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Arlan,
celebrando el cumpleaños de su sobrina Maria Victoria, hijita de su hermana
mayor Neusa. Este viernes 3 de octubre no hay cumpleaños feliz con sus
familiares. / Foto: Gentileza |
Arlan Fick Bremm cumple sus 17 años de
edad, secuestrado por el EPP. No hay pruebas de vida, ni noticias de su
situación. En la mesa familiar solo hay una silla vacía, un triste sabor a
ausencia y a abrazos imposibles, una vela de cumpleaños que no se apaga. Como
la esperanza.
#CrónicasDeLaMemoria
Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman
Arlan
está allí, sonriente frente a una gran mesa con manteles blancos y rosados, en
cuyo centro se observa una gran torta con velitas. El joven está allí, parado
en medio de adornos y globos inflados, con inscripciones que dicen
"¡Felicidades!, mirando contento hacia la cámara fotográfica.
Lamentablemente,
la foto no es de ahora, sino de otro cumpleaños, hace algún tiempo atrás,
cuando la casa de los Fick Brem se llenaba con eco de fiestas y alegrías.
Era la
celebración de los 4 añitos de Clara Victoria, la hija de Neusa Fick, hermana
mayor de Arlan, con quien el joven posa feliz, cargando en brazos a su pequeña
sobrina.
Ahora,
solo reina el silencio...
"Esta
vez, no habrá celebración", le dice un vecino de los Fick a Estefanhy
Cantié, periodista de la revista Teveo, quien llegó hasta Paso Tuyá,
Concepción, para retratar ese enrarecido ambiente de tristeza, miedo, dolor,
aprestos militares y mucha añoranza por el joven ausente. Su informe compone el
reportaje de tapa en la última edición de la revista.
En Paso
Tuyá nadie acepta hacer declaraciones periodísticas, ni aparecer en
fotografías.
Hay
silencio. Miedo. Carros militares blindados que recorren las calles. Soldados
con armas que cercan el pueblo.
Murmuraciones
en voz baja.
Llanto
callado en el interior del hogar de los Fick.
Don
Álcido, a quien apenas se lo ve cuando sale para el silo o para el campo. Doña
Melania, que ordeña sus vacas con rostro dolido y quien a la tarde se encierra
a rezar. Solo sus pequeñas nietas, Marisol, Clara, Nadia, Fernanda, entre sus
juegos inocentes, le ponen risa infantil a la cotidianidad.
Este
viernes 3 de octubre de 2014 Arlan Fick Bremm, el benjamín de la casa, cumple
17 años de edad. Solo que Arlan no está en casa.
Desde
hace 184 días permanece secuestrado en manos del grupo armado Ejército del
Pueblo Paraguayo (EPP). Desde que vinieron a llevárselo, con armas y mucha
violencia, la noche del 2 de abril, aquel confuso episodio de tiroteos con los
policías y militares de las Fuerzas de Tarea Conjunta, dejando un saldo de tres
muertos y varios heridos, y un enorme hueco en el corazón de una madre.
Hoy no
hay canción de cumpleaños feliz.
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Una de
las fotos en que Arlan aparece con sus padres Álcido y Melania, y con sus tres
hermanas Neusa, Solange y Rosinei. / Foto: Gentileza
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"¡Mamá, ayudame...!".
Hay una
desgarradora escena que probablemente no se le borrará nunca de la memoria a
Melania Bremm, la mamá de Arlan.
Es la
imagen en la que su hijo es llevado a empujones por el grupo de hombres
armados, mientras él le dirige a ella una última mirada suplicante, mientras le
implora: "¡Mamá, ayudame...!".
Doña
Melania hubiera querido hacer de todo por responder a ese llamado suplicante de
su hijo, pero los miembros del EPP la contenían apretándola contra la pared con
los cañones de sus fusiles de asalto, obligándola a permanecer quieta, al igual
que el resto de su familia, mientras ella veía a Arlan perderse en las sombras,
arrastrado por los demás hombres armados. Es la última imagen que le quedó de
él.
Esta
escena es relatada por los vecinos, que siempre piden "no pongas mi nombre
en el diario". También es admitida en uno de los escritos de Neusa Fick,
la hermana mayor: "Quién se imaginaría que en esa noche serías arrastrado
por el monte, en contra de tu voluntad, y que a nosotros nos rompería el alma
no poder hacer nada para evitar que te lleven".
En
contra de la versión oficial del ministro del Interior, Francisco de Vargas,
quien en principio planteó que a Arlan solo se lo llevaron como rehén, al verse
atacados, los integrantes del EPP tenían planeado el secuestro del joven desde
hace meses.
De
ascendencia brasileña, proveniente de una familia a la vez oriunda de Alemania,
Álcido Fick es considerado uno de los más importantes productores agroganaderos
que se establecieron en Paso Tuyá, distrito de Azotey, Concepción. Casado con
la también inmigrante Melania Frem, su familia está integrada fundamentalmente
por hijas mujeres; Neusa (28), Solange (24) y Rosinei (23). Arlan el benjamín
de la casa y es el único varón, ya que hasta las cuatro nietas actuales son
mujeres.
El 24
de diciembre de 2013, mientras los Fick estaban participando de la misa de
navidad en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, personas desconocidas entraron
a su casa y se llevaron una computadora portátil notebook. Lo que se presumió
era un simple robo, en realidad era una "operación de inteligencia"
de miembros del EPP, buscando información sobre los bienes y las cuentas del
productor.
El 2 de
abril, como es habitual, los Fick se encerraron temprano para descansar. Ese
día Arlan había trabajado duramente cortando el pasto del enorme patio de su
casa, luego había cenado y se disponía a dormir, pero antes quiso llamar por
teléfono a su novia, Clara.
Eran
cerca de las 19.00 cuando se escucharon golpes. Enseguida, la puerta se abrió
con violencia y cerca de una docena de hombres armados, con uniformes de
combate y a cara descubierta, entraron dando órdenes de permanecer quietos. Por
si hubiera dudas, llevaban insignias del EPP.
Entre
los miembros del grupo, los moradores reconocieron a Osvaldo Villalba (alias
comandante Alexander, el máximo líder militar) y a Manuel Cristaldo Mieres
(subcomandante Santiago). Arlan se vio obligado a tirar el celular al suelo.
Del otro lado del auricular, su novia escuchaba angustiada lo que estaba
pasando y empezó a pedir auxilio. Así se enteró la policía.
Dentro
de la casa de los Fick, los hombres del EPP dieron órdenes enérgicas para que
Arlan junte algunas ropas y las cargue en una mochila. "Te vas a ir con
nosotros", le dijeron. Esa misma noche, a Álcido le dieron instrucciones:
tenía que pagar un rescate de 500 mil dólares para poder recuperar a su hijo.
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Las hermanas de Arlan, en una movilización ciudadana a favor de su liberación. / Foto: Gentileza. |
184 días de angustia
El
desenlace del operativo de secuestro de Arlan fue aún más dramático para los
Fick, cuando antes de poder retirarse los integrantes del EPP, apareció una
patrulla de la Fuerza de Tarea Conjunta, quienes empezaron a disparar
contra la casa. En el incidente
fallecieron dos de los secuestradores, Bernardo Coco Bernal Maiz y Claudelino
Silva Cáceres, y un integrante de la FTC, el vicesargento primero Hugo Monges.
Para
cubrir la retirada, los hombres del EPP tomaron también como rehenes a Álcido y
Melania, así como a la pequeña nieta Marisol, pero ante las dificultades,
decidieron dejar a las mujeres y se llevaron a Arlan y Álcido hasta la entrada
al monte.
A Arlan
no le dio el tiempo de preparar su equipaje, ni de ponerse unos zapatos. Se lo
llevaron descalzo, apenas con una
campera en las manos. Su última mirada fue para Melania, a quien imploró:
"¡Mamá, ayudame...!"
En la
entrada del monte dejaron libre a Álcido, a quien reiteraron que junte el
dinero y espere instrucciones.
En la
desesperación, Álcido no se dejó asesorar por expertos en negociación de
secuestros, no exigió pruebas de vida y procedió a pagar los 500 mil dólares
que logró recaudar, el 10 de abril, en un desolado cruce del camino de tierra a
Tacuatí.
Los
miembros del grupo armado lo obligaron además a repartir víveres "por
gentileza del EPP" a las comunidades campesinas de Arroyito y Kurusu de
Hierro, exigencias que la familia cumplió puntualmente. Pero los secuestradores
no cumplieron su parte del trato y hasta ahora Arlan sigue cautivo.
Desde
entonces solo hubo versiones y contraversiones. El histriónico intendente
municipal de San Carlos del Apa, Luis Aníbal Schupp, asegura que un policía le
reveló que Arlan fue asesinado la misma noche de su secuestro. El ministro del
Interior, Francisco de Vargas, cree que Arlan sigue vivo en poder del grupo
armado, que lo guarda como una pieza valiosa para intentar un canje por
miembros del EPP que se encuentran presos.
En la
casa de los Fick solo hay silencio. Don Álcido y doña Melania, junto a toda la
familia, cumplen hoy 184 días de angustia, el mismo día en que Arlan cumple 17
años, preguntándose en dónde está su hijo querido, cuándo volverá a casa.
No se
sabe si los Fick harán un cumpleaños simbólico, en ausencia.
Solo se
sabe que no hay canción de cumpleaños feliz para Arlan.