El fundador de la TV paraguaya, Carlos Morínigo Delgado, recibe un diploma por su tarea pionera. |
El primer canal nació como empresa privada, el 29 de
setiembre de 1965, apadrinado por el hijo del dictador. Hasta la caída del régimen,
en 1989, no tuvo espacios para voces críticas. Con medio siglo de memoria
audiovisual atesorada, hoy ofrece diversidad de propuestas con la necesidad de
evolucionar al formato digital y responder mejor a los nuevos desafíos de la
sociedad paraguaya.
#CrónicasDeLaMemoria
Por Andrés Colmán
Gutierrez –@andrescolman
Una leyenda en el medio periodístico televisivo sostiene que
fue un episodio vergonzoso, vivido por el dictador Alfredo Stroessner con su
colega brasileño, Humberto Castelo Branco, en uno de los actos previos para
definir la construcción de la represa de Itaipú, el que decidió la creación de
la televisión paraguaya.
Según la versión, durante el encuentro había varias cámaras
filmando la escena, y en un momento dado, el presidente brasileño le preguntó a
Stroessner: "¿Esto saldrá en la televisión del Estado paraguayo?".
El dictador paraguayo respondió que sí, con un gesto
incómodo, sin animarse a reconocer que el Paraguay no tenía aún un solo canal
televisivo.
Siempre según esta versión, apenas culminada la ceremonia,
se puso en contacto con un empresario amigo suyo, Carlos Morínigo Delgado, y le
encargó que inicie las gestiones para montar el primer canal de televisión en
el país.
Aníbal Orué Pozo, docente e investigador en temas de
comunicación, destaca que la estrategia del dictador Stroessner y sus
colaboradores fue crear un canal televisivo como una empresa privada, pero
controlada por el régimen.
"Es importante destacar que la televisión en Paraguay
no fue iniciativa de y desde el Estado; a diferencia de algunos países de
América Latina, desde un inicio estuvo en manos de la empresa privada, uno de
los puntales del stronismo", sostiene.
Para ello, Stroessner recurrió a la figura de Carlos
Morínigo Delgado, quien en 1961 era presidente del Centro de Importadores del
Paraguay, una entidad que mantenía mucho prestigio y que incluso tenía cierta
pluralidad política en su comisión directiva. Morínigo Delgado era primo de
Ligia Mora Delgado, la esposa del dictador.
"Es importante entender todo el proceso de constitución
y emergencia de la televisión en Paraguay, como otro de los tantos momentos de
sectores empresariales negociando y asociados al poder político –en este caso
Stroessner– para el desarrollo y emergencia de una industria cultural en el
país", destaca Orué Pozo.
"Nadie tenía un
televisor en el país"
En realidad, Morínigo Delgado llevaba años insistiéndole a
Stroessner y sus colaboradores sobre la necesidad de instalar un canal de
televisión en el Paraguay, pero no le hacían mucho caso, hasta que se produjo
el reclamo del mandatario brasileño.
María José Morínigo, nieta del pionero empresario
televisivo, recuerda que "sus amigos y parientes lo tildaban de loco,
cuando él comentaba que quería traer la televisión al Paraguay".
"Obvio, en esa época nadie tenía un televisor en todo
el país. Por más que traiga la TV, ¿quién lo vería? Por más que le hablen y que
traten de convencerlo de que no lo haga, él igual viajó a Alemania, a Francia,
a Argentina e investigó, trajo gente de allá, preparo gente acá. Hizo realidad
su sueño", destaca María José.
La historia oficial sobre los inicios de la televisión
paraguaya difiere un poco de la que cuentan otros investigadores. La versión
del Sistema Nacional de Televisión, actual empresa que continúa a aquella
pionera Canal 9 TV Cerro Corá, señala que fue una iniciativa privada, armada
por un grupo de empresarios, sin
mencionar ninguna injerencia política de la dictadura stronista.
Estudio de Tele 9 Club, uno de los primeros programas de la TV paraguaya. |
Arístides Ortiz, periodista e investigador, sostiene, sin
embargo, que el canal se montó directamente con la intervención del hijo del
dictador, el coronel Gustavo Stroessner, a quien en la práctica muchos
consideraban el verdadero propietario, junto con el secretario de Stroessner,
Mario Abdo Benítez, "con las fáciles exenciones fiscales y el apoyo del
Estado stronista".
Otro hombre fuerte de la directiva del primer canal fue
Ángel Peralta Arellano, quien fue el primer secretario de Stroessner cuando el
mismo asumió el Gobierno en 1954.
"Bajo la protección de Stroessner, se constituye la
empresa en el año 1963, siendo presidente de la misma, Carlos Morínigo Delgado",
coincide Aníbal Orué Pozo.
Las primeras
transmisiones
A las 19.00 del 29 de setiembre de 1969, Canal 9 TV Cerro
Corá inició su emisión, con señal en blanco y negro, desde un precario estudio
instalado en el edificio del Instituto de Previsión Social (IPS), en las calles
Pettirossi y Constitución.
El primer estudio estaba ubicado en un diminuto pasillo,
donde también estaban el transmisor y la antena, instalados por técnicos
contratados de la Argentina, quienes formaron al personal paraguayo.
Ricardo Sanabria fue el primer presentador que irrumpió en
un centenar de hogares, que habían adquirido los novedosos y enormes primeros
televisores.
El primer programa, presentado por Sanabria, era el acto de
inauguración del canal, al cual asistió el propio presidente Alfredo
Stroessner. Enseguida se emitió el primer material grabado, un documental sobre
"los beneficios que trae la televisión", narrado por el locutor
Rodolfo Schaerer Peralta.
Fuera de cámaras, las primeras voces que se oyeron fueron la
del propio Carlos Morínigo y de Edith Victoria Ruiz Díaz, una joven locutora
que entonces tenía solo 16 años. Luego se agregaron al plantel Carmen Díaz
Fares de Sanabria, Pablo R. Benítez, Vidalida Cristaldo de Delgado y Édgar Von
Lucken.
Cuando comenzaron las primeras trasmisiones, que eran de 2
horas al día, la pasión del principal directivo de Canal 9, Carlos Morínigo
Delgado, "era recorrer las calles de Asunción y ver que en una casa de
cada barrio había un televisor y que la gente que lo tenía, -porque eran pocas
familias las que en ese entonces podían tener un televisor- lo quitaban a la
calle y todo ese barrio se reunía para ver esas dos horas de transmisión. A él
le encantaba ver a la familia reunida. Él con eso era muy feliz", recuerda
su nieta, María José Morínigo.
Siete meses después, en abril de 1966, el estudio de
transmisión se amplió, mudándose del pasillo de la azotea a una sala en el séptimo piso del edificio.
El canal producía un noticiero de cinco minutos diarios,
donde solo se leían noticias ante cámaras, hasta que se agregaron dos
producciones que se volverían legendarias: Sucesos Paraguayos, realizado por
Prisciliano Sandoval, y Paraguay al día, de Alfredo Lacasa Arellano, que
incluían reportes filmados en celuloide súper 8, principalmente de actos
oficiales.
Bat Masterson, Los Acuanautas, Lassie y Los Picapiedra,
fueron algunas de las primeras series extranjeras, que pronto despertaron la
pasión de los televidentes.
Entre los primeros programas nacionales se destacó el Tele
Nueve Club, dedicado a los niños, con la conducción de Edith Victoria.
El Show de Jacinto Herrera con el popular actor que
triunfaba en Argentina; los Jueves de Gala con Mercedes Jané y Mario Prono;
Buscando la letra con Carmen Maida y Rodolfo Schaerer Peralta, fueron algunos
de los programas más populares. Posteriormente se iniciaría el noticiero
nocturno Hora 20, conducido por Héctor Velázquez y Susana Ibáñez Rojas.
En 1966 se transmitió la primera "telenovela en vivo", en realidad una obra de teatro
televisada,Una noche en familia, con Mario Prono, Mercedes y Stella Marys Jané
y Luis D'Oliveira, quien entonces tenía solo doce años de edad.
En 1978, se realizan las primeras transmisiones de imagen en
color con los partidos del Mundial de Fútbol de la Argentina, época en que se
inaugura la Estación Terrena de la Antelco, en Areguá, que permite recibir las
primeras emisiones vía satélite.
Posteriormente, el canal fue instalando dos repetidoras en
el interior de país: Canal 7 en Encarnación, Itapúa, y Canal 8 en Presidente
Franco, Alto Paraná, que emitían la
señal de Asunción, aunque en algunos momentos producían programas locales
propios.
La apropiación de un
terreno público
"En 1973, previo visto bueno de Gustavo Stroessner,
Morínigo Delgado se apropió de alrededor de 130 metros cuadrados del predio del
parque Carlos Antonio López, en el barrio Sajonia, para asentar la nueva sede
de Canal 9", sostiene Arístides Ortiz.
El investigador apunta que el empresario pionero de la
televisión paraguaya "no necesitó pedir permiso a las autoridades
municipales, ni firmar papeles de compraventa, ni registrar el título de la
propiedad ante escribanía. Sencillamente, empezó a construir la sede del canal,
que es el lugar donde funciona hasta hoy".
Durante todo este tiempo de funcionamiento, según Ortiz, el
canal recibía periódicamente las visitas de Gustavo Stroessner y del secretario
de la presidencia, Mario Abdo Benítez.
"Los primeros trabajadores del canal recuerdan las
recorridas de don Mario Abdo por las instalaciones del medio, sus precisas
instrucciones periodísticas, y sus órdenes políticas, igual que las de Gustavo.
Cuentan que una vez don Mario instruyó personalmente a uno de los presentadores
para que dé el tono y el ritmo apropiados a las lecturas informativas
diarias", destaca Ortiz.
La imagen que
enmascaraba la realidad
Durante gran parte de las primeras décadas de la televisión
paraguaya, el férreo control sobre su contenido, establecido por la dictadura
stronista, no permitió ninguna apertura de voces críticas, como sí existían y
se iban instalando paulatinamente en
algunas radioemisoras y, principalmente, en los más importantes órganos de
prensa escrita.
"Desde aquel año de inauguración hasta 1989 pasaron 24
años en los que el Canal 9 se mantuvo sirviendo al Gobierno dictatorial y a sus
dueños económicos, que obtenían réditos importantes. Años durante los cuales
construyó los inicios de la historia televisiva y audiovisual de este país,
ocultó los crímenes de la dictadura y atacó a sus opositores", apunta
Arístides Ortiz.
El 11 de febrero de 1981, la historia de la televisión
paraguaya tuvo otro momento importante, cuando el empresario Nicolás Bo Parodi
inauguró Teledifusora Paraguaya S.A, Canal 13, el segundo canal de aire
instalado en el país.
Nicolás Bo era considerado un cercano e incluso socio
comercial de la familia Stroessner y el nuevo canal también mantuvo una línea
editorial muy oficialista, como medio propagandístico afín al régimen.
"Un punto importante y que merece un estudio separado
es el siguiente: la empresa TV Canal 9, Cerro Corá, fue líder indiscutible de
audiencia hasta la caída de la dictadura en febrero de 1989. La segunda empresa
de televisión surge en Paraguay, en 1981, de manos del empresario Nicolás Bo,
también perteneciente al entorno de Stroessner. Sin embargo, esta empresa,
Teledifusoras Paraguayas, no consiguió destronar a la primera, Canal 9, del
sitial de preferencia con la audiencia", destaca Aníbal Orué Pozo.
Golpe de Estado, también
en la televisión
Tras el derrocamiento de la dictadura stronista con el golpe
militar encabezado por el general Andrés Rodríguez, el 3 de febrero de 1989, el
panorama de la televisión paraguaya cambió radicalmente.
En la propiedad y conducción de la televisora pionera del
barrio Sajonia, Canal 9 TV Cerro Corá, también hubo un golpe de Estado.
Así lo relata Arístides Ortiz: "Dicen que dos o tres
días después de la caída de Stroessner, apareció en las oficinas del canal
Alcides Riveros, entonces próspero empresario importador y actual propietario
de Radio 1 de Marzo, quien fungió por unos cuantos meses como
administrador".
"Luego aterrizaron al medio con todas las pompas Mirtha
y Gustavo Saba, hija y yerno respectivamente del nuevo presidente, Andrés
Rodríguez. El antiguo dueño (Morínigo Delgado) seguía yendo al canal, pero cada
vez en forma más esporádica. Hasta que dejó de ir. Nadie sabe qué paso con su
condición de accionista mayoritario del canal. Simplemente desapareció. En
1991, para sacarse de encima el polvo levantado por los demás medios de
comunicación, Mirtha y Gustavo Saba declararon públicamente que ellos habían
comprado la mayoría de las acciones que pertenecían a Morínigo Delgado, que
todo era legal", destaca.
Unos 7 años después de aquel desembarco de los nuevos
dueños, los vientos políticos dejaron de favorecerlos.
"Durante las internas
coloradas para la elección del candidato presidencial de la ANR realizadas en
1998, los Saba apostaron fuerte por la candidatura de Luis María Argaña. La
victoria de Lino Oviedo les dejó en una difícil situación y más aun cuando
Oviedo, mediante terceros, les avisó que debían ir despidiéndose del canal cuya
propiedad obtuvieron sin mucho esfuerzo. Sabiendo que Oviedo hablaba en serio,
para 1999 vendían el canal al actual propietario, el mexicano Ángel El Fantasma
González", relata Ortiz.
La misma historia la cuenta de este modo Aníbal Orué
Pozo: "En 1989, sectores
estrechamente ligados al golpe que derrocó a Stroessner se 'apropian' del Canal
9 TV Cerro Corá, transformándolo en Sistema Nacional de Televisión, SNT. Pocos
años más tarde, y ante la imposibilidad de continuar sustentando económicamente
a la empresa -también algunos apoyos
políticos lo abandonan- este canal es nuevamente vendido, ahora al empresario
mexicano-norteamericano, Ángel González, dueño de una red de emisoras de radio
y televisión en América Latina".
Otros canales, nuevos
desafíos
Con el inicio de la transición democrática, surgieron nuevos
canales de televisión de transmisión por aire.
El 11 de noviembre de 1997, el Grupo Vierci inauguró el
Canal 4, Telefuturo, que paulatinamente fue ganando una posición de liderazgo,
a través de su alianza con otros canales internacionales, como la mexicana
Televisa.
El 1 de julio de 2002 nacía Canal 2, Tevedos, inicialmente
relacionada con la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de
Cereales y Oleaginosa (Capeco) y teniendo como principal accionista al
empresario José Luis Manzoni Wasmosy, primo de quien fue presidente de la
República, Juan Carlos Wasmosy, y a cuyo Gobierno sirvió en su momento como
sostén propagandístico.
Luego, con varias dificultades económicas, debió cerrar por
un tiempo sus emisiones, para regresar con el nombre de Red Guaraní, en 2002,
esta vez liderado por el empresario y político Danny Espínola Durand, que le
dio un fuerte impulso a la producción de programas nacionales, aunque la
propiedad se mantenía en manos de Manzoni Wasmosy.
En 2003, el Canal 2 tuvo un nuevo giro, cuando los
propietarios aceptaron la propuesta de que sea administrado por un grupo
religioso, la Iglesia Evangélica Menonita, que le dio un cariz de "canal
de la familia", con noticias principalmente positivas y realizaciones que
no contuvieran violencia ni sensacionalismo.
En 2014, los propietarios del Canal 2 rescindieron el
contrato con la Iglesia Menonita y establecieron una nueva administración, con
participación del Grupo Vierci (propietaria de Telefuturo y La Tele).
En el 2005 se sumó el Canal 5, Paravisión, actualmente
propiedad de la misma empresa que maneja Canal 9 SNT, como las dos antiguas
repetidoras, los canales 7 y 8, que se convirtieron en canales nacionales de
aire (Paraná TV y Sur) del interior del país, a través de una polémica medida
otorgada en 2013 por el Gobierno de Federico Franco, al modificar una
legislación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL). En la
misma época, un canal de cable de Encarnación, MásTV, se convirtió en canal
regional de aire.
En setiembre de 2008 empezó a operar Canal 11 La Tele,
segundo canal de aire del grupo Vierci.
En mayo de 2011, durante el gobierno de Fernando Lugo,
empezó a operar el primer canal estatal paraguayo, en principio denominado TV
Pública y actualmente Paraguay TV. Es el primero en emitir una señal de alta
frecuencia (calidad HD) en formato digital, además de su señal análoga, pero ha
sufrido muchos embates políticos con los sucesivos cambios de Gobierno, lo cual
limita su crecimiento y audiencia.
Este 29 de setiembre, la televisión paraguaya cumple 50 años
de historia, con luces y sombras, con cuestionamientos y valoraciones
positivas, con un rico historial de imágenes y coberturas de este medio siglo
de la historia nacional, enfrentado al desafío de seguir cambiando y
desarrollándose ante los desafíos de una nueva época de imagen digital y
transmisiones on line, que exigen no solamente perfeccionar el acceso a la
tecnología, sino, principalmente, responder a los desafíos de una nueva
audiencia. Esta audiencia depende cada vez menos de los contenidos de sus
programadores, y decide libremente qué programas o emisiones ver, en qué
horarios y, si no le gustan, simplemente, establece sus propios contenidos
alternativos a través de las redes sociales o de las nuevas ofertas en
internet.