viernes, 8 de enero de 2016

La última revolución de Soledad Barrett




La nieta del gran Rafael Barrett luchó contra las dictaduras de Paraguay, Uruguay y Brasil. Fue asesinada en Recife, el 8 de enero de 1973. El cabo Anselmo, un infiltrado por el régimen militar en las filas revolucionarias, la entregó. El Estado Brasileño pidió recientemente disculpas por su asesinato.

#CrónicasDeLaMemoria


Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Soledad Barrett y su compañera Pauline Reichstul vendían ropas en la boutique "Chica Boa", cuando cinco hombres ingresaron con violencia y se las llevaron a punta de pistolas. Fue la última vez que Sonja María Cavalcanti, la dueña de la tienda, las vio con vida.
Era un caluroso 8 de enero de 1973, en el barrio Boa Viagem de Recife, estado de Pernambuco. La dictadura militar brasileña devoraba vidas humanas y sueños de libertad.
Los secuestradores, que vestían de civil, eran agentes del DOPS (Delegacía de Ordem Política e Social), la Policía dictatorial.
Soledad quedó paralizada al reconocer a uno de ellos. "¡Você...! ¿Por qué...?", reclamó mientras la llevaban a rastras, sin fuerzas para luchar, según relata Sonja María.
"Era él...", admitió la dueña de la boutique ante la Justicia Brasileña, 24 años después, al reconocer la foto de "Daniel", (José Antonio dos Santos, "el cabo Anselmo"), quien en ese momento era amante de Soledad y padre del hijo que ella esperaba, embarazada de 4 meses.
Mucho después se sabría que "Daniel" era en realidad un doble agente de la dictadura brasileña, infiltrado en las filas de la Vanguardia Popular Revolucionaria (VPR), el movimiento guerrillero del legendario capitán Carlos Lamarca, del cual la paraguaya Soledad formaba parte.

Una larga marcha contra las injusticias

Soledad Barrett Viedma nació el 6 de enero de 1945 en Yabebyry, Paraguay.
Su padre fue Alejandro Rafael Barrett López, único hijo del gran escritor y líder anarquista español Rafael Barrett, quien llegó al país en 1904 y marcó a fuego las luchas sociales de toda una época, autor de importantes escritos de denuncia periodística como "Lo que son los yerbales", en los que reveló la esclavitud a la que eran sometidos los trabajadores conocidos como los "mensú".
"El nombre de Soledad reflejaba la ausencia de nuestro padre, perseguido por sus ideas políticas al igual que nuestro abuelo", relató su hermana Nanny Barrett.
Cuando Soledad tenía solo 3 meses, su familia tuvo que huir a la Argentina, donde pasaron cinco años de exilio.
"Volvimos al Paraguay. Soledad, con su manera de ser tan dulce, despertaba adoración. Tenía una forma de hablar pausada. Era una criatura hermosa, de cabellos dorados y piel blanca", la describe Nanny.
Incapaz de huir de los genes revolucionarios de su abuelo y su padre, en su adolescencia Soledad empezó a militar en el grupo de los "gorriones", vinculados al Frente Juvenil-Estudiantil de Asunción y al FULNA, destaca Víctor Duré, en un ensayo sobre la rebelión de los años 50 y 60.
La represión dictatorial obligó nuevamente a la familia a emigrar, esta vez al Uruguay. "En Montevideo, dueña de una gracia especial para la danza folclórica y el canto, ella se convirtió en un símbolo de la juventud paraguaya. No había un acto de solidaridad en el que no fuera invitada a actuar", recuerda Nanny.

El primer secuestro, en Uruguay

El 1º de julio de 1962, cuando tenía 17 años de edad, Soledad fue secuestrada por miembros de un comando nazi uruguayo.
Quisieron obligarla a que grite consignas: "¡Viva Hitler! ¡Abajo Fidel!", pero ella se negó. Con una navaja le dibujaron en los muslos una cruz svástica (signo del nazismo) y la dejaron tirada detrás del zoológico de Villa Dolores.
La joven paraguaya militaba ya activamente en los grupos revolucionarios y decidió viajar a Cuba, donde recibió entrenamiento guerrillero. Allí conoció al amor de su vida, el brasileño José María Ferreira de Araujo, con quien se casó y tuvo a su hija Naim.

Un trágico final.

Eran años de dictadura y terror. También de lucha revolucionaria... y de amor. Soledad Barrett tenía 25 años de edad cuando perdió a su esposo, el brasileño José María Ferreira de Araujo.
Desde Cuba, José María volvió a Brasil en julio de 1970, para ayudar a consolidar la lucha armada. En setiembre de 1970 fue capturado y asesinado por los militares. Sin saberlo, Soledad viajó a buscarlo, con su pequeña hija Naim, en 1971.
Al llegar y enterarse de la muerte de su marido, la paraguaya decidió incorporarse activamente a la guerrilla brasileña, en su lucha por derrocar a la dictadura.
La VPR la envió a Recife, junto a otros combatientes. Allí se reencontró con Anselmo, un antiguo militante amigo de su esposo, a quien había conocido en Cuba.
El "cabo Anselmo" era un militar que lideró la "revuelta de los marineros" en 1964, contra el Gobierno de João Goulart, y se había convertido en héroe para los guerrilleros. Pero la dictadura lo había captado como doble espía y tenía la misión de delatar a sus compañeros.
"Para no despertar sospechas, Anselmo necesitaba acercarse a alguien respetable y con un histórico de militancia impecable. La víctima ya había sido elegida: Soledad Barrett Viedma", relata la periodista brasileña Vanessa Gonçalves.
"El cabo se aproximó de la militante y pasó a vivir como su compañero. Soledad se embarazó de él, sin desconfiar de que era apenas un objeto para mantener la fachada de Antonio", agrega.
El 8 de enero de 1973 fue la "entrega".
Junto a Soledad, fueron secuestrados: Pauline Reichstul, Eudaldo Gómez da Silva, Jarbas Pereira Márquez, José Manoel da Silva y Evaldo Luiz Ferreira.
Los cadáveres fueron hallados en una granja, en São Bento, municipio de Abre e Lima, cerca de Recife. La abogada Mercia Albuquerque inspecionó los cuerpos en la morgue y relata lo siguiente: "En un barril estaba Soledad Barret Viedma. Estaba desnuda y había mucha sangre en los muslos, en las piernas, y en el fondo del barril, donde se encontraba también un feto".
Sin embargo, su cuerpo nunca fue entregado y en la práctica Soledad sigue siendo considerada una desaparecida.
A pocos días de haber cumplido 28 años de edad, la revolucionaria nieta del gran Rafael Barret acabó su vida de manera violenta, traicionada por su propio amante y padre del hijo que llevaba en sus entrañas.

Reivindicada en Brasil, poco conocida en Paraguay

En el barrio Jardim Adelfiore de São Paulo, Brasil, en el número 315 de la calle Tarcon, hay una escuela municipal denominada Soledad Barrett Viedma, donde los alumnos la recuerdan como "una luchadora paraguaya heroica, que dio su vida por la libertad".
También en Santa Cruz, Río de Janeiro, una calle lleva el nombre de la guerrillera que llegó para unirse a las filas de la Vanguardia Popular Revolucionaria (VPR), la legendaria guerrilla del capitán Carlos Lamarca.
En el Paraguay, el nombre de Soledad Barrett aún es ignorado para la gran mayoría de los habitantes, aunque su abuelo, Rafael Barrett, si resulta más conocido.
Quienes saben algo de la historia de Soledad, la han vislumbrado a través de un poema escrito por el gran poeta uruguayo Mario Benedetti o el cantautor Daniel Viglietti, quienes conocieron personalmente a la paraguaya en Montevideo y le han rendido su homenaje artístico.

Pedido de disculpas por el Estado Brasileño

El pasado 11 de diciembre de 2015, Soledad Barrett Viedma fue declarada oficialmente amnistiada política, post-mortem, por la Comisión de Amnistia del Ministerio de Justicia del Brasil.
"Ese crimen contra Soledad Barrett Viedma es el caso más elocuente de la guerra sucia de la dictadura en el Brasil", escribió el periodista brasileño Urianiano Mota, autor del libro Soledad en Recife, publicado en 2009.
"Su cuerpo todavía está desaparecido e hasta hoy no fue expedido su certificado de defunción. Declarada oficialmente muerta e desaparecida por responsabilidad del Estado brasileño, Soledad ahora también es una amnistiada brasileña por todas las persecuciones que sufrió en vida", declaró el presidente de la Comisión de Amnistía, Paulo Abrão.
"Su hija, Ñasaindy Barret de Araújo, recibe formalmente el pedido de disculpas del Estado brasileño", explicó el titular de la comisión.

Así la canta el artista uruguayo Daniel Viglietti:

"Otra cosa aprendí junto a Soledad
que la patria no es
un solo lugar.
Cual el libertario abuelo del Paraguay
creciendo buscó su senda y el Uruguay
no olvida la marca de su pisada
cuando busca el Norte
el Norte Brasil
para combatir...".

El gran poeta Mario Benedetti la retrata así en sus versos:

“Con tu imagen segura
con tu pinta muchacha
pudiste ser modelo
actriz
Miss Paraguay
carátula
almanaque
quién sabe cuántas cosas
pero el abuelo Rafael
el viejo anarco
te tironeaba fuertemente la sangre
y vos sentías callada esos tirones…”.


martes, 5 de enero de 2016

Carta olvidada en el interior de un viejo zapatito


Este es un texto mío ya algo clásico, que algunos lectores reclaman en cada víspera del 6 de enero.
Cumplimos, reciclándolo.
¡Feliz Día de Reyes…!
(Cuiden sus zapatitos).

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Queridos Reyes Magos:

Me dicen que escribirles es una tontería, una pérdida de tiempo, porque ustedes no son seres reales, son solamente personajes de una antigua leyenda cristiana que se está volviendo cada vez menos creíble.
Eso me dicen… pero aún así les escribo esta carta.
Si viven en el alma de tantos niños y niñas, si están en el recuerdo nostálgico de tantos adultos que quizás sigamos atesorando nuestra niñez en algún rincón del corazón, si son capaces de convocar tantos sueños y tantas fantasías en cada mágica madrugada del 6 de enero, si pueden despertar tanta energía creadora, tanta fuerza, tanta esperanza… entonces, ustedes están mucho más vivos que muchos seres de carne y hueso que hoy son apenas sombras o fantasmas. Ustedes son mucho más realidad que tantas personas reales y palpables que en el fondo son mentiras vivientes.
Hasta los nueve años de edad, como tantos niños de Yhú, mi pueblo natal, yo creía fervorosamente en los Reyes Magos.
La magia nos envolvía al escribir cartitas de letras temblorosas, con el esfuerzo de enumerar supuestos actos de bondad, para canjearlos por una pelota de cuero o un camioncito a control remoto.
Las entregábamos a nuestros padres, convencidos de que conocían el imposible servicio postal que las llevaría hasta el País de los Sueños.
Sí... era magia la que nos impulsaba a preparar el pasto y el agua fresca para los exhaustos camellos, al pie de la ventana.
Era magia la que nos mantenía en duermevela, seguros de poder vislumbrar las sombras de los tres jinetes en el silencio de la madrugada.
Era magia la que nos despertaba de un salto para ver qué había junto a los zapatitos.
Era magia la que inundaba las calles de risas infantiles, en la mañana del 6 de enero, convirtiendo al mundo en una feliz aldea de niños jugando.
Un día se rompió el encanto...
Algún siniestro pyrague, creyendo que acaso nos hacía un favor, nos reveló la supuesta verdad y nos robó la magia.
El mundo se volvió otro.
Los Reyes Magos no existen.
Los Reyes Magos son los padres.
Los Reyes Magos son el invento publicitario de algún shopping center.
Los Reyes Magos son políticos en campaña llevando juguetes a los barrios pobres a cambio de votos.
En un mundo así, ¿cómo puede haber espacio para la magia?
Pero en esta víspera de la madrugada de Reyes, el niño que sobrevive dentro de mí se adueña de mi mano y me impulsa a escribirles estas líneas, que quedarán dentro de un viejo zapatito en la ventana, en donde les dejo mis pedidos.
Les pido que nos traigan de regalo las ganas y las fuerzas para seguir creyendo que es posible construir un Paraguay mejor.
Que a pesar de que el país está así como está, con el agua hasta el cuello, con tanta pobreza, con tanta corrupción, con tanta impunidad, con tanto engaño por parte de las autoridades y los políticos… no caigamos en la desesperanza, no caigamos en el error de creer que esto no lo arregla nadie y que ya no vale la pena luchar (justamente, este año, los chicos de la universidad y de la secundaria nos han demostrado todo lo contrario).
Les pido que nos laven las telarañas de los ojos, para poder ver que, a pesar de tantas malas noticias, también hay cosas lindas que han ocurrido y siguen ocurriendo.
Que hay mucha gente construyendo pequeñas cosas, desde lo cotidiano, desde lo comunitario.
Que no todos somos corruptos.
Que hay gente honesta, valiente, idealista, y a lo mejor está allí, en la casa vecina, y que tal vez muchos periodistas todavía no tenemos el valor de descubrir que ellos son en realidad la buena noticia, la verdadera buena noticia.
No les pido que vengan ustedes a solucionar nuestros problemas, porque en realidad no podrían hacerlo, por más magos que sean. Además no va a servir, porque así no aprenderíamos nada.
Pero en cambio sí podrían ayudarnos a descubrir que nosotros podemos, que somos capaces de superar nuestras propias limitaciones, de unirnos por encima de las diferencias, pensando en el país que les vamos a dejar a nuestros hijos.
Los abraza con mucho cariño.

Andrés

lunes, 4 de enero de 2016

La antena de tevé sobre una choza


Ah, ok. Entiendo tu pregunta.
–"¿Por qué hay una antena de tevé cable arriba de la choza de un damnificado por la inundación...?".
Me aclarás, sin ánimos de ofender, que es "una simple pregunta".
O como lo dirías después, con un tono más ñembo académico, "una interpelación neutra y objetiva sobre la realidad".
Para empezar te diría que no es una simple pregunta.
Mucho menos, neutra y objetiva.
En realidad tu observación (como probablemente la mía, en sentido contrario) está cargada de prejuicios, de visión ideológica discriminadora.
¿Qué me decís...?
¿Que estas familias no tienen derecho a tener una tele y una conexión a algún servicio de cable, solo porque viven en una zona inundable y ahora están en un precario asentamiento de refugiados, debido a la crecida del río?
¿O acaso el cuestionamiento es porque eso presuntamente demuestra que en realidad no son tan pobres, y solo son avivados haciéndose pasar por pobres para no trabajar?
¿En serio pensás eso...?
¿Creés que realmente alguien elegiría vivir así, en una casita de cartón como la de la foto, si tuviera la oportunidad de algo diferente? ¿Por eso te indigna que la humilde choza de cartón tenga arriba una antena de tevé cable...?
Fijate, a mí eso no me indigna...
Por el contrario, lo que sí me indigna es que esa antena de tevé cable no tenga debajo una vivienda realmente digna, mínimamente decente, en un buen barrio residencial, con todos los servicios básicos.
Un lugar en donde los niños puedan jugar y reír en un jardín verde y amplio, en vez de chapotear en el barro junto a la basura y a los desagües cloacales.
Sí, claro... Me gustaría que en lugar de gastar en la cuota de la tevé cable y su antenita parabólica –o en otras cosas que nosotros consideramos superfluas–, ahorraran para invertir en un lote y una vivienda mejor.
Pero ¿será que ellos y ellas tienen esa perspectiva?
Las veces que hablé con muchos de los bañadenses, siempre me dijeron que consideran al Bañado su tierra, su espacio, su lugar. Y que lejos de querer marcharse, lo que buscan es ayuda para asegurar jurídicamente la tenencia, y soluciones técnicas para hacerlo más habitable, al igual que el resto de la ciudad.
¿Será que no tienen derecho a soñar con eso?
¿A que tengamos en cuenta sus sueños y les ayudemos a volverlo realidad?
Mientras llega ese día, al menos aprendamos a convivir con mayor tolerancia.

Y a distinguir lo que hay arriba... de lo que hay abajo.

jueves, 24 de diciembre de 2015

El amigo de los fantasmas del Teatro Municipal


Conocí personalmente al mítico Chiquitín Lambaré allá por 1993, cuando acompañé al actor Rubén Visokolan, el recordado Visoka, a grabar un reportaje en los camarines del Teatro Municipal para el programa televisivo NocheTrasNoche, que me tocó guionar desde Alta Producciones, con la conducción de Mario Ferreiro y la dirección de Tito Chamorro.
Fue una experiencia surrealista. No sé quién era más loco, si Chiquitín, Visoka o Tito, pero entre los tres se armó una onírica conversación en la madrugada, en la que Chiquitín contaba con una seriedad absoluta como acostumbraba conversar con varias estrellas fallecidas en medio de las butacas vacías del Municipal, desde Julio Correa hasta Ernesto Báez, desde Jacinto Herrera hasta el cantante Luis Alberto del Paraná.
Mientras ellos desgranaban anécdotas sobre ilustres fantasmas en la densidad de esa sala llena de ecos y telarañas, yo solo podía estar pendiente de cada ruido que llegaba desde las sombras del viejo teatro.
Lo volví a encontrar varias veces a Chiquitín, y siempre me contaba una anécdota nueva entre jarras de tereré y nombres transcordados, sobre sus ilustres amigos fantasmas.
A veces me contaba la misma historia que ya me había contado la vez anterior, pero cambiando de protagonista, y aunque ya no me asustaban los ruidos que llegaban desde los camarines desiertos, siempre me quedaba extasiado con sus relatos.
En marzo de 1999, durante los sucesos del Marzo Paraguayo, Chiquitín nos llamó desde la distancia a mí y a otros colegas periodistas y nos condujo al patio del teatro, que en esos días estaba cerrado por refacciones. Desde allí, subidos sobre cajones de madera, nos permitió observar lo que pasaba al otro lado de la calle Alberdi, en el viejo edificio del Correo, donde los oviedistas descargaban cajas de petardos, explosivos, piedras y garrotes, que luego usaban como proyectiles desde la terraza contra los manifestantes en la plaza. Pudimos sacar fotos de ese operativo y publicarlas en el diario.
Un par de años después, cuando empecé a escribir mi novela El país en una plaza, sobre los sucesos del Marzo Paraguayo, quise incorporar esa escena y le pregunté a Chiquitín si podía usar su nombre.
-Metele si que, pero cambiá nomás un poco mi nombre, para no tener problemas –contestó.
-¿Y si te llamo Chiquito Amberé, te parece bien? –le pregunté.
-¡Espectacular…! –dijo, levantando el pulgar.
Así, Chiquito Amberé se volvió un personaje de novela.
“La puerta se abrió y apareció un hombre maduro, de perfil sombrío. Lo reconocí en seguida. Era Chiquito Amberé, el veterano cuidador del Teatro Municipal, un personaje que había confesado en varios reportajes que con frecuencia veía fantasmas en las salas y los camarines abandonados, ecos de funciones de galas de otras épocas, actores y actrices que desde el más allá creían que la función debía continuar…”.
El pasado lunes 21 de diciembre, Ciriaco Dejesus Lambaré Blanco, el mítico Chiquitín Lambaré, falleció a los 84 años de edad.
Con él no solo se apaga una importante fuente de memoria viva, de historias y leyendas del primer teatro del país, sino que se cierra toda una época.
Los ilustres fantasmas del Municipal se han quedado sin su mejor amigo… o quizás lo han recuperado para siempre.


jueves, 19 de noviembre de 2015

El nuevo mapa político tras las elecciones municipales

Mario Ferreiro, la noche en que ganó las elecciones y se convirtió en nuevo intendente de Asunción.
Un ejercicio (algo tardío) de reflexión para tratar de entender lo que pasó en estas singulares y gratamente sorprendentes jornadas electorales.

Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

A las cinco en punto de la tarde de ese incierto domingo, cuando empezaban a cerrarse las mesas de votación, yo ya estaba convencido y resignado de que el zumbero intendente colorado Arnaldo Samaniego había ganado nuevamente las elecciones en Asunción, de que el derribador de techos de colegios Cárdenas ocuparía de nuevo el municipio de Lambaré, y de que gran parte de este infortunado Paraguay se iba a teñir inevitablemente de color rojo, como lo había presagiado funestamente el desbordado presidente Horacio Cartes.

-¿En serio…? ¿Todas las bocas de urnas coinciden…?
-¡Si, todas…! En algunas se han acortado las diferencias entre Arnaldo y Mario, pero en todas sigue ganando el tractor amarillo.

Auto-engañados por nuestras propias bocas de urnas, con la mayoría de mis colegas en la sala de Redacción nos preparábamos para escribir las inevitables crónicas que no hubiéramos querido, informando sobre el rekutu de varios impresentables intendentes, dispuestos a ver como se consolidaba un proyecto político de marcado tinte autoritario que pretende perpetuarse en el poder.

-Entonces, ¿no hemos aprendido nada?
-¿De nada sirvieron todas las investigaciones y denuncias periodísticas?
-Toda esa hermosa primavera estudiantil… ¿no nos contagió en nada con su valiente y crítica rebeldía?

En mi fuero interior ya estaba pensando en lo mucho que me iba a costar tener que tragarme varias de las columnas que había escrito y publicado durante las últimas semanas, en las que reflexionaba sobre “el despertar del elector”, sobre “la nueva conciencia ciudadana” y otras perlas parecidas.
Ya adivinaba las muchas burlas que me dedicarían en Twitter y en Facebook.

-¿Tanto nos equivocamos…?

Fue entonces cuando desde la página web del Tribunal Superior de Justicia Electoral y desde su eficaz aplicación para smartphones comenzaron a saltar los primeros resultados de las primeras mesas escrutadas.

-¡Ey, los perros…! ¡Aquí está ganando Mario…!
-¡Andaaa…! Seguramente son resultados parciales de alguna mesa invadida por votantes opositores. Verás que en seguida va a cambiar la tendencia.
-¡No, no cambia…! Ya son más del 30% de votos escrutados y sigue ganando Mario. ¡Y hay más de 10.000 votos de diferencia…!
-No puede ser… ¿qué carajos pasó…?

¿Qué carajos pasó…?
La pregunta seguiría resonando durante los minutos siguientes, en la medida en que los fríos números nos despertaban  de nuestro letargo de escepticismo e incredulidad.
No solo perdía Arnaldo en Asunción. También perdía Cárdenas en Lambaré. Y perdía Quintana en Fernando de la Mora. Y claro, como era previsible también caía el clan de los Gómez Verlangieri en Limpio. Los lastres colorados y liberales eran arrastrados por igual, merecidamente, por la oleada de voto castigo.
¿También Ferrer pierde en San Lorenzo?
No, no, Ferrer gana. Es que no todo puede ser maravilla.
Pero si estaba pasando también algo increíble: por primera vez estaba perdiendo el clan Núñez en Villa Hayes.
Y todavía más: el hijo de Calé Galaverna perdía en su propio feudo, en Ypacaraí.
-¿Qué carajos pasó…?

Muy entrada la noche, nos enteraríamos de otra novedad insólita: El imperio de los caudillos colorados de Itapúa también era derrocado en Encarnación, luego de 75 años de intendentes colorados ininterrumpidos, en dictadura y democracia.

-No puede ser. ¿Afara, Gneiting y Smalko pierden en su propio feudo?  
-Sí, les gana Luis Yd, candidato a intendente por una coalición ciudadana opositora, por apenas 11 votos de diferencia. Dicen que cortaron la luz en un colegio electoral e intentaron robar actas. Ahora hay un cordón humano protegiendo el local de conteo de votos.
-Y no solo eso, el vicepresidente Afara también pierde con su candidato colorado en su propio valle, María Auxiliadora, también en Itapúa. Le gana un ex intendente a quien él persiguió políticamente y le envió a la cárcel, al parecer injustamente, y a quien le hizo expulsar del Partido Colorado. El tipo se presentó otra vez a las elecciones con la chapa de otro partido, el de Desireé Masi, y ahora le ganó lejos. ¡Derrota total…!
-Un duro golpe para el proyecto de reelección o de sucesión presidencial.
-¿Vos decís…?

Esa noche del domingo, tras haber pasado por la Plaza de la Democracia, donde una multitud enfervorizada celebraba la victoria de Mario Ferreiro al son de canciones de los Beatles, empecé a escribir algunos apuntes en un bloc de la aplicación Evernote, en mi teléfono celular, y les seguí agregando notas durante los días siguientes.
¿Qué carajos pasó…? Era la pregunta que seguía repiqueteando en mi cabeza.
Desde las redes sociales, más de un lector o lectora me reclama cada tanto el “esperado análisis”.
No soy ko analista político, apenas un periodista que procura estar informado y que intenta hacer un constante análisis de reflexión, tratando de entender y ayudar a entender qué pasa.
En todos estos días leí varios análisis, desde los más interesantes hasta los más disparatados.
Así que, uno más, no creo que haga mucho daño.
Por lo tanto, aquí van mis apuntes desordenados acerca de una semana agitada pero esencial para el presente y el futuro de este calcinante territorio que casi nunca nos sorprende… aunque a veces sí.

#Viaje desde el voto comprado al voto consciente
Los resultados de las elecciones revelan que hay una positiva evolución en la conciencia del ciudadano elector.
Mucha gente ya no solo se va a votar, tradicionalmente arreada por punteros políticos a cambio de dinero, sino que ahora parece que sabe elegir, y lo hace con más conocimiento del gran poder que tiene con su voto.
Los politiqueros, tan acostumbrados a comprar y a arrear a las personas como si fueran vacas, ahora descubrieron dolorosamente que aun todo el dinero, las presiones y las amenazas, ya no son suficientes.
Cada vez son más los que en la soledad del cuarto oscuro, aunque hayan tomado tu dinero a cambio de su voto, igual te pasan la factura y votan por el que más les convence.
En una de esas, al sentirse tan abandonados… ¿será que estos politiqueros aprenderán también, en el futuro, a cautivar a sus electores con buenas propuestas, con dignidad, con honestidad, con buen gobierno…?

#El Mariscal de la Derrota
Aunque no fue candidato a ningún cargo electoral, uno de los grandes derrotados en estas elecciones es el actual presidente de la República, Horacio  Cartes.
Se auto-postuló personalmente como jefe de campaña ad hoc, asumió el liderazgo de todas las candidaturas coloradas, otorgó financiamiento incuantificable, apadrinó públicamente a los candidatos más cuestionados, anunció que iba a llenar el país de intendentes colorados y admitió que los comicios municipales serían un referéndum a su gestión (entendiéndose que serían el trampolín para su no declarado proyecto de reelección presidencial).
Los resultados están a la vista.

#El discurso fallido
El tono beligerante, ofensivo y despreciativo que Cartes utilizó durante toda la campaña no produjo el gran resultado que se esperaba.
Por el contrario, generó rechazos en muchos de sus propios electores y burlas en la prensa y en las redes sociales en internet.
Haber tratado de “haragán” al candidato asunceno Mario Ferreiro (cuando toda la opinión pública conoce su trayectoria de esforzada labor en los medios), acusar a un solitario y rebelde estudiante chileno de ser el principal “desestabilizador” de su Gobierno, o plantear que los políticos del Frente Guasu impulsaban un complot para derrocarlo, solo despertó burlas e indignación por el tono de liviandad, y por la irresponsabilidad de quien debería mantener un lenguaje de estadista.
Si Cartes esperaba que su discurso de barricada motive a los colorados a salir a votar masivamente… parece que no le sirvió de mucho.

#Stronismo recalentado
Como salidos del túnel del tiempo de las peores épocas de la dictadura stronista, los dirigentes colorados recurrieron a los esposos Antonio y Nika Debernardi para acusar públicamente al candidato Mario Ferreiro de ser “amigo de secuestradores” y de guerrilleros del EPP, con el argumento de que entre sus seguidores había dos personas que en el pasado estuvieron políticamente vinculadas con quienes luego formaron el grupo armado fuera de la Ley.
Aparentemente, no se dieron cuenta de que vivimos nuevos tiempos, en que la gente ya no cree en los cucos anti-comunistas, y que con sus denuncias de cacería de brujas solo proporcionaron una imagen negativa que al final sirvió de anti-propaganda contra el candidato al que querían apoyar. Más efecto boomerang.

#Religión manipulada (1)
Otro recurso muy cuestionado por la ciudadanía fue el de que los colorados hayan recurrido a un grupo de pastores evangélicos para que estos pidan públicamente el voto para Arnaldo Samaniego en Asunción, por ser “el único candidato que defiende los valores de la familia”, y que aconsejen no votar por Mario  Ferreiro, ni por Ricardo Meyer, porque supuestamente defienden el aborto y el matrimonio gay.
Además de ser una alevosa manipulación de la religión para fines políticos electorales, resultó una falsedad, porque los intendentes no deciden sobre legislaciones de carácter nacional.

#Religión manipulada (2)
También resultó patético y lamentable el rol al que se prestaron varios obispos de la Iglesia Católica paraguaya, al visitar al presidente Horacio Cartes en su residencia de Mburuvicha Roga, apenas tres días antes de las elecciones, y felicitarlo públicamente “por estar a favor de la vida y la familia”.
Aunque no invitaron a votar por ningún candidato en forma explícita, con su gesto imitaban el mismo gesto manipulador de los pastores evangélicos. 
En la conferencia de prensa, tras felicitar a Cartes, el presidente de la Conferencia Episcopal, Edmundo Valenzuela, alertó sobre “las ideologías que atacan a la vida y a la familia”, lo que se interpretó como una evidente crítica a la presunta postura de Ferreiro y Meyer sobre el aborto y el matrimonio gay.
La postura de los obispos fue entendida como un abierto respaldo a los candidatos colorados y una desaprobación a los candidatos de la oposición, lo cual generó gran molestia entre los propios fieles católicos.
Para equilibrar los tantos, la Conferencia de Religiosos y Religiosas del Paraguay (Conferpar) emitió un pronunciamiento más radical: “no podemos como cristianos votar por políticos corruptos, sin compromiso con los más necesitados”, que se entendió como una directa contestación a la postura de los obispos.

#Que se callen las bocas de urnas
Por primera vez, los sondeos de bocas de urna se equivocaron fiero.
En Asunción, prácticamente todos los resultados preliminares le dieron ganador al candidato colorado Arnaldo Samaniego, pero al final ganó el opositor Mario Ferreiro, por más de 20 mil votos. También hubo un error similar en la ciudad de Villeta.
Los datos equivocados generaron situaciones pintorescas, como las celebraciones anticipadas de Samaniego y su entorno, o las expresiones de soberbia en las redes sociales de varios referentes del coloradismo, como el diputado colorado Oscar Tuma, actitudes de las que luego tuvieron que arrepentirse.
Los realizadores de encuestas y sondeos quedaron aún más desacreditados de lo que ya estaban.
En próximas elecciones no será muy fácil confiar en las bocas de urnas.
  
#PLRA: el regreso… ¿con gloria?
Sumido en una fuerte crisis, tras haber propiciado el golpe parlamentario de 2012, que desalojó del poder al presidente Fernando Lugo y haber avalado la pésima gestión gubernamental de Federico Franco, con graves acusaciones de corrupción, el más antiguo partido político del país estaba considerado como una fuerza en agonía.
Sin embargo, en las elecciones municipales del domingo sorprendió por su buen desempeño, conquistando cerca de 80 intendencias y centenares de concejalías en todo el país.
Además de integrar la alianza victoriosa en Asunción, retiene 13 de 19 municipios en el Departamento Central, y 13 de 20 en Cordillera, donde por primera vez gana en la capital Caacupé. Proporcionalmente, sin embargo, se quedó con 14 intendencias menos que en el 2010.
Por más que esto no implica la expiación de las culpas del centenario partido, pareciera que los electores le han dado una nueva chance de rehabilitación, aunque también han castigado a sus candidatos más cuestionados, como ocurrió en Limpio con los Gómez Verlangieri y en otras ciudades.

#La crisis del Frente Guasu
Uno de los sectores más golpeados mediáticamente por el magro resultado obtenido en las elecciones, principalmente en la capital, es el izquierdista Frente Guasu, liderado por el ex presidente Fernando Lugo.
El sector político, que reclamaba ser la tercera fuerza electoral en la capital, solo pudo situar a su candidato a intendente, Ricardo Meyer, en un muy alejado tercer lugar, con el 4,54% de los votos.
Meyer, arquitecto de profesión, era considerado el mejor candidato en el aspecto técnico, por su gran conocimiento sobre urbanismo y por sus ideas progresistas, pero fue el que menos empatía logró con el electorado por una muy deficiente campaña, no solo en recursos, sino principalmente con muy poca creatividad, imaginación y carisma.
Al Frente Guasu tampoco le alcanzaron los votos para meter a un solo concejal en la Junta Municipal de Asunción.
A nivel nacional logró conquistar intendencias municipales en las ciudades de Carlos Antonio López (Itapúa), San Pablo y Lima (San Pedro) y numerosas concejalías en varias ciudades, en muchos casos logradas en alianzas con el partido liberal y con movimientos regionales. 
Fue muy cuestionada la no presentación de la mayoría de sus representantes para ejercer controles de las mesas electorales en Asunción, hecho que fue interpretado como una especie de complot contra Ferreiro, aunque sus directivos aseguraron que fue por falta de recursos.
La pregunta es cuánto incidirá este magro resultado de votos, principalmente en Asunción, en las chances electorales del Frente Guasu para el 2018.

#No se apuren: El coloradismo no está muerto
Aunque sufrió un fuerte golpe y perdió varios de sus más importantes bastiones, incluyendo a la capital Asunción, la gobernante Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) sigue siendo la fuerza política mayoritaria, ya que retiene 152 municipios, que componen el 62% del mapa electoral del país. Ganó 10 intendencias más que en 2010.
Aun así, el coloradismo fue derrotado en lugares en los que no se esperaba, como en Encarnación (luego de 75 años de intendentes exclusivamente colorados) o en Salto del Guairá, otra de las ciudades más importantes por su estrategia política y su gran poder económico.
Su más fuerte foco de resistencia actual es Ciudad del Este, la capital del Alto Paraná, en la Triple Frontera, donde la intendenta Sandra McLeod de Zacarías fue reelecta por más de 40 mil votos según los primeros cálculos, aunque luego se produjeron incidentes cuando la alianza opositora denunció supuestos casos de fraude, recusó a los magistrados electorales y el conteo de votos se paralizó durante varias horas, generándose incluso sucesos de violenta represión por parte de la policía. Los opositores al llamado “clan Zacarías” siguen movilizados (en momentos en que se escribe este ensayo) e insisten en anular los comicios y que se vote de nuevo.
Más allá de cómo se resuelvan los incidentes, la impresión que queda es el de un partido colorado golpeado por sus inesperadas derrotas, que mantiene aún un número grande de municipios, pero que deberá replantear sus estrategias si desea seguir contando con las preferencias de su electorado.

#La valoración del voto inclusivo
Un detalle muy significativo fue la habilitación, por primera vez, de mesas especiales para que voten ciudadanos y ciudadanas con discapacidad física.
Aunque hubo muchas críticas sobre carencias de rampas, de servicios de acceso y de personas preparadas para guiar a los electores con discapacidad, se lograron importantes avances en términos de políticas de inclusión.
Fue muy importante la labor del propio Tribunal de Justicia Electoral (TSJE) en este campo, como de las organizaciones civiles como la coalición #PYinclusivo, formada por la Fundación Saraki, Decidamos y Servidores del Paraguay, que ejercieron un control especial para el cumplimiento de este derecho.

#La eficacia del TSJE (a pesar de todo)
Aun en medio del escándalo ante denuncias de investigaciones periodísticas sobre funcionarios planilleros y roscas de corrupción, que se venían publicando desde semanas antes de las elecciones, la maquinaria del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) funcionó con mucha eficacia en la organización de los comicios y en la pronta difusión de los resultados.
Tanto la página web de la institución, como el uso de una aplicación especial para teléfonos celulares inteligentes, funcionaron con mucha eficacia para ir conociendo paso por paso y en tiempo real el conteo de los votos, por más que en algunos momentos colapsaron por la gran cantidad de usuarios.
La contundencia de los datos y sus respaldos documentales ayudaron en líneas generales a manejar los resultados con mucha transparencia, aunque luego surgieron incidentes puntuales.
La eficiencia operativa sin embargo no libra al TSJE de la necesidad de corregir el gran despilfarro de recursos, la concesión de rubros y salarios a amigos políticos sin cumplir funciones laborales, e instalar mecanismos de mayor transparencia sobre el uso del dinero público.

#La vigilancia ciudadana
Estas elecciones contaron, más que nunca antes, con la participación de organizaciones sociales y grupos ciudadanos dispuestos a ejercer un mayor control para evitar que se produzcan los clásicos casos de fraudes y otros delitos electorales.
A la experiencia pionera de organizaciones y programas como Decidamos y A quiénes elegimos, en esta ocasión se sumaron otras como Candidato Limpio, El Avizor y #PYinclusivo, que incluso habilitaron nuevas herramientas de tecnología digital, como sitios web y aplicaciones para reportar desde teléfonos móviles, tabletas y notebooks las irregularidades, para su difusión en tiempo real.
La gran participación de voluntarios, especialmente chicos y chicas jóvenes, lograron que los delincuentes políticos tenga mucho más cuidado.

#El valor de las alianzas
En muchas de las ciudades importantes, los candidatos del oficialismo colorado perdieron ante candidatos respaldados por amplias alianzas electorales, que incluyeron al partido liberal, a partidos y movimientos de izquierda, de centro y de derecha, como a grupos y movimientos ciudadanos que no asumían identidades ideológicas, sino simplemente el deseo de construir una ciudad mejor.
Aunque el fenómeno no es nuevo, sin embargo en esta ocasión de sintió con mucha más fuerza la capacidad de varios sectores de unirse por encima de las diferencias, encontrando los puntos en común. En estas elecciones, las alianzas ganaron en 15 localidades, 6 más que en el 2010.
Las experiencias más positivas fueron la de Encarnación, con la Alianza Encarnación al Frente, que tras la figura de un ex concejal del Partido Patria Querida, lograron derrocar al coloradismo luego de 75 años de permanecer en el poder; y la de Villa Hayes, en donde la concertación Alianza para el Cambio le ganó al candidato colorado Luis Alberto López, derrocando de este modo al hasta entonces imbatible y cuestionado Clan Núñez.
En otras localidades, como en la importante ciudad de San Lorenzo, las principales fuerzas opositoras no lograron unirse y dividieron en gran forma los votos no colorados, haciendo posible que el controvertido ex intendente Albino Ferrer sea nuevamente reelecto.
Una lección a aprender.

#Las figuras políticas emergentes
Otro mensaje claro que emerge de estas elecciones es que la ciudadanía aplaude a nuevas figuras conocidas, que apelan a formas diferentes de hacer política, con creatividad, con pocos recursos y con participación activa, frente a las gastadas figuras de los caudillos tradicionales, vinculados en muchos casos con la corrupción y al autoritarismo.
Celso Miranda, Kelembu, concejal en CDE.
Un caso resaltante fue el del arquitecto Tony Apuril, integrante del popular grupo humorístico Ab Ovo, quien prestando la chapa de una organización política sin mucha trascendencia, el Partido de la Juventud, hizo una campaña a pulmón, casi sin invertir en publicidad, recorriendo barrios en bicicleta o subiendo a los ómnibus del transporte público, hablando directamente con los vecinos, con un costo operativo que no sobrepasó los 25 millones de guaraníes. Logró ser elegido concejal municipal de Asunción, beneficiando además a otros dos integrantes de su lista.
Otro caso llamativo es el del candidato Celso Miranda, de Ciudad del Este, conocido por presentarse como un personaje humorístico llamado Kelembu, con ropas rotosas y remendadas, que representa simbólicamente a los pobladores más humildes, y que se burla con mucha eficacia de las autoridades en videos cómicos y en posteos en las redes sociales, quien también logró su elección.
Alguna voces críticas sostienen que estas nuevas figuras desnaturalizan la representación democrática al no emerger de un partido organizado y estructurado, al que deberían rendir cuenta, y que son más productos del impacto mediático y del desencanto de los electores, pero habrá que ver como se desempeñan en la gestión. Es un poco difícil que puedan resultar peores que muchos que sí provienen de partidos, pero que han tenido una más que lamentable actuación.

#Los narco-intendentes
A pesar de la trágica experiencia que representó el intendente colorado de Ypehú durante el anterior periodo de gobierno, Wilmar Neneco Acosta Marques, quien dirigía paralelamente una banda de narcotraficantes y sicarios, responsable presuntamente de casi una veintena de asesinatos –entre ellos el del periodista Pablo Medina-, el sistema electoral no ha hecho mucho esfuerzo para que otros candidatos vinculados al narcotráfico y al crimen organizado sean nuevamente electos como intendentes en varias ciudades y pueblos del Paraguay, especialmente en zonas fronterizas.
El caso más patente es el del intendente electo de Capitán Bado, Denilson Sánchez, alias “Chicharocito”, hermano del actualmente procesado y detenido en la cárcel de Tacumbú. Denilson tiene orden de captura, lo cual no impidió que resulte ganador por más de 1.000 votos.

#El nuevo mapa político
Se esperaba que el Paraguay sea “teñido de rojo” (más bien de colorado), pero no fue así.
En cambio, el nuevo mapa político pos electoral surge teñido de un efecto multicolor, pero principalmente de colores ciudadanos.
El resultado de estos comicios, de alguna manera, altera las pretensiones políticas de quienes apuntan a la elección presidencial del 2018.
En las filas del coloradismo, el presidente Horacio Cartes, quien -aunque no lo dice- pretende su reelección, esperaba emerger luego del domingo 15 de noviembre aureolado con una victoria aplastante, como lo había logrado en las elecciones internas y para la presidencia de la ANR.
Ahora, en cambio, Cartes carga con el peso de ser en gran parte el Mariscal de la Derrota, y no le será fácil remontar el árido terreno que le espera en busca de su reelección, para lo cual aún debe negociar reformas o enmiendas constitucionales.
No le será fácil. Ahora menos, aunque no imposible. 
Cartes sigue en carrera. Veremos hasta cuándo.
Juan Afara y Horacio Cartes.
El vicepresidente Juan Afara, uno de los nombres que siempre se mencionan como posible sucesor de Cartes (en caso de que él no pueda correr), también emerge de estas elecciones con la imagen de gran perdedor.
Afara era considerado como el heredero y constructor del gran Imperio Colorado del Sur, el principal cacique de un sistema de “dictadura perfecta” con fachada moderna en Encarnación y en todo Itapúa, junto con Luis Gneiting (actual gobernador de Itapúa), Juan Schmalko (ex intendente encarnaceno y actual director paraguayo de Yacyretá), entre otros más, pero todos ellos sin embargo sufrieron una inesperada derrota en su "ciudad modelo", cuando una coalición opositora y ciudadana les arrebató la intendencia de Encarnación luego de 75 años de poder colorado ininterrumpido -en dictaduras y en democracia-, en principio por escasos 11 votos, que luego aumentaron a 80 (recuperando votos que quisieron burlar).
Además, Afara perdió en su propia ciudad de origen, María Auxiliadora, Itapúa, en donde Víctor Casas, un candidato a quien él persiguió, mandó a la cárcel y expulsó del partido Colorado con métodos de señor feudal, regresó desde el más-allá-político, se postuló como candidato por un partido prestado (el PDP de Desireé Massi y Rafa Filizzola) y le propinó una paliza electoral a su candidato delfín, el colorado Hernán Rivas.
Fue la doble derrota del vice Afara y de su entorno de poder sureño. 
No les va a ser tan fácil remontar una buena imagen para el 2018.
Mientras, en las filas de la oposición, el panorama también varió un poco, de cara al 2018.
El hasta ahora mejor posicionado como pre-candidato presidencial, el que pretendía (y todavía pretende) protagonizar una versión guaraní de la película El regreso del Jedi (o del que te jedi), el ex presidente Fernando Lugo, también aparece inevitablemente salpicado por el oscuro aura de derrota electoral que carga encima su principal organización política, el Frente Guasu.
Aunque Lugo, con rápida reacción oportunista, acaba de renunciar a la presidencia del Frente, enfrenta un escenario mucho más árido para presentarse como el pretendido articulador de una nueva alianza para enfrentar con éxito a los colorados en el 2018, más aun cuando hay todavía rencores encendidos entre sus seguidores con respecto a juntarse con los liberales, a quienes consideran “golpistas” y “traidores” por haberlo desalojado del poder con el forzado juicio político de 2012.
Todo eso hasta puede ser cierto, pero también es cierto que nadie le gana a los colorados sin alianzas con los liberales. Y eso lo saben los popes del Frente Guasu, que dijeron que nunca se aliarían con los liberales para las elecciones municipales, al menos en Asunción, pero apenas cruzaron Calle Última se abrazaron formando varias alianzas con los mismos, intentando convencernos a todos de que los liberales del interior son de una raza diferente a los de la capital. ¿Creerán que nos chupamos el dedo?
Para más complicación, frente a la desgastada figura de Fernando Lugo se alza ahora la victoriosa figura de Mario Ferreiro, el mismo a quien él le motivó a renunciar a su entonces privilegiada carrera en los medios de comunicación para lanzarse a la arena política como su elegido sucesor para la presidencia de la República en el 2013, pero luego justo cambió el viento de la conveniencia política y Lugo lo dejó tirado a Mario en los recovecos de la historia. Mario tal vez no sea rencoroso, pero muchos de sus votantes no olvidan.
Además, la situación jurídica de Lugo de cara al 2018 tampoco está muy clara. ¿Está habilitado para ser candidato? ¿Acaso no le alcanza la disposición constitucional que prohíbe que los presidentes sean reelectos? ¿O es que en su caso no cuenta, porque lo echaron del poder? Las opiniones políticas y sobre todo jurídico-constitucionales están muy divididas. Así que dependerá principalmente de negociaciones políticas, la cuales tampoco serán fáciles.
El dilema es que, aparte de Fernando Lugo, por ahora, la oposición tampoco tiene a otra figura muy potable, capaz de aglutinar las preferencias electorales ciudadanas para una candidatura con reales posibilidades de éxito.
Salvo, talvez, Mario Ferreiro, ahora, después de su resonante victoria electoral.
Será por eso que ya hay quienes, muy triunfalistamente, proponen que Mario esté solo un par de años en la Muni y luego renuncie a la intendencia y se postule para la presidencia del 2018.
Sí, es cierto que hay políticos que lo hicieron en otros países, y hasta les salió bien. Pero también hay quienes dicen que hacer algo así sería estafar a los electores que te votaron para que seas intendente por cinco años, y no para que lo uses como un trampolín a la presidencia.
De todos modos, con atinado criterio, Mario ya dijo que no.
Para el 2018 no... pero para el 2023 si le encantaría competir para la presidencia….
Es decir, si es que hace una buena gestión y no sale quemado de la Municipalidad.
Ese es el plan, aparentemente.
Y mientras, ¿qué hacemos…?
Yo solo les digo una cosa: los siguientes meses van a ser más que divertidos…