Karen
Quintana es la autora de la celebrada foto que muestra a un veterano del Chaco
y a su esposa, radiantes de felicidad, al recibir de regalo una vivienda en su
cumpleaños número 100. La estudiante de comunicación relata la conmovedora
historia humana que vivió detrás de esa imagen.
Por Andrés Colmán Gutiérrez -
@andrescolman
"Yo ni siquiera tenía lugar desde
donde sacar la foto. Llegué tarde y todos los otros colegas periodistas ya
estaban ubicados dentro de la habitación, esperando que se desate la cinta de
inauguración. Solo quedaba la cama vacía, así que me acosté allí, apunté la
cámara y vi las sonrisas de oreja a oreja que iluminaban los rostros de la
pareja de ancianos. Apreté el disparador. ¡Era la viva imagen de la
felicidad...!".
Así
resume Karen Fabiola Quintana el momento mágico que logró capturar con una
fotografía, en la que aparecen el ex combatiente de la Guerra del Chaco, José
Anacleto Escobar y su esposa, Cayetana Román, en el momento de ingresar a su
nueva casa, que le fue regalada por la Gobernación de Ñeembucú, el pasado 5 de
enero, el día en que el veterano cumplió 100 años de edad.
La foto
fue distribuida a las redacciones de los medios de comunicación desde el Centro
de Prensa de la Gobernación, publicada en la mayoría de los diarios impresos y
sitios web de noticias, reproducida en un despacho internacional de la agencia
EFE, multiplicada por medios internacionales y redes sociales en internet. El
periodista Augusto Dos Santos, ex ministro de la Sicom, la calificó como
"la mejor foto del inicio del año".
Hasta
ahora no se había revelado el nombre del autor o de la autora de la foto. Bastó
una comunicación a Pilar para saber que la imagen fue captada por Karen
Fabiola, estudiante de periodismo y fotógrafa apasionada, funcionaria del
Centro de Prensa de la Gobernación de Ñeembucú.
Cuando
finalmente logramos contactar con ella, pudimos acceder no solamente a la
versión de cómo se tomó la foto, sino también a la conmovedora historia humana
que la fotógrafa pudo vivir, en el proceso de obtener la gráfica.
Los últimos ex combatientes Chacoré
"Todo empezó en setiembre de 2014,
cuando desde la Cámara de Diputados le encargaron al gobernador de Ñeembucú,
Carlos Silva, hacer llegar unas distinciones especiales a los últimos ocho ex
combatientes de la Guerra del Chaco que todavía estaban vivos, en todo el
departamento de Ñeembucú", relata Karen.
Ella,
como funcionaria del Centro de Prensa, es quien habitualmente acompaña al
gobernador para documentar las actividades oficiales, tomando fotos y
escribiendo reportes, y le tocó viajar en una gira que abarcó varias
localidades del interior del departamento, como Mburicá, Laguna Itá, Isla Umbú,
Mayor Martínez y finalmente, Pilar.
"Cuatro de los veteranos vivían en
localidades remotas y los otros cuatro en barrios de la capital departamental.
Encontramos que la mayoría vivían en buenas condiciones, hasta que llegamos a
la casa del señor José Anacleto Escobar, en el barrio Obrero de Pilar, donde la
situación que encontramos nos causó mucho dolor en el alma",
cuenta.
El
héroe del Chaco, entonces a punto de cumplir 100 años de edad, vivía con su
esposa en una casa de ladrillos sin revocar, con piso de tierra, con un techo
muy bajo y deteriorado, con paredes que transmitían mucho calor y humedad.
"Estaban almorzando un guiso blanco,
muy pobre. Todo ese cuadro que encontramos nos conmovió demasiado. Entonces el
gobernador se le acercó a la señora Cayetana, ya que don Anacleto tiene
problemas de audición, y le preguntó si aceptaría que la Gobernación le ayude a
construir una nueva casa. Ella le dijo que solo su marido podía decidir eso,
entonces le hizo la misma pregunta en voz alta, para que pueda entender, y el
veterano le miró desconfiado y le dijo en guaraní: 'Si ustedes van a hacer,
está bien, porque yo no tengo ningún recurso'",
recuerda Karen.
En
seguida, el gobernador dio instrucciones a sus colaboradores para que busquen
recursos y se dé inicio a la obra. La idea era que la casa pudiera estar
terminada para la Navidad, pero hubo atrasos y finalmente se pudo hacer la
entrega el día del cumpleaños de don Anacleto, que para mayor simbolismo
cumplía un siglo de vida el 5 de enero.
Sonrisas que trascendieron fronteras
Karen Quintana, la fotógrafa y estudiante de comunicación que obtuvo la ahora famosa foto, |
"Desde el principio, el ex combatiente
se mostró desconfiado, parecía que no creía mucho en las autoridades y en los
políticos. Recién cuando empezó a ver que se levantaban las paredes, empezó a
decir 'cierto ningo ra'e' (es verdad, había sido)",
relata Karen.
La
nueva casa fue construida en el terreno propio de la familia, al lado de la
vivienda original, que se mantiene intacta. La construcción es de paredes de
ladrillo y concreto, con pisos de cerámica, incluyendo un baño moderno y un
sistema de aire acondicionado. La gobernación les proveyó además de una nueva
cama y un ropero, entre otros equipamientos.
"El día del cumpleaños se le hizo una
verdadera fiesta a don Anacleto y a su esposa. Se les llevó una serenata con un
conjunto musical, que entonó canciones patrióticas como 13 Tuyutí y Che la
Reina. La pareja estaba radiante de felicidad, se les veía reír y llorar de
alegría, en todo momento", cuenta la fotógrafa.
La nueva casa que le regalaron a don Anacleto, al cumplir 100 años de vida |
Ella
tuvo que estar pendiente de varios momentos del acto y cuando llegó el momento
de cortar la cinta, para que la pareja ingrese a su nueva casa, Karen se metió
antes al interior, donde ya estaban varios otros fotógrafos y periodistas
preparados con sus cámaras para documentar el momento.
Cuando ingresó,
vio que sus colegas ya habían ocupado todos los mejores sitios desde donde
tomar la foto. Fue entonces cuando vio que solo quedaba el lugar donde estaba
la nueva cama de la pareja. Sin dudarlo, se descalzó, se acostó allí con su
cámara apuntado hacia la puerta.
"Tras desatar la cinta, don Anacleto y
doña Cayetana se dieron un beso, lo que llamamos 'un piquito', ante los
aplausos y las risas de todos. Yo no pude fotografiar ese momento, por la
posición incómoda en que estaba, pero sí pude captar el instante posterior,
cuando los dos se miraron a la cara y se mataron de risa de su propia travesura
y de su gran felicidad. Esa fue la escena que quedó inmortalizada y que al
parecer gustó mucho a la gente", narra.
La foto
se publicó en varios periódicos y sitios web del mundo, incluyendo el
prestigioso diario estadounidense The New York Times.
Karen
tiene 28 años de edad, es mamá de un niño precioso de dos años y se considera
una "aficionada" del periodismo y la fotografía, que empezó haciendo
locución en la legendaria emisora de Pilar, ZP 12 Radio Carlos Antonio López.
Fue redactora de medios digitales y hoy comparte en el Centro de Prensa de la
Gobernación con su jefe, Andrés Villalba y su compañera, Alejandra Acosta,
mientras se prepara para cursar el segundo año de la carrera de Comunicación
para el Desarrollo en la Universidad Nacional de Pilar.
"Hice cursos de fotografía, pero
quiero seguir aprendiendo. Nunca creí que esa foto iba a tener tanta
repercusión, incluso a nivel internacional. Tuve la suerte de poder captar un
momento muy especial de dos personas que se aman, que han vivido con muchas
privaciones y que ahora, en el final de sus vidas, se sienten felices por el
regalo y el reconocimiento que reciben. Me gusta compartir esa felicidad",
afirma.
De los ocho ex combatientes que quedaban vivos en Ñeembucú, uno de ellos ya ha fallecido recientemente. Otro de ellos, Antonio Veloso, de 99 años de edad, próximamente también recibirá de regalo por parte de la Gobernación de Ñeembucú de un sistema de aire acondicionado en su vivienda de Kambakuá, Isla Úmbu.
De los ocho ex combatientes que quedaban vivos en Ñeembucú, uno de ellos ya ha fallecido recientemente. Otro de ellos, Antonio Veloso, de 99 años de edad, próximamente también recibirá de regalo por parte de la Gobernación de Ñeembucú de un sistema de aire acondicionado en su vivienda de Kambakuá, Isla Úmbu.
La foto, publicada en el diario The New York Times. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario