-Supe tener una china a la que yamaban La Altiva. La eché del rancho porque me sirvió un mate frío -cuenta Inodoro Pereira.
-¿Descuidada...? -le
pregunta su inseparable perro Mendieta.
Y el
gaucho más famoso de la historieta argentina responde:
-No, paraguaya. Endijpué me enteré que lo
que me había servido era tereré.
***
Una y
otra vez, las referencias a la cultura paraguaya aparecen en la obra del gran
escritor y humorista gráfico rosarino Roberto Fontanarrosa, quien el 19 de
julio de 2007 apagó su lápiz genial para inscribirse en el gran libro de la
inmortalidad artística.
Ahora
se sabe: El Negro estuvo en Asunción
al menos una vez, en su rol de fanático hincha de fútbol, para ver un partido
entre las selecciones del Paraguay y Argentina.
Casi
seguro que fue el 6 de julio 1997, en las eliminatorias para la copa del mundo
Francia 98, cuando los argentinos nos ganaron en nuestra propia cancha por 2
goles contra 1.
Tímido
y huidizo, se mantuvo casi de incógnito, para desgracia de sus muchos
admiradores, a quienes nos hubiera encantado arrastrarlo a algún céntrico bar
asunceno. No hubiera sido el mítico El Cairo de su Rosario natal, sede oficial
de la mesa de los galanes (el grupo
de amigos que congregaba semanalmente para dejar fluir "la insoportable levedad de la conversación"), pero le
hubiéramos robado más de una historia para compartir.
El
propio Fontanarrosa contó después, en la entrevista con Brigitte Colmán, de la
revista VIDA de ÚH, que desde el hotel acompañó a los periodistas de Clarín al
aeropuerto Silvio Pettirossi para recibir a los jugadores argentinos, y se
quedó asombrado cuando los hinchas paraguas les gritaban: "¡Comegatos!". Hacía poco había estallado la noticia de
que los pobladores de una villa marginal de Rosario cazaban gatos para engañar
al hambre.
El Negro hizo alusión al
episodio en su célebre ponencia sobre las malas palabras, en el Congreso de la
Lengua, en Rosario, en el 2004: "Me
ha tocado vivir, cuando he tenido que acompañar a la Selección Argentina a
partidos en Latinoamérica. El intercambio que hay en esos casos de este
lenguaje es de una riqueza notable; es más, en Paraguay nos decían 'comegatos'
que es, estrictamente para los rosarinos, un rosarinismo".
Roberto
Goiriz y Nico Espinoza estuvieron a punto de lograr que venga para el primer Chake!, la Muestra Paraguaya de la
Historieta y el Humor Gráfico, en el 2000.
Fontanarrosa
había dicho que sí, pero a último momento surgió un inconveniente y canceló su
visita. En cambio, sí vino en su lugar Cristobal Reynoso, el popular Crist, su
amigo y colega más querido, a quien El
Negro prácticamente nombró su heredero, al pedirle que dibuje sus guiones
para su viñeta diaria en Clarín, y su página semanal en la revista Viva, cuando
la enfermedad ya no le permitió mover la mano.
Ahora, cuando
en la mesa de los galanes de El Cairo hay una silla irremediablemente vacía,
ahora que don Inodoro se pasea sin consuelo por la Pampa telúrica y el Mendieta
aúlla su tristeza a la luna, y hasta Boggie
el aceitoso no puede ocultar una lágrima en su duro rostro de mercenario
insensible y sin corazón, ahora, desde esta isla rodeada de tierra, solo cabe
rescatar estas viñetas que nos dibujan y nos reflejan, en homenaje al gran
maestro.
-¡Que lo parió..!
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