Cómics


Las destinadas de Yhú

Hace un siglo y medio, el Paraguay fue víctima de otro virus tanto o más jodido que el Covid-19. Se llamaba Guerra de la Triple Alianza. Entre sus muchas víctimas, se encontraba un numeroso grupo de personas, principalmente mujeres, a quienes se las recuerda (muy poco) por el curioso nombre de Destinadas. Eran la otra cara de las también curiosamente llamadas Residentas, a quienes se recuerda como sacrificadas mujeres que acompañaron y apoyaron la marcha del Ejército del mariscal Francisco Solano López.

A las Destinadas se las consideraba traidoras, por ser principalmente esposas, madres, hijas, parientes, de quienes habían sido acusados (con fundamentos o no) de oponerse o de conspirar contra la causa de López. Los familiares cargaban también con la culpa de los acusados y eran confinados (destinados) a lugares remotos, permaneciendo en una especie de cárcel sin murallas.

A inicios de 1889, cuando la Guerra ya estaba en su fase final, desde el Campamento de Azcurra, el mariscal López decidió que unas 2.021 personas, principalmente mujeres, ancianos y niños, fueran enviadas a Yhú (mi ciudad natal), entonces un remoto poblado, ex estancia jesuítica, en el actual departamento de Caaguazú. En el grupo estaba incluida la propia madre del mariscal, Juana Pablo Carrillo, junto a sus hermanas, pero finalmente decidió que ellas se queden en Azcurra.

Las primeras Destinadas llegaron a Yhú en enero de 1889 y el grupo mayor en marzo. El juez local las ubicó en un desolado sector en las afueras, conocido como Isla Pakova (por ser como una isla boscosa en medio del campo, con muchas plantas de banana), donde corre un pequeño arroyo y hay bellas cascadas. Les entregó semillas para que cultiven su propio sustento. Les dijo que podían moverse libremente hasta una legua a la redonda (cerca de cinco kilómetros), pero que si se iban más lejos se les consideraría desertores y serían ejecutados (“lanceados”).

Los pobladores de Yhú tenían la prohibición expresa de no relacionarse con las destinadas, bajo pena de ser consideradas cómplices de las traidoras, pero la solidaridad pudo más que las barreras. Los testimonios de la dama francesa Madame Dorotea Dupratt de Laserre rescata sobre todo el gesto de una pobladora, María Ana Paredes, quién desafió a la autoridad para ayudarla a ella y a su anciana madre.

Entre las Destinadas de Yhú se encontraban Dolores Urdapilleta Carísimo, madre del luego destacado historiador Juan E. O’Leary, reivindicador de la figura del Mariscal López; también algunas de las llamadas cautivas de Corrientes; Concepción Domecq, esposa del coronel Juan Francisco Decoud y madre de Juan José y José Segundo Decoud; y la francesa Madame Dorotea Dupratt de Laserre, quien dejo testimonio escrito de lo sucedido, además de Encarnación Bedoya y Silvia Cordal. También acompañaba al grupo el padre del obispo Manuel Antonio Palacios, el anciano Francisco Palacios, quien falleció en Yhú.

Esta historia permaneció durante mucho tiempo olvidada o perdida. En la escuela nos contaban la versión de que Yhú fue fundado recién en 1904 por el terrateniente español Daniel García, ocultándonos la historia del Yhú anterior que ya existía como tava guaraní incluso antes de la llegada de los europeos. Cuando leí los relatos de Madame Dorotea y de José Segundo Decoud, sentí que allí había una rica historia a ser rescatada. Empecé a preguntar a los antiguos pobladores y aunque muchos hablaban de un lugar llamado Destinada Campamento kue, nadie sabía precisar el sitio exacto.

Con los primeros datos escribí este cómic, titulado justamente Destinadas, que el amigo y compañero Enzo Pertile dibujó de manera magistral (como todo lo que él hace), que publicamos en el álbum Epopeya Guerra Guasú, que Javier Viveros y Fabián Chamorro editaron en 2016. La historia tuvo mucho impacto y en Yhú, el actual intendente, Arturo Jara Espinoza, se dispuso como meta encontrar el sitio exacto en el que estuvo el campamento de las destinadas. Con ayuda de su padre, Eladio Jara, finalmente pudieron ubicar el sitio, en las afuera de la actual ciudad. Tras intensas gestiones, logró que el Indert y los pobladores del asentamiento campesino Teko Pyahu (ya que el sitio es parte de una reserva del asentamiento) permitan que se transforme en un parque histórico.

El complejo Parque Histórico Isla Pakova se inauguró en octubre de 2019, en el marco de las fiestas patronales de Yhú. Las obras, construida con recursos municipales, bajo la dirección del arquitecto Daniel Irrazábal, comprende un gran mural artístico realizado por el reconocido artista muralista correntino Jorge Aguirre Soto, con escenas de la odisea de las Destinadas y Residentas durante la Guerra Guasu e imágenes que resaltan el heroísmo y el espíritu solidario de las mujeres paraguayas. Lleva como leyenda resaltada las palabras del Papa Francisco: “Mujer paraguaya, la más heroica de América”. También la inscripción: “En homenaje a María Ana Paredes”. El espíritu de la obra es rendir honor tanto a las Destinadas que estuvieron en Yhú, como a las Residentas de Yhú y San Joaquín que marcharon juntas, y a las acciones de solidaridad por parte de las pobladoras, por encima de las diferencias políticas de la época, con actitudes humanistas que deben ser rescatadas y valoradas por las nuevas generaciones.

El Mural será parte de un anfiteatro para actos y conciertos, con una escalera y terraza mirador para admirar las bellas cascadas del arroyo Pakova –de sorprendentes aguas cristalinas, que también tienen un valor histórico, porque eran utilizadas por las destinadas para surtirse de agua potable y para el aseo personal–, áreas de senderismo, circuitos de recorrido por el bosque, zonas para baños, atracciones para deportes de naturaleza, además de un sistema de tirolesa. Y allí, en torno al mural, están las páginas de este mismo cómic para relatar la historia de María Ana Paredes, cuyo nombre lleva ahora la calle que conduce al lugar, en cuya entrada hay una avenida de árboles de banano.

Cuando concluya esta cuarentena, programen una visita a este sitio nuevo sitio encantador, cuyos detalles pueden observar en la página de Facebook: Parque Histórico Isla Pakova – Yhú

Mientras tanto, disfruten de este cómic para leer en cuarentena.


(El mismo consejo: si leen desde la compu de escritorio o una notebook, agranden un poco las páginas en la pantalla. Si lo hacen desde la aplicación en el celu, den click sobre la página para que ocupe toda la pantalla. A continuación, sigue el cómic sobre la iniciación sexual de Roa Bastos en la Guerra del Chaco).












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La iniciación sexual de Roa Bastos en la Guerra del Chaco




En 1933, a la edad de 16 años, Augusto Roa Bastos se escapó con algunos compañeros del Colegio San José, de Asunción –en donde estaba internado y viajó a bordo de un buque hasta Puerto Casado, en busca de aventuras, con la intención de enrolarse para pelear en la Guerra del Chaco contra Bolivia.
Por su edad no le permitieron llegar hasta el frente y lo relegaron a la retaguardia, a ayudar en hospitales y cocina como “tambovera”, auxiliar de limpieza y todo-oficio.  

Fue allí en donde tuvo su primera relación sexual con una enfermera, según lo confesó a su amigo y colega, el escritor Rubén Bareiro Saguier, en una entrevista publicada en libro.

Su vivencia detrás de las trincheras le permitió experimentar de cerca la dura realidad de la guerra, vivencia que años después plasmaría en su novela Hijo de Hombre, principalmente en el relato Misión, que también rinde culto al relato La Sed, del escritor boliviano Augusto Céspedes.

La anécdota de la incursión adolescente del Supremo Escritor resultaba muy tentadora para narrarla en el cómic, incorporando a los personajes de Hijo de Hombre. Aquella enfermera debía ser la legendaria Salu’i, quien había perdido a su amado chofer Cristóbal Jara, y era inevitable que Augusto conociera personalmente al herido teniente Miguel Vera, el único sobreviviente de aquel pelotón perdido tras las trincheras enemigas.

El trueno entre las sábanas, con guion de un servidor y dibujos del maestro Juan Moreno, se publicó en el álbum Epopeya Binacional, que reunió historietas de autores paraguayos y brasileños, bajo la dirección de Javier Viveros.

Esta es la obra con la que inauguramos esta nueva sección de Cómics para leer en cuarentena, en el blog, que estaremos enriqueciendo con otras obras gráficas, con libre acceso para los lectores. También lo puede encontrar, junto a obras de otros colegas, en este sitio web

(Un consejo: si leen desde la compu de escritorio o una notebook, agranden un poco las páginas en la pantalla. Si lo hacen desde la aplicación en el celu, den click sobre la página para que ocupe toda la pantalla. Que disfruten).

El trueno entre las sábanas

Guion de Andrés Colmán Gutiérrez
Dibujos de Juan Moreno












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