Me
cuesta recordar con precisión cuando empezó está historia...
Podría
haber sido allá por 1974, cuando con un grupo de compañeros y compañeras del
Colegio Nacional Salto del Guairá editábamos un periódico estudiantil con un
viejo mimeógrafo...
O
quizás en 1975, cuando a la edad de 14 años empecé a conducir un breve programa
radial al mediodía en ZP 27, Radio Mbaracayú, en la ciudad de Salto del Guairá,
que me llevó a ser demorado por primera vez en la Delegación de Gobierno porque
a las autoridades no le gustaron mis críticas contra el entonces dictatorial
gobierno...
Lo
que sí tengo bien presente es que, tras haber llegado a Asunción para estudiar
periodismo en la UNA, el 1 de junio de 1979, con sólo 17 años de edad, empecé a
trabajar en la vieja Redacción de Última Hora, sobre la calle Benjamín Constant
658, en una estrecha sala poblada de veteranos románticos, entre el humo de los
cigarrillos y el tecleteo incesante de las máquinas de escribir. Sé que ese fue
el momento en que se inició mi carrera profesional de periodista, por tanto
hoy, sábado 1 de junio de 2019, se cumplen exactamente 40 años.
Me
hubiera gustado conmemorar esta fecha con ustedes con un libro que recopile
algunos de los artículos, reportajes y crónicas más rescatables de lo que
públiqué en todos estos años, matizado de anécdotas, historias, revelaciones...
pero el intenso trajín de estos últimos meses no me permitió realizar una
selección satisfactoria. Les sigo debiendo ese libro para más adelante.
Así
que hoy, al cumplir 40 años de periodismo en el Paraguay, sólo me queda
agradecer a todos los lectores y lectoras que me han acompañado y me siguen
acompañando desde el otro lado de las páginas o de las pantallas, a quienes
perdonan mis errores y multiplican los logros, a quienes me dan señales de que
esta tarea sigue siendo necesaria como un servicio social para construir y
defender cotidianamente la libertad y la democracia.
A pesar de
que nuestro oficio atraviesa una época de crisis y de necesaria revisión ética,
el periodismo me ha permitido sentirme parte de un pueblo, de una nación, de
una colectividad en proceso de búsqueda de un mejor destino. Si tuviera que
volver a elegir una profesión, elegiría la misma, porque como pocas permiten
conocer profundamente la naturaleza humana, las luces y sombras de la vida, el
sentido de ser habitante de una patria llamada humanidad.
¡Muchas gracias por
estos 40 años y salud...!