viernes, 24 de noviembre de 2017

La larga huida de Male’i, el excajero del EPP capturado en Brasil

Oscar Luis Benítez, alias Male’i, uno de los dos ex miembros del EPP capturados este viernes 24 de noviembre en Sao Paulo, había sido expulsado del grupo armado en 2011, acusado de haber donado 100 mil dólares a la campaña electoral de Fernando Lugo. Esta es su historia...

#CrónicasDeLaMemoria  


Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Oscar Luis Benítez, conocido por el apodo “Male’i” y por el nombre guerrillero “Ramón”, llevaba más de seis años huyendo, tanto de la Justicia paraguaya como de sus propios ex compañeros del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cuando en la madrugada de este viernes 24 de noviembre fue capturado por la Policía Federal Brasileña en el municipio de Itaquaquecetuba, en el estado de Sao Paulo, Brasil, junto con otro exmiembro de la banda, Lorenzo González.
Benítez era buscado por su participación en el secuestro de María Edith de Debernardi y de Cecilia Cubas, hasta que en 2011 los líderes del grupo lo expulsaron de sus filas, tras acusarlo de haber donado 100.000 dólares de los fondos que manejaba como administrador del EPP a la campaña electoral del ex obispo Fernando Lugo (quien ganó las elecciones presidenciales en abril de 2011).
Lorenzo González, por su parte, está acusado de haber participado del secuestro de Cecilia Cubas y de Fidel Zavala, y al parecer también ha desertado de las filas del EPP.
La historia de Oscar Luis “Male’i” Benítez tiene elementos que parecen sacados de una novela policía y así la habíamos contado en una publicación de Última Hora, el 27 de noviembre de 2011.
Ahora que finalmente su larga huida parece haber llegado a su fin, ya que se aguarda su extradición desde el Brasil para comparecer ante la Justicia paraguaya, vale la pena volver a contar sus andanzas, tal como lo habíamos hecho entonces:

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En algún lugar, escondido entre cuatro paredes, está un hombre con identidad falsa, que duerme con un ojo cerrado y el otro abierto; mira constantemente de reojo a sus espaldas, y no se despega ni un instante del arma de fuego que lleva siempre consigo.
Se llama Óscar Luis Benítez, aunque usa otros nombres. Arrastra la oscura leyenda de haber sido administrador de las finanzas del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en donde ganó el apodo de guerra “Ramón”, además del suyo, “Male’i”.
Su foto está multiplicada en los carteles de “buscados”, que distribuyen la Fiscalía y el Ministerio del Interior, ofreciendo recompensa por su captura, acusado de haber participado, junto a otros miembros del EPP, en el secuestro de María Edith de Debernardi (2000 y 2001) y en el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas (2004 y 2005).

LA SENTENCIA. Un correo electrónico que llegó el pasado lunes 21 de noviembre a radio Ñandutí, selló la suerte de Male’i.
Desde la cuenta aguayo.ger-man@yahoo.com, el texto de-cía: “Comunicado del Ejército del Pueblo Paraguayo. Comunicamos a nuestro querido pueblo que: Luis Ramón Benítez fue expulsado de nuestras filas por haber pasado 100.000 dólares para la campaña luguista, prevalecido de su condición de administrador”.
Aunque mezcla uno de sus nombres reales con el de combate (Ramón), organismos de seguridad admitieron la posibilidad de que sea un comunicado auténtico del EPP.
“Estamos analizando el documento. Tenemos versiones de que Benítez habría quedado fuera de la estructura organizativa del EPP”, señaló la fiscala Antisecuestro Sandra Quiñónez.
Un poblador del asentamiento Sidepar 3000, en Canindeyú, lugar de residencia y base de operaciones de Benítez durante muchos años, admite: “Aquí sabemos que Male’i fue expulsado del EPP hace un tiempo y actualmente está escondido, con miedo a que la Policía lo agarre, pero también a que le maten sus propios excompañeros”.
El morador –quien reclama anonimato por seguridad–, revela que Benítez “estuvo trabajando hasta hace poco como peón en el establecimiento de Eduardo Núñez, en Sidepar, pero después se escapó de allí y permanece oculto. Tiene mucho miedo de que le conviertan en otro Severiano Martínez” (en alusión a otro exmiembro del EPP, quien desertó y se ocultó trabajando como peón en una estancia del Chaco, con identidad cambiada, hasta ser descubierto y caer abatido en un enfrentamiento con la Policía, el 27 de julio de 2011).

HISTORIA OSCURA. Nacido en Yhú, Caaguazú, Óscar Luis Benítez es uno de los muchos campesinos que en los 90 ocuparon tierras en la expropiedad de la empresa Siderúrgica del Paraguay (Sidepar), expropiada por el Estado paraguayo para 740 familias.
A principios de 2000, Juan Arrom y Osmar Martínez, líderes del partido Patria Libre (PQ), realizaron las primeras visitas para formar bases políticas en la zona, y Óscar Luis Benítez se convirtió en uno de los principales dirigentes.
Las condiciones de aislamiento y de difícil acceso en que se encontraba, a unos 280 kilómetros al noreste de Asunción, convirtieron Sidepar 3000 en uno de los bastiones privilegiados del EPP.
Hasta ese lugar asegura haber sido llevado el joven Rubén Darío Bernal, a fines de 2004, para recibir adiestramiento en técnicas de guerrilla, en la columna que lideran Osvaldo Villalba (comandante Alexander) y Manuel Cristaldo Mieres (subcomandante Santiago).
Bernal, más conocido como “el guerrillero arrepentido” tras entregarse a las autoridades en 2006 en Huguá Ñandú, asegura que el entrenamiento en los montes de Sidepar duró varias semanas, y contó con el asesoramiento de dos expertos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Óscar Luis Benítez, o Ramón, entró a formar parte del grupo armado y su habilidad en el manejo de las finanzas lo ubicaron en el rol de administrar los fondos provenientes de secuestros o de aportes cobrados a ganaderos, que en la jerga del EPP se denominan “retención a oligarcas” o “impuesto revolucionario”.

AGENTE INMOBILIARIO. El 28 de marzo de 2005, como parte de las investigaciones tras el secuestro de Cecilia Cubas, la Fiscalía allanó dos viviendas: una en Villa Cerro Corá, Lambaré, y otra en el barrio Palma Loma, de Luque.
En ambas casas, pero sobre todo en la de Luque, se encontró una compleja infraestructura de muñecos con figuras humanas y habitaciones con paredes a prueba de sonido, entre otras evidencias, que hicieron suponer que eran bases de adiestramiento para miembros del EPP.
Las indagaciones demostraron que la vivienda de Luque fue comprada por Óscar Luis Benítez, a nombre de Lidia Samudio, es una de varias otras que fueron adquiridas o alquiladas por el “agente inmobiliario” del grupo armado, utilizadas tanto para el secuestro de María Edith, como el de Cecilia Cubas.
Varios cuadernos incautados durante el procedimiento muestran el detalle con que Benítez anotaba los ingresos y egresos del dinero que manejaba, incluyendo gastos de compra de equipos de comunicación, movilidad, víveres, medicamentos y los costos inmobiliarios.
Juan Domingo Martínez, uno de los detenidos, relató que Óscar Luis Benítez, y su novia, Marlene Ortiz Meza, habitaban en la casa de Palma Loma, hasta que desaparecieron del lugar poco antes de la Semana Santa de 2005.
Marlene, la novia de Ramón, era hija de Hugo Julián Ortiz Villalba, docente de Sidepar 3000, quien sería asesinado diez años después, en setiembre de 2010, por miembros del EPP, cerrando un círculo de pólvora y sangre.

La vivienda de Palma Loma, Luque, adquirida por Oscar Benítez, donde se realizaron prácticas de entrenamiento del EPP.

Marcado por el crimen de su suegro

La sangre por el crimen de su exsuegro y abuelo de su hija, el educador Hugo Julián Ortiz Villalba, es la marca más fuerte que los pobladores del asentamiento de Sidepar 3000 le reprochan al ex administrador del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Óscar Luis Benítez.
El docente, quien ejercía el cargo de director del Área Educativa Número 8, residía en una casa vecina a la de Óscar Luis, en el núcleo urbano de Sidepar 3000, y aunque en principio habían sido amigos y familiares, se distanciaron cuando Ortiz Villalba le recriminó por sus andanzas con el grupo armado y le pidió que se aleje de su hija Marlene, y de la pequeña hija de ambos (de Óscar Luis y Marlene).
Se tejen muchas versiones sobre las causas del asesinato. En Sidepar 3000 todos hablan en voz baja y con miedo, y nadie quiere asumir ser identificado en una entrevista. Pero en voz baja narran que el profesor Hugo Julián fue quien brindó algunos informes a las autoridades acerca de las andanzas del EPP en la zona, y por ello pagó con su vida. Y que uno de sus ejecutores, o cómplices, fue su propio exyerno, Óscar Luis Benítez.

EL CRIMEN. Sucedió cerca de las 9.30 del 1 de setiembre de 2010. El profesor Hugo Julián regresaba de la chacra con su esposa, Clotilde Meza, por un desolado camino rural, cuando les salieron al paso dos hombres con ropa militar tipo camuflaje y quepis cubriéndole los rostros, con armas de fuego, presumiblemente escopetas calibre 12.
La mujer cuenta que gritó y pidió clemencia, pero uno de los hombres disparó a quemarropa contra su marido. El primer tiro fue en el estómago, otro en la cabeza y el tercero directo al corazón. Tras cerciorarse de que Ortiz Villalba estaba muerto, se alejaron sin hacer caso a la mujer.                            
El crimen provocó la reacción de las autoridades, quienes ordenaron rastrillaje de la región, derivando en un enfrentamiento  entre  efectivos policiales y miembros del EPP,         el 3 de setiembre, circunstancias en que cayó abatido Gabriel Zárate Cardozo, alias Simón, considerado el número 3 en el mando jerárquico del grupo armado.
El otro que estaba con él logró escapar, sin precisarse su identidad, aunque los pobladores sostienen que era el propio Óscar Luis Benítez.      

ADIESTRADOR. Llamativamente, Gabriel Zárate Cardozo fue uno de los jóvenes campesinos que habrían sido captados y que recibió adiestramiento de parte de Oscar Luis Benítez.
En la lista se menciona además a Nimio y Vidalina Cardozo Cáceres, primos de Gabriel, y a Alcides Mereles Ruiz, alias “presi”.

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Desde entonces, Oscar Luis Benitez se mantuvo huyendo, probablemente refugiado durante todos estos años en la clandestinidad en Brasil, junto con Lorenzo González, hasta que fue capturado por la Policía Federal Brasileña.

Su comparecencia ante la Justicia paraguaya podría ayudar a revelar mucho más datos importantes sobre la acción del grupo armado EPP, que actualmente mantiene a 5 ciudadanos paraguayos secuestrados en su poder.

Cartel de ofrecimiento de recompensa por miembros del EPP prófugos de la Justicia, entre los que figura el exadministrador Oscar Benítez y el ahora también capturado Lorenzo González.

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