miércoles, 10 de julio de 2013

Como en las peores épocas de la dictadura

Malena Bareiro, caracterizada como su personaje. (Foto Gentileza).
Lo ocurrido con la actriz y activista social Malena Bareiro es grave y preocupante, desde donde se lo mire, al menos si asumimos que seguimos viviendo en un sistema democrático.
Pero más grave y preocupante sería que no nos importe, solo porque la persona detenida arbitrariamente y maltratada como en las peores épocas de la dictadura, defiende una ideología política diferente a la nuestra.
Demasiados principios constitucionales y derechos civiles básicos se violaron en este caso: Libertad de expresión, libertad de manifestación, libre crítica a las autoridades…
Malena es una conocida defensora de las libertades públicas y especialmente de los derechos de las mujeres, desde la época de la dictadura stronista. Siempre se mantuvo coherente, valiente y decidida. Desde el derrocamiento del Gobierno de Fernando Lugo, como actriz, creó un personaje para reclamar creativamente contra lo que ella –al igual que muchos ciudadanos y ciudadanos- sostienen que fue un golpe parlamentario.
Es una caricatura del presidente Federico Franco, vestido con traje y con banda presidencial, pero con una caracterización que a la vez evoca al Adolfo Hitler a la vez caracterizado por el genial Charles Chaplin en la película “El Gran Dictador”, bigotito clásico incluido. Acostumbra llevar una guadaña de plástico, como los de la Parca, y algún cartel que haga más explícito su reclamo.
Lo que hacía Malena era pararse en el rol de su personaje, como una estatua viviente, en alguna vereda o esquina visible, a donde el mandatario solía concurrir, como en las acciones de “escrache” o manifestaciones antigubernamentales. Ella nunca habla, no dice nada, solo está allí, haciendo gala de la técnica actoral que podríamos llamar “Los gritos del silencio”.
Así lo hizo también este martes 9 de julio, parada junto a la puerta del local del Partido Liberal Radical Auténtico, a donde el presidente Franco había anunciado concurrir. Hay testigos que dicen que fue el ministro del interior, Carmelo Caballero, quien la vio y ordenó su detención. Varios policías la rodearon y la alzaron a la fuerza, la arrojaron a la carrocería de una camioneta patrullera, y la llevaron a la Comisaría Tercera. Ella asegura que la golpearon físicamente y la maltrataron. Finalmente la liberaron, aparentemente sin cargos.
¿Cuál fue el delito de Malena…? ¿Criticar al presidente? ¿Desde cuándo eso es delito en una democracia…?
Dirán que no es algo tan grave. Pero en la medida en que vayamos permitiendo que ocurran estas cosas, y no reclamemos, se instalan las dictaduras.

Mi solidaridad plena con Malena Bareiro, y con todas las personas que sufren persecuciones y represiones injustas.

Malena Bareiro, en momentos en que es detenida y arrojada a la carrocería de una patrullera. (Foto Gentileza).

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