" o locutores ñembo expertos en guaraní informar en sus programas de radio y televisión qué hora es:
—Ko'ágã ha'e poteî aravo ha poapy aravo'i.
Suena muy lindo, ¿verdad?  
Muy dulce. Muy exótico. Muy folclórico. Muy nacionalista.
Pero... ¿se entiende?
Estoy seguro de que, aparte de los "guaraniólogos" ñembo expertos, son pocos los que han de darse por enterados enseguida de que poteî aravo ha poapy aravo'i quiere decir, en realidad, que son las seis y ocho minutos.
Pero, claro... ellos están hablando en el guaraní puro teete. ¿Qué importa si la gente no entiende?
Hagamos una prueba muy sencilla.
Vayamos al rincón más alejado de la campiña y encaremos al campesino más campesino de este Paraguay profundo y preguntémosle en su cotidiano guaraní:
 —¿Mba'e hora piko re guereko?
 ¿Ustedes creen que el tipo va a mirar su reloj y nos va a contestar:
  -Ko'ágã ha'e poteî aravo ha poapy aravo'i?
  Lo dudo mucho.
  Lo más probable es que el tipo nos salga con un sencillo y tajante:
  —La séi y ocho.

(En realidad, si de verdad queremos ser puristas, lo correcto sería preguntar: ¿Mba'e aravo re guereko?, pero lo más probable es que el tipo nos mire con cara de despistado total.)
Todo esto viene a colación del interesante comentario que se originó esta semana, durante el lanzamiento del libro Ñe'êpoty apesã, de Lino Trinidad Sanabria, cuando en una situación bastante inusual, y no menos pintoresca, el presentador oficial del libro, Tadeo Zarratea, se dispuso a bajarle la caña al autor al cual estaba presentando, y por añadidura a todos los "puristas" del guaraní.
Si me permiten, quisiera reproducir parte de lo dicho por Zarratea: "Jajehejána aipo purésa jehekágui. Upévako ndaipóri mba'eveichagua ñe'ême. Anivémana jaiko ñaporombo'e aipo guarani akadémiko rérape pe ñe'ê artifisial mba'eveichagua ava oñe'ê'ÿva ha oikuaa'ÿva (Dejémonos de buscar lo que se da en llamar pureza, que no existe en ningún idioma. No enseñemos más en nombre del llamado guaraní académico una lengua artificial que ninguna persona habla ni entiende)".
Dicho por el autor de Kalaíto Pombero —la primera (y estupenda) novela escrita íntegramente en guaraní—, esta declaración tiene el efecto de un misil tierra-aire y plantea un debate necesario y urgente sobre lo que de veras queremos hacer con nuestro idioma nativo, ya que está más que comprobado que la manera en que se enseña en escuelas y colegios, y en los famosos institutos o academias de lengua guaraní, tiene muy poco que ver con el uso cotidiano que le da la gente.
El guaraní convive con el idioma español desde que el conquistador Alejo García puso sus pies en esta comarca, hace cinco siglos. Hay quienes sostienen que nuestro bilingüismo o diglosia (lenguas que compiten entre sí), constituye un factor que nos aísla y retrasa a los paraguayos en el contexto internacional. Otros dicen que es nuestro elemento de resistencia cultural más fuerte, lo que más nos define y nos identifica como pueblo.
El guaraní que hablamos hoy ya no es —ya no puede ser— igual al que hablaba el cacique Kara-Kara en la época de Juan de Ayolas. Hoy está mezclado no solo con el español, sino también con el portugués, el japonés, el coreano, el alemán menonita y hasta el inglés.
Sonará como una herejía para los guaraniólogos fanáticos de la palabra "aravo", pero en Canindeyú los mitã'i dicen:  -¡Nde karai, o ye furá la nde penéu!.
Y en los colegios de la Capital hoy es normal oír a los péndex exclamar: ¡Jarýi, man! o ¡Ere eréa, baby...!


sábado, 5 de enero de 2013

La inesperada nueva capital del verano



Fue una inesperada sorpresa para los propios pobladores.
En febrero del 2011, cuando la hidroeléctrica de Yacyretá elevó el nivel del Paraná a la cota 83, los habitantes de Encarnación se encontraron con una ciudad renovada, con una moderna infraestructura vial costanera y unas hermosas playas de arena blanca sobre las aguas del río.
Hubo que esperar mucho para llegar a eso. Décadas de atraso en obras que nunca llegaban a concluir. Incontables denuncias de casos de corrupción y manipulación política en los proyectos de reubicación. Y, por sobre todo, sufrir el lento y agónico éxodo de los pobladores de la llamada "zona baja", con la demolición de históricos edificios que marcaron el pulso más vital de la vida social y cultural. Muchos sintieron que con cada pedazo de pared que iban tumbando, estaban arrancando jirones de su propia alma.
Sabían que de los ahogados escombros de la vieja Encarnación iba a nacer otra nueva, más moderna y funcional, abierta a otros desafíos, más allá del tradicional comercio y la producción agroexportadora, de la incipiente industria y del aún poco aprovechado potencial de turismo regional.
Lo que no sabían es que la habilitación de las nuevas playas la iban a convertir en una atractiva ciudad balneario, que rápidamente iba a convocar en forma masiva a turistas veraneantes, al punto en que muchos iban a preferir cambiar sus habituales destinos a las playas brasileñas sobre el océano Atlántico, para invertir en planes de turismo interno en el recuperado Sur.
El verano de 2011 se le vino encima a Encarnación, sin previo aviso. Hoteles repletos, locales gastronómicos saturados y unas playas aún sin infraestructura adecuada que se colmaron de bañistas, generando escenas que evocaban a las de Camboriú o Florianópolis. Aún así, supieron responder a la situación en esa primera temporada y fue admirable el manejo de la seguridad, del cuidado ambiental, del control y de la organización urbana.
Este segundo año, Encarnación sorprende con mayor infraestructura y un nivel de planificación más avanzado para recibir a los veraneantes, sumando propuestas de espectáculos teatrales y musicales, que le dan una atractiva proyección cultural a la temporada.
Evidentemente, autoridades y pobladores han aceptado el reto de convertir a la Perla del Sur en la nueva capital del verano. Hasta ahora lo están haciendo con una visión de responsabilidad que debería ser un ejemplo para otras localidades del país, incluyendo a la propia capital Asunción.


(Publicado en la columna "Al otro lado del silencio", sección Opinión, del diario Última Hora, edición del sábado 5 de enero de 2012).

viernes, 4 de enero de 2013

Carta olvidada en el interior de un viejo zapatito

(Rescatando un texto clásico...)

 
Queridos Reyes Magos:

  Me dicen que escribirles es una tontería, una pérdida de tiempo, porque ustedes no son seres reales, son solamente personajes de una antigua leyenda cristiana que se está volviendo cada vez menos creíble.
 Eso me dicen… pero aún así les escribo esta carta.
 Si viven en el alma de tantos niños y niñas, si están en el recuerdo nostálgico de tantos adultos que quizás sigamos atesorando nuestra niñez en algún rincón del corazón, si son capaces de convocar tantos sueños y tantas fantasías en cada mágica madrugada del 6 de enero, si pueden despertar tanta energía creadora, tanta fuerza, tanta esperanza… entonces, ustedes están mucho más vivos que muchos seres de carne y hueso que hoy son apenas sombras o fantasmas. Ustedes son mucho más realidad que tantas personas reales y palpables que en el fondo son mentiras vivientes.
 
Hasta los nueve años de edad, como tantos niños de Yhú, mi pueblo natal, yo creía fervorosamente en los Reyes Magos.
  La magia nos envolvía al escribir cartitas de letras temblorosas, con el esfuerzo de enumerar supuestos actos de bondad, para canjearlos por una pelota de cuero o un camioncito a control remoto. Las entregábamos a nuestros padres, convencidos de que conocían el imposible servicio postal que las llevaría hasta el País de los Sueños.
  Sí... era magia la que nos impulsaba a preparar el pasto y el agua fresca para los exhaustos camellos, al pie de la ventana. Era magia la que nos mantenía en duermevela, seguros de poder vislumbrar las sombras de los tres jinetes en el silencio de la madrugada. Era magia la que nos despertaba de un salto para ver qué había junto a los zapatitos. Era magia la que inundaba las calles de risas infantiles, en la mañana del 6 de enero, convirtiendo al mundo en una feliz aldea de niños jugando.
  Un día se rompió el encanto... Algún siniestro pyrague, creyendo que acaso nos hacía un favor, nos reveló la supuesta verdad y nos robó la magia.
El mundo se volvió otro. Los Reyes Magos no existen. Los Reyes Magos son los padres. Los Reyes Magos son el invento publicitario de algún shopping center. Los Reyes Magos son políticos en campaña llevando juguetes a los barrios pobres a cambio de votos. En un mundo así, ¿cómo puede haber espacio para la magia?
  Pero en esta víspera de la madrugada de Reyes, el niño que sobrevive dentro de mí se adueña de mi mano y me impulsa a escribirles estas líneas, que quedarán dentro de un viejo zapatito en la ventana, en donde les dejo mis pedidos.
  Les pido que nos traigan de regalo las ganas y las fuerzas para seguir creyendo que es posible construir un Paraguay mejor. Que a pesar de que el país está así como está, con tanta pobreza, con tanta corrupción, con tanta impunidad, con tantos compatriotas que se ven obligados a emigrar a naciones lejanas para buscar trabajo, con tanto engaño por parte de las autoridades y los políticos… no caigamos en la desesperanza, no caigamos en el error de creer que esto no lo arregla nadie y que ya no vale la pena luchar.
  Les pido que nos laven las telarañas de los ojos, para poder ver que, a pesar
de tantas malas noticias, también hay cosas lindas que han ocurrido y siguen ocurriendo. Que hay mucha gente construyendo pequeñas cosas, desde lo cotidiano, desde lo comunitario. Que no todos somos corruptos. Que hay gente honesta, valiente, idealista, y a lo mejor está allí, en la casa vecina, y que tal vez muchos periodistas todavía no tenemos el valor de descubrir que ellos son en realidad la buena noticia, la verdadera buena noticia.
  No les pido que vengan ustedes a solucionar nuestros problemas, porque en realidad no podrían hacerlo, por más magos que sean. Además no va a servir, porque así no aprenderíamos nada. Pero en cambio sí podrían ayudarnos a descubrir que nosotros podemos, que somos capaces de superar nuestras propias limitaciones, de unirnos por encima de las diferencias, pensando en el país que les vamos a dejar a nuestros hijos.
  Los abraza con mucho cariño.

Andrés