Mabel Lozano y su equipo, grabando en la zona de la Triple Frontera de Paraguay, Argentina y Brasil. |
La
Policía española identificó a más de un millar de paraguayas como víctimas de
tráfico y explotación sexual, pero aquí no se habla de eso. Una compatriota
víctima de trata pudo ser salvada de una condena a muerte en China gracias a
una campaña solidaria, pero seguimos sin abordar la cuestión de fondo: Nuestras
niñas y mujeres –principalmente pobres y marginadas- siguen siendo “la materia
prima” más codiciada para un oscuro negocio que mueve 32 mil millones de
dólares al año. La excelente película documental Chicas Nuevas 24 horas, de Mabel Lozano, nos pone frente a ese
espejo de verdad incómoda, frente a esa cruda realidad que pretendemos ignorar.
Por Andrés Colmán Gutiérrez
@andrescolman
Sofía
está allí, recostada contra la pared de un frío túnel, en algún marginal punto de Madrid. Aunque su temblorosa
voz todavía de niña imita el característico tono de hablar de los madrileños,
es inevitable advertir detrás de ese barniz sonoro los ecos de su lengua
guaraní, el acento campesino que trajo desde su Atyra natal.
Sofía
es paraguaya y ahora tiene 17 años. Se fue a España cuando todavía era muy
chica, una niña indefensa ilusionada en tener allá un trabajo digno y ayudar
con el dinero a mantener a sus padres y a sus cinco hermanos más pequeños, pero
el sueño se convirtió en dolorosa pesadilla: Sofía acabó encerrada en un sótano
por su propia tía, la que le había ayudado a viajar, y que solo buscaba
entregarla a una red mafiosa de prostitución y explotación sexual.
Sofía, en la película Chicas Nuevas 24 horas. |
La
paraguaya Sofía es una de las principales víctimas de trata que ofrece su
testimonio en la película documental Chicas
Nuevas 24 horas, de la laureada cineasta española Mabel Lozano, que este
miércoles 29 de julio se estrena en avant
premiere en la sala del Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA).
Con
mucha valentía y dignidad, Sofia ha aceptado dar la cara ante la cámara y relatar
su historia sin maquillajes, aun sabiendo que eso pueda implicar que -según los
antivalores de nuestra cultura popular paraguaya- ella quede estigmatizada por
haber caído en las redes de la prostitución.
Como
también ha aceptado dar su testimonio en la misma película otra valiente mujer compatriota
que logró escapar de las redes de la mafia de trata paraguayo-española, Estela
Santander, quien hoy está haciendo todo lo posible para llevar a juicio oral a los
que la sometieron.
El trailer de la película.
Una película valiente.
Una animada
business speaker inicia una charla ante
el auditorio de un lujoso salón: Describe un potencial negocio que mueve 32 mil millones de dólares al año, en donde la materia prima no se agota y siempre
será codiciada.
Con
esta peculiar forma de narrar, que parodia a las conferencias motivacionales
del mundo empresarial, la cineasta Mabel Lozano nos introduce al submundo de la
trata, mostrándonos la verdadera cara de un floreciente negocio que trafica con
el dolor, con la necesidad, con los más bajos instintos del ser humano.
Rodaje en el Mercado 4 de Asunción. |
De
hecho, el principal ícono gráfico escogido por Mabel y su esquipo es el sello
de un código de barras, con el que nos marcaron durante la presentación del
proyecto en Paraguay, con la evidente intención de hacernos sentir en la piel
lo que significa que el ser humano sea tratado como simple mercadería de un
gran supermercado global.
La
cámara de Rafa Roche (el director de fotografía del film) recorre las calles de
pueblos y ciudades del Paraguay, Argentina, Perú, Colombia y España, mostrando
lo que generalmente no vemos: el infame tráfico que se alimenta de las más indefensas,
de la lacerante realidad de pobreza y marginación.
Esta es
la tercera película documental de Mabel Lozano, que cierra su trilogía sobre la
trata. Las anteriores, Voces contra la
trata y Escúchame, abrieron el
debate sobre un tema con el que muchos se horrorizan, pero son pocos los que
están dispuestos a hacer algo para que esto cambie.
Una colaboración cercana.
Hace
más de un año recibí un primer correo de Mabel Lozano, desde Madrid. Me contaba
que había leído algunos reportajes investigativos míos sobre la trata de
personas entre Paraguay y España, me habló del proyecto de su nueva película y
me pidió ayudarla, incluso que aparezca en el filme.
Así empezó
una colaboración cercana en el proyecto. Varios de mis reportajes se difundieron
en la página web de Chicas Nuevas 24 horas, les ayudé con algunos contactos y
finalmente me sumé al rodaje y la presentación en Paraguay.
Con Mabel Lozano y Rafa Roche, en Asunción. |
El
hecho de que la co-producción en nuestro país haya sido asumida por los chicos
de Puatarará Films hizo aún más grata la experiencia. Con el equipo de Osvaldo
Ortiz Faiman hemos trabajado además en el filme documental Desmontando
Curuguaty, que él dirigió y del cual soy guionista.
Empecé
a involucrarme periodísticamente con el tema de la trata en 2003, con el caso
de L. R., una chica de Independencia, Guairá, que logró escapar de una red
mafiosa que la llevó con engaños a España, para obligarla a prostituirse. Ella
pudo escapar de su encierro con la ayuda de un cliente y retornar al Paraguay,
donde fue la primera en denunciar este oscuro negocio. Con la investigación que
abrimos a partir de su caso pudimos hallar a varias otras víctimas y evidenciar
los tentáculos de la operación criminal.
En 2008,
a meses de haberme instalado en Ciudad del Este, al frente de la Redacción
Regional de Última Hora en Alto Paraná, tuve otra perspectiva. Había leído en
años anteriores unos estupendos reportes de mi colega y amigo Wilson Ferreira sobre
la trata en la zona triple-fronteriza y con su asesoramiento iniciamos con la
compañera Sofía Masi Verón una serie de reportajes investigativos, que
publicamos a partir del 13 de enero de 2008, con el título Trata y explotación
sexual de menores de edad en la Triple Frontera.
Nuestro primer reportaje, en 2008. |
A través
de la organización regional Ceapra, pudimos contactar con Graciela, una chica
de 16 años de edad a la que habían llevado bajo engaños, con otras dos chicas
menores, supuestamente para trabajar como mozas en un restaurant de Puerto
Esperanza, Misiones, Argentina, pero acabaron encerradas como prisioneras en un
galpón y fueron obligadas a prostituirse.
Rehicimos
el camino que las tres chicas anduvieron hacia su propio infierno. Cruzamos en
canoa el río Paraná desde la paraguaya localidad de Puerto Irala, a 70
kilómetros al Sur de Ciudad del Este, hasta la argentina Esperanza, en la misma
canoa en que ellas fueron llevadas, sin pasar por ningún control, pagando solamente
5 pesos (en ese momento 7.500 guaraníes) por la travesía.
La
serie de reportajes se publicó durante dos semanas, incluyendo testimonios de
mujeres víctimas que habían sido llevadas a España, y tuvo mucha repercusión internacional.
Varios equipos de televisión internacional como Infinito, TVE, Telecinco, nos
contactaron y vinieron a realizar programas especiales.
Estela Santander con Mabel Lozano, en Ciudad del Este, |
En
abril de 2010 publicamos el testimonio de Estela Santander, la valiente mujer
que pudo huir de la misma red mafiosa, y que desde entonces está decidida a
llevar a proceso judicial a sus tratantes, a pesar de los múltiples intentos en la
Justicia alto paranaense porque no se realice el esperado juicio oral. Estela
es otra de las protagonistas claves en la película de Mabel.
La situación sigue…
Desde
entonces, la situación no ha variado mucho. Esta sigue siendo una de las
regiones del mundo donde más se reclutan mujeres niñas, adolescentes y adultas,
para el gran mercado internacional de la prostitución. Por la dura realidad de
pobreza y de ignorancia en que viven miles de familias, pareciera que hay como
un inmenso cartel globalizado, que dice: “Se venden niñas, tratar en Paraguay”.
La historia de Estela Santander. |
Aunque
a nivel gubernamental local se ha incrementado mediáticamente la acción contra
la trata, la situación no ha cambiado mucho. Hay mucha mentira e hipocresía. Se
gastan millones en realizar congresos, seminarios, conferencias, estudios,
encuestas, investigaciones, confeccionar y distribuir publicaciones, carpetas,
folletos, afiches, cedés y devedés promocionales… que repiten lo mismo de
siempre, pero casi nada se hace para atacar los puntos críticos de la frontera,
por donde numerosas niñas y adolescentes mujeres paraguayas siguen siendo
llevadas ilegalmente, para ser sometidas a una inhumana explotación sexual en
los prostíbulos de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Perú, México, Estados
Unidos y España, principalmente.
Hay
esfuerzos heroicos y casi solitarios, como los de la fiscala Teresa Martínez,
que son reconocidos en la película de Mabel. Pero sin recursos suficientes, sin
verdadera voluntad política, la cuestión de fondo permanece inalterable.
Chicas
Nuevas 24 horas, es una película que nos desnuda en la pantalla grande,
permitiendo dar mucha más visibilidad al drama que aquí seguimos escondiendo
bajo la alfombra. Porque en realidad el tráfico de niñas y mujeres con fines de
explotación sexual está también muy vinculado a otras actividades del crimen
organizado, como el narcotráfico, el contrabando, el tráfico de armas, el
lavado de dinero y sus profundas ramificaciones en el poder político y en todos
los poderes de nuestro Estado. Lo que ahora llamamos narcopolítica.
Por
todo eso, hay que ver la película de Mabel Lozano.
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Les
dejo algunos enlaces a los reportajes publicados:
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